Bocados de amor

No soy tu propiedad

Narra Sarah Matheus.

Corro a la habitación de vivi para pedirle que me dé esa pastilla, ya me he arriesgado mucho y no puedo seguir tentando al destino. Entro a su habitación y ella está recostada en la cama, trato de no hacer ruido para no despertarla, así que camino en dirección a la mesita de noche. La tomo junto con un vaso de agua y así puedo sentir más alivio, vivi se despierta bostezando mientras me mira para preguntar.

—¿Dónde está allena?— yo me encogí de hombros, ella se levanta de inmediato un poco agitada.

—¡Mierda!— yo levanto una ceja confundida pidiendo explicaciones de lo que sucede.

—¿Qué pasa, por qué reaccionas de esa manera?— ella se coloca una bata para cubrirse y me pide que salgamos de inmediato explicando la situación…

—Allena sufre de adicción al sexo, ella estaba en una clínica de rehabilitación la dieron de alta, pero yo no creo que esté rehabilitada todavía— abro mis ojos de par en par y ambas salimos rápidamente a la sala caminando por el pasillo acercándonos donde están sentados hablando Alex y allena. Bueno Alex está sentado, pero allena le está tocando los brazos y eso no me parece nada bien.

«¡Mierda! Ahora sé lo que siente Alex con eso de los celos»

—Alle, cariño puedes venir un momento— dice vivi apretando la mandíbula, se nota que está más molesta que yo. Su prima camina en nuestra dirección y puedo notar que está semidesnuda, puedo notar sus pezones y esos shorts son casi como mis calzones...

«¡Carajo! Controlate meki, relájate»

Trato de respirar profundo para no descontrolarme, pero es casi imposible, los celos me consumen por dentro. Allena me pasa por un lado moviéndose de forma muy llamativa y también desafiante, tengo ganas de golpearla en el rostro, pero sé que eso no es correcto, ya que es prima de mi mejor amiga y no quiero hacer un alboroto.

Vivi la jala por el brazo hasta la habitación, mientras ella se queja. —Auch, me lastimas— yo miro a Alex que está paralizado, giro mis ojos en redondo y no sé a dónde carajos ir, así que tomo asiento en el sofá. Él se acerca a mí, pero estoy tan molesta que no tolero su sola presencia.

—Meki— dice mi nombre en un tono bajo, yo lo miro con una expresión de seriedad.

—¿Qué quieres?— hace silencio para luego responder.

—De verdad no fue mi culpa, esa chica es mano larga y se puso a tocarme— le lanzo una mirada asesina para reprochar enseguida.

—¿Si, acaso allena es más fuerte que tú? ¿Te obligó? tú te dejaste tocar por ella Alex, y no me vengas con ese cuento que no pudiste hacer nada, porque lo que yo vi fue que ella te estaba tocando y tú la estabas dejando— digo mientras aprieto los puños tratando de contener la rabia.

—Meki, por favor no te enojes conmigo— dice mientras trata de sostener mis manos, yo las quito bruscamente y lo miro a los ojos.

—No te preocupes Alex, de igual manera tú y yo no somos un carajo si quieres ver otras opciones no te voy a detener, solo que no quiero escenas de celos si yo busco otras opciones— digo las últimas palabras con la intención de hacerlo molestar, y lo logro muy bien. Me sujeta por los hombros con fuerza mirándome con una rabia notable en sus ojos.

—¿Qué quieres decirme? ¿Te vas a ir con el idiota de Liam? No me hagas amenazas meki, porque no soy un puto niño, tú eres mía y tu cuerpo también— dice mientras intenta besarme en los labios, yo lo muerdo con fuerza mientras lo empujo para quitármelo de encima. Cae al suelo y paso por encima de él para echarlo del departamento…

—¡Lárgate ahora mismo! Estás muy jodido de la cabeza— digo con más rabia que antes apuntando mi cabeza con mi dedo índice

—No iré a ningún lado hasta que te calmes y hablemos meki— yo asiento con mi cabeza y camino a la puerta.

—Bien, si tú no quieres irte, entonces yo me iré— digo mientras camino a la puerta y antes de salir hablo en voz alta para que allena me escuche.

—¡Es todo tuyo allena!— salgo del departamento maldiciendo para mis adentros, camino hasta el ascensor y escucho la voz de Alex llamándome para que regrese, hago caso omiso a sus palabras y en el momento que voy a entrar al ascensor se abren las puertas y veo a Liam…

Abro mis ojos muy grandes y entro rápidamente, lo empujo mirando detrás de mí, veo a Alex que se acerca rápidamente para tratar de alcanzarme y aprieto de forma veloz el botón para cerrar las puertas…

—¡Sarah detente!— grita Alex con fuerza, antes de que las puertas se cierren por completo, veo el rostro de Liam que está confundido y sorprendido, pero lo único que puedo decirle es.

—Por favor sácame de aquí— la voz se me quiebra, él asiente y cuando llegamos a la planta baja me guía al estacionamiento, no hace ninguna pregunta solo me lleva hasta su motocicleta y me entrega el casco para que pueda colocarlo en mi cabeza.

Lo tomo y me lo coloco, ambos nos subimos en ella, empieza a conducir para salir de ahí, no sé a dónde me llevará, pero en este momento necesito estar lejos de Alex. Me duele que piense que yo soy de su propiedad como un objeto, pensé que era algo más, pero estoy equivocada.

Él es muy posesivo y esto terminará mal para ambos.

Me sostengo de la cintura de Liam con fuerza sintiendo su cuerpo contra el mío, sigue conduciendo llevándome lo más lejos de Alex y le agradezco por eso, realmente mi situación emocional en estos momentos está de la mierda.




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