Narra Alex Benson.
Me encuentro en el avión a Texas, gracias a vivian sé dónde está meki, le logró sacar la dirección de donde ella está en estos momentos. Por fortuna conozco un poco el lugar, ya que hace dos años vine, hice algunos amigos también, aunque no sé si todavía estén viviendo en el mismo lugar.
Miro por la ventanilla del avión esperando que ella pueda perdonarme, sé que las cosas se han complicado, pero jamás me había enamorado de nadie, ahora que sé lo que siento por ella estoy dispuesto a luchar hasta el final por ganarme su corazón.
Sigo pensando en la última vez que vine a Texas, aquí fue donde conocí a Gabriel, en una convención de chefs, hace mucho que no sé de él por eso no tengo idea si todavía vive aquí.
Dejé a cargo del restaurante a liam, quien lo diría ese chico es mejor hombre que cualquiera en este planeta, aún teniendo sentimientos hacia meki, él ha decido hacerse a un lado y todo para que ella sea feliz.
Al pasar las horas por fin el avión aterrizó en texas y es hora de la verdad, me he asegurado de que todavía tengo el número de Gabriel y marco para llamarle, espero unos segundos y siento alegría cuando escucho su voz.
—¡Pero qué sorpresa! El gran chef Alex Benson llamado a mi teléfono— exclama riendo.
—Gabriel, que alegría escucharte ¿cómo estás? Hace mucho que no sé de ti.
—Lo mismo digo amigo mío, realmente me sorprende tu llamada hace un año que no hablamos ¿para qué soy bueno?.
—Bueno, quería saber si todavía estás viviendo aquí en Texas, es que estoy en el aeropuerto y…— no me dejó terminar la frase y enseguida respondió.
—Por supuesto que pasaré a recogerte, aún vivo aquí y estaré encantado de recibirte ¿me das 20 minutos?.
—Claro, aquí te espero.— respondí y colgué, mientras me sentaba en la sala de espera hasta que Gabriel llegara a buscarme.
Luego de 20 minutos apareció ese rostro conocido que tanto me alegraba ver, realmente es muy grato ver a Gabriel, él es de las pocas personas que puedo decir que me agradan. Siempre he sido exclusivo con mis amigos por mi forma de ser, reconozco tener un carácter de mierda, pero cuando tengo un amigo puedo decir que es una amistad sincera.
—Carajo, pero mírate, estás más que bien Alex— dice con una sonrisa y ambos nos damos un abrazo.
—Y tu también te ves muy bien Gabriel, la verdad me alegra mucho verte de nuevo— él me sonríe nuevamente para preguntar.
—¿Y qué te trae por aquí?— yo pienso unos segundos y respondo.
—Bueno, la verdad vine a buscar a alguien importante para mí, realmente es una mujer— abre sus ojos de par en par y mueve su cabeza de forma afirmativa.
—Wow, entonces debe ser importante esa chica, porque para venir a buscarla de nueva York a Texas debes ser la indicada ¿no?— yo asiento aunque no negaré que tengo un poco de miedo, porque no sé si ella me aceptará.
—Bueno, tú me dices donde te llevo y lo haré.
—La verdad primero quiero instalarme en un hotel para luego ir a buscarla ¿te parece si me llevas a un hotel?— él niega con su cabeza.
—De ninguna manera te dejaré quedar en un hotel, mi casa está disponible no es ningún problema para mí— dice en un tono amable, yo trato de negarme para no molestar, pero él sigue insistiendo y termino aceptando su propuesta.
Salimos del aeropuerto de camino a casa de Gabriel, en el trayecto nos pusimos al tanto de todo y mencionó que tiene un pequeño restaurante aquí en Texas, por lo que le hice la propuesta de irse a nueva York a mi restaurante, él tiene prácticamente no edad solo es mayor que yo por dos años, pero lastimosamente no le ha ido tan bien en el mundo culinario, algo que me parece totalmente extraño, puesto que él tiene mucho talento. Lástima que ese talento no haya sido explotado cómo se debe, espero que acepte mi propuesta y se vaya conmigo a nueva York, sé que allá le irá mucho mejor.
Llegamos a su casa y me instaló en una habitación, luego salimos al patio trasero para tomar un poco el aire.
—¿Y exactamente dónde está la chica?— yo pensé unos segundos recordando lo que Vivian me dijo, algo de una familia apellido samuelns.
—La verdad la persona que me dio la información solo pudo decirme el apellido de la familia de la chica que estoy buscando, son apellido samuelns— Gabriel hace una mueca pensativa y luego abre sus ojos de par en par…
—¡Claro! Yo sé quiénes son y también conozco a esa familia, ellos son fieles clientes de mi restaurante, sé dónde viven, ya que a veces piden comida a domicilio.
—Eso es estupendo Gabriel ¿tú puedes llevarme a esa casa?— él asiente con una sonrisa.
—Por supuesto, en nombre del amor te ayudaré— ambos nos reímos y yo cada vez siento más nervios de lo que sucederá, hoy le diré a meki lo que siento por ella y no sé si me aceptará, pero estoy dispuesto a tomar el riesgo de decirle todo.