Narra Sarah Matheus.
—Alex por favor… ya no debemos jugar con fuego nos podríamos quemar— digo en un tono nervioso, él mira mis ojos mientras usa sus manos para pegar las mías contra la pared, siento como se forma un cosquilleo en mi estómago, me siento tan débil frente a él y también incapaz de decirle que no, por eso es tan peligrosamente adictivo para mí.
—Yo me quería contigo una y otra vez meki, no me importa porque tú me tienes fascinado— yo niego con mi cabeza.
—No Alex, es que no entiendes, hemos tenido sexo sin protección ¿y si me dejas embarazada? No sé tú, pero en mis planes no está tener hijos por ahora— él se aparta un poco de mí abriendo sus ojos…
—¿Tomas la píldora?— yo niego con mi cabeza.
—Mierda, perdón meki, es que me estoy dejando llevar, pero puedes tomar la pastilla del día después y no habrá problemas— yo pienso unos segundos y me cruzo de brazos.
—No Alex, es que me da mucho miedo quedar estúpidamente embazada, de verdad— hace una mueca pensativa y acerca su rostro al mío para susurrar.
—Puedo correrme afuera—
«Oh, mierda está tratando de convencerme y lo está logrando»
—Bueno, si tú lo dices— digo encogiendo mis hombros, salto sobre él para rodear su cuello con mis brazos, besando sus labios, el me lleva al sofá de la sala me recuesta y queda sobre mí, sigue besando mis labios con mucha intensidad, yo siento como mi cuerpo se calienta más y más con cada beso y caricias que Alex hace sobre mi cuerpo.
—Te deseo tanto, meki— dice en un murmullo entre besos acalorados, deseo y lujuria.
Lleva su mano a mi zona más sensible con mucha delicadeza mete su mano por debajo de mi pantalón de pijama y mi ropa interior.
—Oh, carajo estás húmeda, jodidamente húmeda meki— mueve sus dedos poco a poco y mi cuerpo comienza a convulsionar desesperado por más de esta tortura maravillosa…
—Alex, ahhh— poco a poco me quita los pantalones y la ropa interior de abajo, siento como se endurece contra mi abdomen y abro más mis piernas preparándome para él. Se baja los pantalones y la Roma interior para penetrarme lentamente, mueve su pelvis de una forma lenta, pero exquisita y maravillosa.
—Oh, nena eres tan deliciosa— hace movimientos circulares con sus caderas que me enloquecen y no puedo evitar soltar un gemido un poco más alto…
—Ahhh sí ahhh— me coloca la palma de la mano en la boca mientras sonríe.
—Vas a despertar a tu amiga nena, ¿qué tal si gimes en mi oído para excitarme más?— yo asiento lentamente y él baja su cabeza yo pego mi boca a su oído para gemir en voz baja.
—Carajo, meki me voy a correr— yo sigo gimiendo en su oído en voz baja mientras él mueve más rápido sus caderas haciendo que mi cuerpo se ponga rígido sintiendo que se acerca ese momento de liberar un orgasmo.
En ese momento siento que alguien abre la puerta de la entrada…
—¡Mierda!— yo empujo a Alex al suelo y cae soltando un quejido.
—Carajo meki, casi me fracturas la verga— yo lo miro mientras trato de distinguir quién es la persona que entró al departamento…
—Ya levántate, alguien se metió al departamento— abre sus ojos como platos y ambos nos comenzamos a vestir rápidamente, él se acerca a la puerta y enciende la luz, en ese momento escucho un grito.
—¡AHHH!— y otro quejido de Alex.
—Ahhh, duele, ya déjame ¿qué te pasa?— veo a Alex en el piso, vivi sale como loca con un bat de baseball en las manos, todo es una completa locura.
—¿Analle?¿qué haces aquí?— yo veo a vivi que baja el bat de baseball y siento más alivio, no sé quién es la chica que llegó, pero si golpeó a Alex con fuerza.
«Pobre está en el piso incapacitado.»
Él está tirado en el piso quejándose de dolor, la chica que llegó le pasa por un lado y camina en dirección a donde está vivi, le da un abrazo mientras dice.
—Vine a visitarte prima, no sabes cuánto me alegra verte aunque ¿quiénes son ellos?— nos señala a Alex y a mí, vivi nos presenta aunque Alex todavía está recuperándose de ese golpe.
«¿Dónde carajos lo golpeó?»
—Ellos son amigos, meki ella es mi prima anelle, vive en Miami florida— yo me acerco para saludarla y estrechar su mano sin dejar de mirar a Alex.
—Y ese que acabas de golpear es Alex Benson es novio de meki— alex se termina de levantar del suelo y solo hace un gesto con la mano, yo lo ayudo a recuperarse y luego a sentarse en el sofá.
—Bueno, vamos a la habitación, así te instalas y me explicas por qué no me avisaste que vendrías— ellas se despiden mientras caminan a la habitación.
—Buenas noches, chicos, ah y Alex perdón por lo del golpe— él solo le sonríe y cuando ellas se alejan logro escuchar a la prima de vivi decir…
—Creo que lo golpeé en el pito— vivi, suelta una carcajada para responder.
—Probablemente estaban cogiendo y los interrumpiste—
yo me llevo la mano a la boca para ahogar una carcajada, Alex me mira con mala cara para decir.
—¿Qué es tan gracioso? Esa mierda dolió, me golpeó en el pito y eso duele— me encogí de hombros restando importancia a lo que había dicho Alex.
—Bueno, creo que mejor dormimos— hace una mueca de tristeza y asiente.
—Si, ahora quedé muy dolorido y el más mínimo movimiento será un horror ¿te parece si dormimos de cucharita?— sonrío para asentir y doy gracias a Dios porque este sofá es grande, ambos nos recostamos, yo de espadas a él sintiendo su pene pegado a mi trasero…
—¿Alex?— él suelta una risita.
—Ese es mi tamaño normal meki, no puedo hacer nada con eso— sujeto su mano para que rodee mi cintura y poder dormir acurrucados los dos.