Interrupción

Narra Sarah Matheus.

Siento su respiración cercana a la mía y creo que voy a desmayar, este hombre es muy ardiente solo quiero que me tome fuerte y me haga suya... Pero por otra parte tengo miedo y no quiero hacer las cosas así, según mi madre adoptiva eso se guarda para el hombre indicado, pero jamás me hablaron de una situación así.

«Ahora solo quiero que me tomé fuerte y haga lo que quiera conmigo»

Tengo mis ojos cerrados y escucho su voz sexy preguntarme si quiero que me besé de nuevo «Claro, si quiero hazme tuya carajo»

Mi mente se está volviendo loca, o yo me estoy volviendo loca, pero en este momento mis hormonas están a flor de piel y solo un toque de este idiota y creo que me hará tener un orgasmo sin siquiera le penetrarme.

«¡Diablos señorita!» pienso mientras me río mentalmente de mis alucinaciones pervertidas, quiero que me besé y se está tardando una eternidad, de pronto abro mis ojos y está sonriendo —¿Que te parece tan gracioso?— se encoge de hombros para responder —Te ves muy sexy así y solo quiero hacerte cosas que seguro te gustarían mucho— trago saliva y siento que mi boca está seca, necesito agua...

—Eh, ¿quieres agua?— pregunto mientras me levanto rápidamente del sofá para ir a la cocina —¿Calor?— pregunta con una sonrisa que se hace sentir en mi ingle «Ah, carajo ya se a que se refiere mi amiga Vivian a la sonrisa moja bragas, me está sucediendo en este preciso instante»

Ella dice que cuando Alex sonreía y lo veía en la TV hacía una sonrisa capaz de mojar tus bragas, yo no entendía y ahora está usando esa sonrisa y me está volviendo loca.

—No, solo que tengo sed y ya ¿vas a querer agua o no?— niega con su cabeza y yo avanzo a la cocina para abrir el refrigerador, saco la jarra y un vaso tomo un sorbo de agua y cierro los ojos tratando de concentrarme en otra cosa que no sea Alex... «Tranquila meki, piensa en arcoiris y unicornios»

Estoy distraída y siento su voz en mi cuello —¡Oh, mierda Alex!— exclamo dando un respingo —Debes dejar de hacer eso— digo mientras me doy media vuelta para mirarlo de frente, su mirada es de deseo y sus ojos de lujuria «Madre mía es tan sexy ¿por qué tiene que ser tan sexy?»

Pienso mientras me toma por la cintura, pasa sus dedos por mis labios y luego los lleva a su boca saboreando «Uff eso sí que es sexy» siento mi corazón latir rápido haciendo que la presión suba y provocando mucho calor en todo mi cuerpo, abdomen bajo me hace muchas cosquillas y siento que las piernas me fallaran en cualquier momento.

—Eres tan sexy, tan jodidamente atractiva que es imposible estar contigo en la misma habitación sin querer tomarte para darte placer meki—

«No me hables así, carajo estoy tratando de concentrarme en otra cosa que no sea dejar que me desflores ahora mismo» Lucho por mantener la cordura, pero no puedo, me toma por el cuello y jala mi cabello hacia atrás dando espacio para besar mi cuello, gimo y sigue avanzando abre los botones de mi blusa para dejar mis pechos descubiertos —Carajo meki quiero lamer tus pechos son perfectos, me encanta tu brasier es sexy— dice en un tono sensual mientras sigue quitando botones para dejar la blusa abierta, acerca sus labios a los míos y me besa de forma brusca, pero sensual su lengua es juguetona y busca a la mía de forma insistente, ambas se mezclan en un beso seductor para hacerlo sentir en mi parte más sensible.

—Tan jodidamente atractiva y tú olor es maravilloso, quiero recorrer mi lengua sobre tu cuerpo hasta llegar a tu...— abre sus ojos y siento como mi corazón está a punto de detenerse, pasa sus dedos en medio de mis pechos y lleva sus labios en ese mismo lugar.

Echo la cabeza hacia atrás y vuelvo a gemir, aprieta con amabas manos mis dos pechos y sigue con su tortura, bajando por mi abdomen hasta quedar de rodillas frente a mí, estoy temblando de puro placer, y siento cada sensación en todo mi cuerpo. Llega al botón de mis pantalones y siento como lo desabrocha, abro mis ojos de par en par incapaz de creer que hará eso...

«Oh, cielos oh, cielos se siente bien él está a punto de...»

—Me mira desde abajo y sonríe para bajar mis pantalones lentamente con ambas manos, muerdo mi labio inferior y sigo observando todo lo que está haciendo. Y ahora estoy en bragas frente a Alex «Que bueno que tengo puestas las que hacen juego con el brasier rojo»

Pienso mientras veo como alza su rostro y muestra una sonrisa —Amo la rola interior combinada es tan sensual— dice en un susurro mientras acerca su boca a mi zona sensible y juega con mis bragas provocando que mi cuerpo tiemble ante esa sensación, apoyo mis codo sobre la mesada echando mi cabeza atrás y cuando está a punto de bajar mis bragas escucho que llaman a la puerta...

—¡Diablos!— reacciono inmediatamente y subo mis pantalones, Alex se levanta como si nada y camina a la sala, yo voy abrochando los botones de mi camisa arreglándome lo mejor que puedo para no parecer una loca . Salgo hasta la sala y camino a la puerta, Alex me llama —¡Hey!— yo volteo para verlo y me doy cuenta que tiene u a erección en su pantalón del tamaño de júpiter, trago saliva y él sonríe —Niña tus ojos arriba, mi rostro está aquí— dice señalando su cara, me concentro y pregunto —¿Que quieres?— el señala mi blusa y me doy cuenta que no está bien abrochada haciendo que se vea mi brasier, lo acomodo y camino a la puerta.

Al abrir y vera persona que está parada ahí, siento que quiero morir, la respiración se me corta y el corazón se vuelve a acelerar, pero esa vez no por placer sino por vergüenza y miedo que Liam me descubra, pensará que soy una clase de pervertida y eso de acostarse con tu jefe no está bien visto.

—Hola, Liam ¿cómo estás?— me doy cuenta que utilice un timbre de voz muy chillón, él sonríe un poco confundido

—Hola, meki estoy bien ¿y tú?— yo no sé que responder e instintivamente veo adentro —Yo bien, estaba...— en ese momento sale Alex y abro mis ojos como platos queriendo meter la cabeza bajo la tierra.