Narra Alex Benson.
Todos en el auto están en silencio menos Vivian que no se cansa de cotorrear, yo aprieto el volante entre mis manos respirando profundo para no lanzarla del auto, ella dice miles de cosas que la mayoría son preguntas y habla tanto que no deja que nadie tenga una pequeña opinión en el grupo de personas que van en el vehículo...
La madre de Meki interrumpe un momento para decir algo y meki le pone la mano en la boca a vivian ella pone mala cara y gira sus ojos cruzándose de brazos mientras dice.
—No era necesario eso, solo debías decirme cierra la boca— dice ella de forma molesta.
—Bien, lo que quería decir era que dentro de dos semanas es tu cumpleaños Sarah ¿qué te gustaría hacer ese día?— cuando pronuncia esas palabras yo freno de golpe, todos se asustan y debo disculparme para girar mi rostro y fulminar a Meki con la mirada.
—¿Cuándo pensabas decirme que cumples años dentro de dos semanas?— todos nos observan en silencio y eso hace que ella se ponga muy nerviosa.
—Pensaba decirte, solo que no en este momento ¿podemos hablar de esto después?— yo niego con mi cabeza, para responder.
—Hablaremos justo ahora, y quiero que tu madre y tu mejor amiga sean las organizadoras de tu fiesta será algo estupendo— digo con una sonrisa que vivian y Anastasia me devuelven emocionadas, ya que serán las encargadas de hacer algo muy especial para ella que hace una mueca de enojo y deja de verme al rostro.
—Como quieras has lo que se te venga en gana— responde enojada, yo encogí mis hombros para seguir conduciendo y luego fue ese el tema de conversación en el resto del viaje, ya que la fiesta que se prepararía para meki tendría que ser perfecta, aunque ella no se veía animada por eso, pero tendrá que animarse, ya que no dejaré pasar su cumpleaños por alto.
Por fin llegamos al restaurante, nos bajamos del auto para caminar adentro y mostrarle el lugar a los padres de meki y su hermano, vivian podía irse a la porra ella está completamente loca y habla hasta por los codos, cuando termine de mostrar el lugar a mis suegros...
«Sí, dije suegros, ellos lo son para ti, ya que estás con meki»
Los instalé en una mesa verificando que todo esté muy cómodo para ellos, meki y yo los dejamos para comenzar con nuestro trabajo, al caminar en dirección a la cocina ella se adelanta sin siquiera mirarme, yo sé que está molesta por lo de su cumpleaños, pero creo que aquí el único que debería estar molesto soy yo, puesto que ella me ocultó algo tan importante eso me pone de mal humor, pero conociendo a meki si me ve enojado lo va a atribuir a mi carácter y la última vez que me enojé con ella la traté muy mal y no quiero que se repita esa situación.
Cuando veo que se adelanta para tratar de alejarse de mí espero entrar a la cocina y me aseguro que estemos solos para sujetarla y hacer girar su cuerpo dejándola frente a mí.
—¿Y bien qué rayos te pasa?— pregunto en un tono serio, pero no enojado.
—¿Qué… a mí?— pregunta de forma sarcástica y levanta una ceja, me empiezo a desesperar, pero trato de calmarme para no complicar las cosas.
—Si, a ti ¿de quién rayos más crees que estoy hablando?— ella encoge sus hombros y sigue con la misma actitud de niña malcriada.
«Ya verás inmadura» pienso mientras sujeto su brazo y la llevo a la despensa...
—¿Qué haces idiota? ¿A dónde me llevas?— pregunta un poco alterada, yo sigo jalando aunque ella se opone para que no la siga llevando en esa dirección. Entro junto con ella para luego cerrar la puerta e irme sobre su cuerpo besando sus labios sin darle tiempo de reaccionar...
La sujeto por las caderas subiéndola en una mesada que hay en la despensa mientras sigo besando sus labios, ella sostiene mi cabello con fuerza y nuestras respiraciones se escuchan aceleradas yo siento que mi cuerpo arde de deseo y estoy seguro de que ella siente lo mismo que yo, no puedo dejar de besar sus labios y con cada movimiento deseo más poseer su cuerpo perfecto, de pronto me separo de ella para sostener sus mejillas y observar sus ojos.
—Te deseo a cada segundo de mi vida meki y siempre será así— Ella levanta una ceja y por un momento no comprende lo que sucede, pero luego sonríe.
—¿Solo querías que estuviera de buen humor cierto?— yo asiento con una sonrisa y ella niega con su cabeza.
—De verdad eres perfecto cuando quieres y un tarado también— dice en pellizcando mi mejilla derecha.
—Bien, es hora de trabajar no quiero que lleguen y nos vean aquí, pensaran que estamos follando en la despensa— yo la sujeto con cuidado y la bajo de la mesada, tomo su mano y ambos salimos de la despensa y justo cuando abro la puerta ambos encontramos el rostro de Liam de frente…
—Eh, hola ¿cómo están? Yo solo venía a buscar unas cosas ahí adentro— meki se pone nerviosa y sé que también está un poco incómoda.
—Hola, Liam que gusto verte de nuevo ¿cómo has estado?— dice meki mirando a Liam él solo encoge sus hombros para responder.
—Digamos que bien, bueno yo iré allá— señala la despensa y ambos le damos espacio y caminamos para comenzar con el trabajo.
Las horas se avanzan y el trabajo se pone más fuerte, al parecer hoy llegaron más clientes que nunca, ni siquiera he podido tener tiempo de mirar a meki dos segundos, ella está concentrada en su trabajo y saca platillos de forma muy profesional, por eso estoy tan feliz col su trabajo es bastante eficiente.
De pronto todo está bien y de un momento a otro veo a alguien entrar por la puerta de la cocina y es alguien conocido...
—¿Henry?— murmuro confundido y a pesar de que hay gran cantidad de personas en la cocina meki me escuchó, ella mira en dirección a la cocina y queda boquiabierta, está tan sorprendida que no se fija cuando el cuchillo llega al final de los vegetales y se desliza por su dedo índice, todo ha pasado tan rápido que no me ha dado tiempo de poder detenerla o siquiera reaccionar...
—¡Mekiii cuidado!— exclamo mientras camino rápidamente hacia ella, pero ya es tarde.