Capítulo 1
Alex Benson.
Otra noche en el restaurante y el estrés me consume, no entiendo por qué carajo tengo ayudantes ya incompetentes, me masajeó la cabeza tratando de tener algo de paciencia, pero es casi imposible está idiota lo único que debía hacer era atender los pedidos de las mesas y yo me encargaría del crítico más importante de la ciudad, solo eso debíamos hacer, pero es tan estúpida que olvidó una de las mesas haciendo esperar a uno de mis más importantes comensales esto se lo haré pagar con creces.
—¿Maria tienes algo que decir a tu favor?— pregunto a mi sous chef, bueno a la que era porque es obvio que está más que despedida. Veo como salen sus lágrimas y solo me irrita más.
—Quiero que te largues de mi restaurante estás despedida estúpida incompetente y esto no se quedará así me encargaré de destruir tu carrera— ella comienza a sollozar pidiendo perdón, pero esto es imperdonable está mujer me costó un cliente muy importante que no sé si podré recuperar, solo por sus estúpidas distracciones.
—Ya puedes largarte, no quiero verte más aquí y en cuanto a ustedes— dije señalando a todo mi equipo de la cocina. —Que esto les sirva de lección, no quiero idiotas incompetentes yo quiero chef de verdad no aficionados, ahora pueden irse casa los veré mañana— escuché un sí chef al unísono y entré a mi oficina, estaba completamente furioso y estresado por esta situación. Afortunadamente pude atender bien al crítico gastronómico porque si por culpa de esa idiota algo me salía mal la enviaría directo a la guillotina, de eso estaba seguro.
Cierro la puerta detrás de mí y me dirijo a la mesa de vinos para tomar una copa y relajarme un poco, me siento detrás de mi escritorio y escucho mi celular sonar observé la pantalla y me doy cuenta de que es ella de nuevo, hago una mueca de desagrado y contesté la llamada. Escucho su voz irritante y solo quiero mandarla a la porra.
—Amor te estoy esperando— giré los ojos y solté un resoplido.
—Andrea, te he dicho que yo te llamaré y no me jodas tanto acabo de tener un día de la mierda— hubo un silencio del otro lado de la línea hasta que habló de nuevo.
—Pues deberías venir para quitarte todo el estrés, estoy como a ti te gusta dispuesta a obedecer a mi amo— escuchar su sexy voz que hizo excitar un poco tal vez tenía razón y debía ir para olvidar un por un momento este día.
—Está bien, dentro de 20 minutos estaré allá–
—Lo esperaré señor Benson— carajo cuando hablaba así solo quería poseerla hasta el cansancio, colgué el celular y tomé las llaves de mi auto para ir a casa de ella, después de todo ella no era nada más que una distracción y solo eso. Yo no buscaba algo más que no fuera sexo de una mujer eso del amor no se me daba creo que es para idiotas sin algún tipo de futuro en la vida, el amor solo te quita tiempo y te distrae de lograr tus objetivos. Por eso logré todo lo que me propuse porque no pensé en amor pensé en mi futuro.
Las llaves de mi auto están en el cajón de mi escritorio la tomé y salí el último que quedaba en la cocina era el encargado de limpieza le ordené cerrar bien y salí de ahí al estacionamiento, luego comencé a meditar sobre todo lo que había sucedido en esta noche y pienso que fue una mala idea contratar a María esa mujer era la más despistada de todas y luego dejarla en ese puesto tan importante yo era el único culpable de todo esto ahora pagaría las consecuencias si no conseguía lo más pronto posible una persona para ese lugar terminaría en un colapso total y más para estas semanas que llegará un crítico gastronómico muy importante de Italia si me salía algo mal por culpa de alguien mataría con mis propias manos a ese alguien, todo lo que tengo mi restaurante 5 estrellas, fama y fortuna todo es por mis propios méritos a nada más yo soy el único que tuvo que ver con eso y por supuesto ese chef que me tendió la mano cuando yo estaba en la calle y no tenía nada que comer. Creo que si no fuera por eso jamás hubiera llegado donde estoy hoy en día y no dejaría que nadie destruyera mi prestigio por simple incompetencia.
Pensé bien las cosas y se me pasó la calentura mejor era dejar eso de un lado y concentrarme para buscar otra persona para este trabajo, hoy haré el anuncio por todas mis redes sociales y seguramente mañana tendría a media ciudad en mi restaurante buscando una oportunidad para trabajar ahí.
Las cosas no son tan fáciles como parecen y yo en esta ocasión seré más estricto para poder conseguir la persona indicada para trabajar conmigo esto no me pasará dos veces por recomendación de un idiota no le daré empleo a alguien que no sabe en qué planeta están sus pies.
Giré para regresar en dirección a mi casa, mi teléfono comenzó a sonar de nuevo y me estresé tanto que lo lancé por la ventana esa mujer no sabía que era el espacio personal y si no sabía más de ella entonces sería lo mejor solo me quita tiempo que puedo utilizar para generar más dinero y crear mucho más prestigio para mi restaurante.
Llegué estacioné el auto y bajé caminé hasta la puerta introduje la llave y abrí la puerta, en ese instante salió Lilian la mujer del servicio que era como una madre para mí ella siempre me recibía con una sonrisa incluso después de tantas veces que la he tratado mal y gritado ella sigue aquí, no sé por qué mierda me tiene aprecio yo soy una porquería de persona y estoy tan podrido por dentro que no tengo idea como una mujer tan dulce como ella puede quererme.
—Señor Alex ¿cómo está? Me alegra tanto verlo ¿quiere que prepare algo para usted o quiere una limonada?— yo negué con mi cabeza para la primera opción la segunda si asentí la verdad tenía ganas de una bebida fría que refrescara todas mis inquietudes.
—También estoy feliz de verte Lil si eres tan amable puedes traer a mi despacho una limonada voy a subir a cambiarme— ella asintió feliz y caminé para subir las escaleras cuando llegué al segundo piso pasé por el pasillo y entré a mi habitación, luego comencé a desvestirme entré a la ducha y me relajé un poco.