Bocados de amor

Poder de amigas

Narra Sarah Matheus.

Me despierto para levantarme de la cama mientras estiro mi cuerpo dejando escapar un bostezo, camino al baño para lavarme la cara, abro la llave del lavabo metiendo mis manos para sentir el agua correr entre ellas, tomo la pasta de dientes y mi cepillo para lavarme los dientes. Al terminar salgo del baño para cambiarme la pijama, mientras busco algo que ponerme camino en ropa interior lo toda la habitación, en ese momento Alex entra sin tocar la puerta… Yo pego un salto para cubrir instintivamente mi cuerpo con las manos.

—¡Carajo Alex, toca antes de entrar!— exclamo mientras él me observa con una sonrisa.

—Muy buenos días, señorita meki es usted una dormilona— dice con una sonrisa mientras se acerca, yo retrocedo varios pasos atrás preguntando.

—¿Qué hora es?— él camina a la cama para lanzarse en ella.

—Son las 10:40 am señorita ¿dormiste bien?— yo asiento y dejo de cubrirme, ya que lo veo algo innecesario, camino al clóset donde colocaron mi ropa, busco algo ligero para ponerme y encuentro unos pantalones cortos meto una pierna luego otra y los subo hasta mis caderas, tomo una blusa sin mangas de color rosa pálido y me la coloco, al estar lista Alex se levanta de la cama y señala la puerta.

—Vamos, ya el desayuno está listo— lo sigo hasta la puerta, luego atravesamos el pasillo para bajar las escaleras y caminar a la cocina, al llegar está Lily la mujer que se encarga de todo en la casa, yo me acerco para sentarme en la barra de desayunar, ella me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa, Alex camina en dirección donde está Lily mientras dice.

—Lil, ella esa Sarah, es mi novia y vivirá aquí por un mes o más— ella me mira con los ojos muy abiertos, yo siento como las mejillas me arden.

—Eh, mucho gusto Lily— digo mientras estiro mi mano para saludarla.

—Es un placer señorita, soy Liliana muchos me dicen Lily y este caballero aquí me llama lil— ella señala a Alex que está probando lo que ella está preparando.

—Bueno, me gusta como se escucha lil, a demás siento que es más lindo— ella asiente y luego señala la mesada para que el se siente a mi lado.

—Bien, es hora de sentarse ya el desayuno está listo, voy a servirles— ella camina buscando platos, vasos y cubiertos para colocarlos de forma muy organizada frente a nosotros en la mesada, luego camina buscando en el refrigerador varias cosas, las coloca en la mesada mientras yo las observo, veo un tarro de mermelada de frambuesa, jarabe y una jarra de jugo de naranja.

Luego camina para servir en nuestros platos unos deliciosos roles de canela glaseados, pan tostado en otro plato, huevos revueltos y tocino… Todo huele asombrosamente bien provocando que mi estómago suene, yo abro mis ojos coloco mi mano en mi estómago sintiendo vergüenza por ese incómodo sonido.

Alex me mira y sonríe para decir. —Puedes empezar a comer si quieres— yo tomo sus palabras como un permiso perfecto para clavarle el diente a esa deliciosa comida.

—Muchas gracias Lily todo se ve muy bueno y huele estupendo— digo con una sonrisa, ella me dedica un gesto amable y se retira de la cocina para dejarnos solos a Alex y a mí. Yo empiezo a servirme un poco de huevos revueltos en mi plato, luego tocino y uno de esos roles de canela que se ven maravillosos. Alex por otra parte toma pan tostado, huevos revueltos, tocino sujeta el jarabe bañando sus huevos y tocino yo hago una mueca preguntando...

—Tú sí que eres un verdadero Americano ¿cierto?— él encoge sus hombros mientras toma una porción de sus huevos bañados en jarabe.

—Siempre me ha gustado el jarabe en los huevos y el tocino— yo observo comida y luego la suya.

—Mi hermano Henry tiene esa costumbre, siempre lo vi un poco desagradable, la verdad no me gusta ese tipo de combinación y es algo extraño, ya que soy chef y debo ser abierta a todo, pero de verdad solo ver el jarabe en los huevos me revuelve el estómago— él sonríe y toma el jarabe para agregarle más a sus huevos.

—Eso es muy delicioso, la verdad no sabes de lo que te pierdes— yo pongo mala cara y empiezo a comer sin prestarle atención a su inmadurez, la verdad le doy 20 puntos a Lily, ya que la comida está muy deliciosa.

Mientras estamos desayunando alguien toca el timbre, ambos miramos en dirección a la sala, pero Alex dice que Lily irá a abrir la puerta… Segundos después escucho una voz conocida y abro mis ojos de par en par…

—¡Soy la mejor amiga de meki, déjame pasar!— exclama vivi en voz alta, Alex me mira con una ceja levantada preguntando.

—¿Qué hace vivian aquí?— yo hago una mueca como si no tuviera idea mientras meto el tenedor con una porción de huevos revueltos a mi boca.

—¡Lil, déjala pasar!— grita Alex para que Lily pueda dejar pasar a mi amiga.

Segundos después veo el rostro sonriente de vivi en la cocina saludando con su carisma que la caracteriza.

—¡Buenas mis tórtolos! Buen provecho ¿comiendo después de una noche agitada?— bromea ella y yo niego con mi cabeza queriendo que me trague la tierra.

Ella se acerca y me saluda con un beso en la mejilla, Alex la invita a sentarse y ella lo hace justo a mi lado.

—¿Quieres comer algo?— ella niega con su cabeza.

—No, gracias cariño ya desayuné, aunque esos roles de canela se ven deliciosos, tomaré uno— dice llevando su mano al plato y tomando uno de los roles de canela para darle una buena mordida.

—¿Qué tal han estado chicos? Ustedes sí que son difíciles de contactar, estuve a punto de ir a Texas yo también— yo la miro de forma sería para responder.

—Tú eres una traidora, te dejaste convencer por este idiota para decirle donde estaba yo— le reclamo señalando a Alex y luego cruzando mis brazos.

—Lo siento meki, es que él es muy persuasivo y además estaba…— ella está a punto de decir algo y Alex carraspea fuerte, vivi cierra la boca y yo miro a Alex.

—Deja que ella termine de contarme— le digo a Alex con aún con mis brazos cruzados.




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