Bocados de amor

De vuelta a casa

Narra Sarah Matheus.

—Dime meki ¿te irás, dejarás todo solo porque eres una niña incapaz de tomar decisiones?— lo veo a él y luego a Liam y me siento con ganas de querer salir corriendo, no sé por qué maldita sea soy tan cobarde, incapaz de poder enfrentar este problema, pero creo que es lo mejor, si no lo hago esto se complicará mucho más.

—No me digas cobarde Alex, yo solo necesito pensar, esto ya está bastante complicado para los tres— él me mira con mucha rabia en los ojos y señala a Liam.

—¿Qué sientes por este idiota?— yo abro mis ojos y trago saliva varias veces, pero está vez debo ser más clara con todo esto y no mentir al respecto.

—No lo sé Alex, por eso necesito irme, estoy confundida al respecto de lo que siento por ti y por Liam y créeme que no quiero lastimar a nadie, por eso esta decisión es la mejor— él suelta un resoplido y se acerca a mí para susurrar en mi rostro.

—¿Lo besaste cierto?— yo no digo nada solo lo veo y siento como se forma un nudo en mi garganta.

—Bien, puedes largarte si te da la puta gana— dice apretando la mandíbula para luego irse azotando la puerta con mucha fuerza, luego escucho su auto salir a toda velocidad y quedó totalmente paralizada… Liam se levanta del sofá y se acerca a mí.

—Lo siento meki, no quería que esto llegara a tanto— mi mente está en blanco, yo solo asiento sin saber que responder, Liam camina lentamente para salir de la casa y marcharse también.

Cuando escucho que cierra la puerta, las lágrimas empiezan a salir y me tiro en el sofá para llorar como una completa estúpida por no saber tomar decisiones correctas en mi vida.

Luego de media hora de llorar y atrangantando mi boca con helado, tomo mi teléfono y marco el número de mamá, sé que tengo mucho tiempo que no hablo con ella ni papá, desde que me fui de casa no los llamé, obviamente tengo mis razones, mis padres adoptivos siempre fueron diferentes conmigo y eso fue muy doloroso para mí. Por esa razón cuando me fui no los llamé más.

Marco su número y espero que timbre dos veces para que conteste —Hola, ¿quién habla?— yo me acomodo en mi asiento para poder responder.

— Mamá soy yo, meki... Eh, bueno llamaba para saber de ti y papá— espero unos segundos y responde.

—Meki, cariño ¿cómo estás? Hace tiempo que no sé de ti ¿cómo te va en nueva York?— trato de aguantar las ganas de llorar nuevamente y respondo fingiendo estar feliz.

—Oh, muy bien mamá, ahora trabajo en un prestigiado restaurante aquí en nueva York.

—Me siento feliz por ti cariño, que te esté yendo bien, nosotros estamos bien y bueno desde que nos mudamos a Texas por el trabajo de tu padre ha sido mejor, te extrañamos cariño ¿cuándo vendrás a visitarnos?— yo me levanto de inmediato del sofá, para responder.

—¿Te parece mañana?— ella no responde y creo que soné muy desesperada.

—Eh, no sé cariño ¿puedes?.

—Si, si puedo mamá, tengo una semana libre del trabajo, estaba pensando en visitarlos, por eso te llamé— digo tratando de sonar sincera, aunque sé que ella me conoce, pero espero se pueda tragar la mentira.

—Oh, tu padre se pondrá muy contento al igual que tus hermanos, si los ves no los conoces están hechos dos hombres— recuerdo a mis dos hermanos y eso trae a mi memoria malos momentos cuando yo era la pequeña esclava de ellos y mis padres.

—Sí, espero ellos me reconozcan ¿y ya Henry se casó?— pregunta que no sé por qué rayos hice, pero creo que eso haría enfadar a mi madre, ella siempre estuvo celosa de la relación cercana de mí con Henry, mientras yo lo veo como mi hermano mayor, ella lo veía como un posible incesto…

—No, meki no se ha casado, pero creo que tiene una novia— me río para mis adentros pensando que ttodavía considera esa posibilidad

Esas fueron una de las muchas peleas en casa con mamá, ni siquiera sé por qué razón me adoptó, quizás tenía lástima o quería enmendar algún error cometido en el pasado y así limpiar su conciencia.

—Bueno, cariño debo irme, te veo mañana— yo me despido también de mamá, cuelgo el teléfono y me levanto de inmediato para preparar mi equipaje, iré a Texas, pero antes llamaré a vivi para avisarle.

Luego de preparar mi equipaje, tomo mi teléfono de nuevo y marco el número de mi amiga para llamarle. Ella contesta de inmediato preguntando.

—¡Meki, carajo! ¿A dónde rayos fuiste? Estaba preocupada— yo respiro profundo mirando el equipaje para responder.

—Tuve que salir de ahí vivi, ahora estoy en casa, pero…— hago una pausa y ella pregunta.

—¿Pero qué meki?.

—Me iré a Texas, ahí están mis padres y los iré a visitar por una semana o no sé si me quede más tiempo.

—¿De verdad? Eres una cobarde, jamás me sentí más decepcionada de ti meki, esto no resolverá nada, igual el problema seguirá, solo eres una estúpida niña que huye siempre, Alex tiene razón.— aprieto mi puño con fuerza para responder.

—Lamento no ser lo que esperas, pero necesito irme por un tiempo y si no entiendes eso, entonces nuestra amistad no sirve de nada— cuelgo el teléfono y lo lanzo a la cama.

«Ash, ahora todo es más que una mierda»

Me recuesto en la cama para tratar de conciliar el sueño, la verdad ahora todo se ha ido al carajo, sé que soy la única culpable, pero pensé que vivi me apoyaría, me duele perder su amistad, pero si no puede entender que necesito alejarme de esto, entonces debemos tomar caminos diferentes.

La mañana siguiente me despierto, entro a la ducha luego salgo para arreglarme terminando de preparar todo, salgo de casa para tomar un taxi al aeropuerto y así poderme ir a Texas, veo las calles de nueva York y siento un poco de tristeza, pero lo mejor es irme y pensar bien las cosas para poder regresar de nuevo con mis ideas más claras.




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