Bocados de amor

Lo que no conocía de ti

Narra Alex Benson.

Luego de esa llamada meki no dejaba de estar ansiosa, lo podía notar en su actitud además está comiendo más de lo debido.

—¿Acaso estoy criando una cerdita?— pregunto con una ceja levantada ella me observa metiendo un sandwich de mantequilla de maní y jalea…

—No, pero de verdad tengo hambre Alex, no me molestes, ya estoy bastante nerviosa con respecto a lo de mis padres— yo me acerco a ella para abrazarla, le quito el sándwich de las manos aunque ella forcejea un poco para que no se lo pueda quitar.

—¡Deja ese sandwich tragona! Mírame un momento— ella me mira haciendo una mueca de disgusto, gira sus ojos a la derecha y luego se concentra en mí.

—¿No te dije que te iba a apoyar?— pregunto mientras sujeto sus mejillas y veo sus lindos ojos, ella asiente suspirando de forma melancólica para responder.

—Lo sé Alex, pero aun así estoy muy nerviosa y tengo miedo de lo que vaya a suceder— yo le dedico una sonrisa para brindarle tranquilidad y dejo un pequeño beso en sus mejillas, luego en su frente y por último los labios.

—No te voy a abandonar, yo sé lo que es eso meki y no lo haré contigo, si necesitas que sujete tu mano lo haré solo para que te sientas segura— ella me ve de una forma tierna y sus ojos brillan al hacerlo, son como dos luceros que se posicionan en la expansión del cielo, siento que es su mirada me pierdo como si flotara por falta de gravedad y cuando necesito volver a la realidad solo necesito que sus labios se conecten con los míos.

—Gracias, de verdad te agradezco que puedas estar aquí— me abraza acurrucando su cabeza en mi pecho y rodeando mi espalda con sus brazos, de pronto siento que me suelta y tiene una sonrisa traviesa…

—¿Qué piensas niña hermosa?— ella sigue riendo, al fijarme en sus manos y luego girar detrás de mí para ver la mesada me doy cuenta de que la muy traicionera me abrazó para tomar el sándwich de la mesada.

—Eres una tragona, dame eso, no quiero que vayas a rodar…— ella niega con su cabeza y corre alejándose de mí, yo la sigo y empieza a darle mordidas grandes al sandwich para acabárselo rápidamente.

—¡Meki! Dame eso, te vas a atragantar no seas tan inmadura— ella niega con su cabeza, la alcanzo y sujeto su brazo para girarla puedo observar sus mejillas infladas por la comida, yo giro mis ojos y niego varias veces con mi cabeza.

—¿Qué tienes 5 años? Meki, por favor no seas tan inmadura— ella se encoge de hombros sin siquiera poder responder, ya que sus mejillas están llenas de ese sandwich que le había dicho que no se comiera, puesto que era el 4 que llevaba.

Cuando terminó de tragarse el sándwich pudo hablar mejor para responder.

—Te prometo que es el último, no voy a comer más, aunque… ¿La soda cuenta?— yo giro mis ojos negando con mi cabeza.

—No quiero que comas más, tampoco que bebas soda, solo relájate, tus padres deben estar por llegar ¿les enviaste bien la dirección?— ella asiente con un rostro evidentemente nervioso.

—Bien, no deben tardar en llegar ¿quieres tomar una ducha?.

—Si, la verdad lo necesito— yo sonrío de forma pícara y ella niega rechazando mi idea.

—No, no y no, tú te das una ducha en tu baño y yo en el mío… ¿Entiendes?— yo hago una mueca de tristeza y luego la tomo por sorpresa levantándola para subirla en mi hombro…

—No si yo te secuestro antes— digo mientras subo las escaleras con ella sobre mí, hombro, meki se sacude tratando de hacer que la suelte, pero no pienso dejarla.

Llego a la habitación, uso una mano para girar la perilla y entro rápidamente en dirección al baño.

—¡Alex ya suéltame!— exclama ella de pronto muerde mi hombro haciendo que suelte un quejido.

—¡Ay! Carajo meki— me quejo y le doy una nalgada, la bajo con cuidado y cierro la puerta del baño para que ambos quedemos encerrados dentro. Ella se cruza de brazos poniendo mala cara.

—Eres un idiota— yo sonrío y le doy unas palmaditas en el hombro.

—Debemos tomar una ducha— ella de pronto cambia su expresión y asiente se empieza a quitar la ropa, pero eso no es algo normal en ella, algo está tramando... Se encuentra completamente desnuda frente a mí y sé gira para abrir la llave de la tina y al estar llena entra en ella, yo también me quito toda la ropa y avanzo haciendo una seña para que ella pueda hacerme espacio y entrar.

Ambos nos encontramos de frente, ella sube sus piernas en las mías y juega con los dedos de sus pies en mi pecho tratando de seducirme, pero yo conozco su juego y ambos podemos jugarlo...

Tomo la esponja de baño agregando un poco de jabón líquido para luego agregar un poco de agua y hacer algo de espuma, sujeto su pierna mientras observo sus ojos, ella echa su cabeza hacia atrás para recostarse en la tina, muevo la esponja desde su tobillo hasta su muslo pasando suavemente ella sonríe y en su sonrisa puedo observar deseo y placer.

Sigo haciendo ese movimiento en su pierna, luego paso a la otra acercándome cada vez más a su zona sensible, siento como su cuerpo se estremece, ella avanza para subirse sobre mí y nuestros cuerpos húmedos hacen contacto con el deseo de más que eso.

Toma mi mano donde está la esponja y la lleva a sus pechos, los empiezo a frotar con la esponja hasta notar como sus pezones se endurecen...

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