| Capítulo 35 | Al descubierto.

👭🏽✨ SOLANGE ✨👭🏽

Me senté en el césped mirando mi móvil, tratando de procesar lo que acaba de pasar. ¿En serio quiere que vaya a su casa? ¿No que era inapropiado? ¿Qué tal si sus padres o la loca de Müller llegan a visitarlo y me encuentran ahí? ¿Qué explicación vamos a dar?

No soy el tipo de chica que se siente nerviosa al estar a solas con un... No puedo llamarlo chico, porque él pasó esa etapa hace tiempo. Entonces diría que no soy el tipo de chica que se siente nerviosa al estar a solas con un hombre que me dobla la edad.

Llegué a mi habitación con la intención de cambiarme de ropa por algo más cómodo. No quiero llegar con esta ropa y que piense que me vestí así para llamar su atención.

Me vestí en un jogger color gris, junto a un blusa beige de tirantes, y mis tennis.

A través del espejo, mientras retocaba mi maquillaje, vi la memoria de USB que había dejado sobre mi cama hace unas horas. ¿Qué información podría tener para que la haya dejado con el sobre?

Pese a que ese «No me hagas cambiar de opinión» de Nick, era para que me apresurara a ir, hice que me ganara la curiosidad y, busqué mi laptop. Una vez que la encontré, metí la USB; era un vídeo. Por lo que puedo ver, era la fiesta en casa de Maddison, la fiesta a la que se supone que Linsy nunca llegó. Algunos parecían estar embriagados y otros se metían droga. ¿A mí de qué me sirve esto?

Adelante el vídeo unos cuantos minutos y la cámara enfocó la puerta. Maddison la abrió, no sin antes sonreír con malicia. Mis ojos se aguaron al ver que se trataba de Linsy. Es la noche que murió. Ellos empezaron a golpearla mientras que ella lloraba rogándoles que la dejen ir.

¿Cómo pudieron hacerle eso? ¿Cómo pueden no aceptar a una persona solo porque no tiene un físico que ellos aprueben?

Si este vídeo existe, ¿por qué la policía no lo tiene? Seguí viendo el video, hasta que Linsy salió huyendo con Maddison detrás de ella, pero al parecer no logró alcanzarla, porque regresó en cuestión de segundos. Ellos se burlaban de todo lo que habían hecho, diciendo que debieron de golpearla más para que le quede claro quiénes mandan en este colegio. Antes de que se acabara el vídeo, vi a alguien que, en primer lugar,  no me lo esperaba. Y en segundo lugar, él no debería de estar ahí; Will estaba en un rincón de la sala.

—¿Así se atrevió a decir que puedo confiar en él? Que es mi amigo —estoy pensando que ni siquiera puedo confiar en Dylan... Si dice ser el mejor amigo del chico que no hizo nada para defender a la mujer que amaba—. Pero bueno, por ahora tienes que tranquilizarte, Sol —dije mirándome frente al espejo.

Ahora ya no sé qué pensar. Si ellos no mataron a Linsy, ¿entonces quién lo hizo? No quiero pensar que he estado equivocada durante todo este tiempo y que ella si se suicido.

—Dios... Me asustaste —dio un respingo en cuanto salió de baño. Supongo que no me escuchó porque llevaba puesto los audífonos—. No pensé que estarías aquí... Te hacia con tus padres.

—¿Ahora te importa?

—Sé que merezco esa actitud de tu parte —suspiró—. Pero... Me duele haber perdido a Linsy.

—¿A mí no? —la miré mal—. Porque digo... Era mi hermana.

—Lo lamento, Sol.

—¿Lamentas haber sido una perra o lo que acabas de decir?

—Ambas —se sentó a mi lado—. Debí apoyarte desde que llegaste, pero solo te ataqué.

—Da igual.

—¿Qué estabas viendo? —curosió.

—Nada —quité la USB de la laptop y la guardé dentro de mi bolso.

No pretendía quedarme aquí contándole mis cosas como si fuéramos amigas. Con la actitud que tuvo desde que llegué, me dejó en claro que la posibilidad de una amistad entre nosotras murió el mismo día que Linsy lo hizo. Además, ahora tengo cosas más importantes que hacer; encontrar a Will. Y que me dé una explicación válida del porqué estaba ahí esa noche.

Todos los chicos de último año estaban en su clase de natación. Al ver a Will, fue como si mi lado malo despertara de repente.

—No puede estar aquí, Nicholson.

—No quiero hablar con usted, profesora —dije, haciendo caso omiso a sus palabras. Llegué hasta donde estaba Will.

—Boni... —no lo dejé terminar, porque estampé mi puño contra su nariz—. ¡Qué rayos ocurre contigo, Solange! —se quejó, tapando su nariz que había empezado a sangrar.

—¿Hasta cuándo pensabas verme la cara de estúpida?

—¿De qué estás hablando? —preguntó sin entender.

—¿De qué estoy hablando? —sin pensar en las consecuencias de mis actos, lo golpeé otra vez—. ESTABAS EN LA FIESTA DE MADDISON LA NOCHE EN QUE LINSY MURIÓ —antes de que lo golpeara por tercera vez, sentí que unos brazos me rodeaban.