Bocados de amor

Una decisión muy difícil

Narra Sarah Matheus.

Estoy tan perpleja que ni siquiera sé cómo rayos Henry me trajo afuera, solo lo observo sin decir nada mientras él me pregunta si estoy bien o si me duele la herida.

—¿Qué haces aquí?— es lo único que sale de mi boca, él pone mala cara y levanta una ceja.

—¿Solo eso dirás? No me jodas Sarah, soy tu hermano, tampoco me trates como un maldito fenómeno— yo siento como mi corazón duele al hacerlo sentir así, pero estoy tan confundida con esta situación que no sé que rayos decirle.

—Lo lamento henry, no es mi intención tratarte mal, pero es que no deberías haber venido— arruga el entrecejo y me sujeta del brazo.

—Yo vengo porque se me da la gana y no me vas a evitar así como lo hace mamá, ella quiere desligarse del problema pidiendo perdón como si nada hubiera sucedido, además ¿ya le contaste a tu novio acerca de lo que yo siento por ti?— yo abro mis ojos de par en par y niego con mi cabeza, en ese momento Alex sale y se acerca a dónde Henry y yo estamos.

—Bien, creo que es momento de la verdad ¿no lo crees?— responde Henry para esperar que Alex se acerque y contarle todo, yo lo detengo tomando su brazo para atraer su cuerpo al mío y darle un abrazo mientras susurro a su oído.

—Por favor no lo hagas— él se queda pensando unos segundos y Alex se pone frente a nosotros, Henry me suelta y sonríe.

—¿Ella está bien?— mi hermano asiente al igual que yo.

—Solo fue una cortada superficial, no es nada grave con un adhesivo estará como nueva, por cierto no pude saludarte Alex ¿cómo estás?— yo no puedo levantar el rostro y miro mis manos para controlar mis nervios.

—Pues bien, la verdad no te esperaba por este lugar ¿cómo estás tú henry?.

—Bien, y ahora que veo a mi linda hermanita mejor— responde mientras aprieta mi brazo, yo siento una corriente de pánico en todo mi cuerpo es algo totalmente diferente a lo que Henry me hacía sentir, él siempre fue un chico dulce y un excelente hermano, pero ahora con sus amenazas y su comportamiento lo único que siento es miedo.

—Eh, si que bueno que estás aquí henry… bien, yo iré a la cocina— digo para tratar de escapar de ese lugar, pero Alex me detiene.

—No, ya tú puedes descansar, si quieres lo haces en mi oficina— de pronto Henry aprieta los puños y eso me hace sentir más aterrada.

—Si, bueno ¿quieres ir conmigo henry? Así hablamos hasta que Alex termine— él asiente y se vuelve a relajar, los tres caminamos adentro de la cocina y al estar en el interior, Alex se queda en su lugar de trabajo no sin antes darme un beso en los labios, Henry y yo entramos a la oficina y al cerrar la puerta él se acerca al escritorio para sentarse en la silla que está detrás.

—¿Esta es la famosa oficina donde te cogió ese idiota?— yo suelto un suspiro sintiendo que mi corazón se quiere salir de mi pecho.

—¿Qué buscas henry? ¿Por qué me haces esto?— él gira la silla como si todo fuera parte de un juego.

—¡Ya dime de una jodida vez!— exclamo molesta. Me observa con una sonrisa y se encoge de hombros.

—No sé de qué hablas, yo solo vine a visitarte, ya que todos están muy felices yo quiero ser parte de esa felicidad— hago una mueca de desagrado y giro mis ojos.

—¿Sabes qué? Si quieres dile a Alex, no me importa un carajo, solo déjame en paz, tú estás loco— se levanta de inmediato de su asiento dando un fuerte golpe al escritorio.

—¡No me llames así!…— yo doy un respingo sintiendo ganas de huir de ese lugar, ahora temo por mi seguridad, él se da cuenta y rodea el escritorio para acercarse se pone de pie frente a mí haciendo que yo me sienta intimidada.

—Durante toda mi puta vida me guardé lo que siento por ti Sarah, ya no lo haré más— me sujeta los brazos mirando mis ojos.

—Por favor Henry, ya para esta locura— suplico antes que me tome por las mejillas e intenté besarme de nuevo, yo pongo mi cuerpo rígido evitando su beso, él me suelta bruscamente y me señala diciendo.

—Bien, no quieres corresponder me parece estupendo, pero solo te digo una cosa, si no vienes conmigo voy a matar a ese amorcito tuyo, tú decides “Meki” él o yo— yo no puedo creer que esta persona sea la misma que yo conocí toda mi vida…

—Henry... yo, no por favor te lo suplico, no le hagas daño a Alex— él solo me toma por la mejilla e intenta besarme de nuevo, yo no tengo otra alternativa que dejarlo sintiéndome llena de asco.

—Te doy dos meses para que lo pienses— dice antes de salir por la puerta y dejarme paralizada por todo lo que ha dicho.

«Ahora ¿qué rayos haré? Henry está totalmente loco»

Camino al baño, cierro la puerta y me dejó caer en el suelo para sollozar sin saber que hacer con todo esto, solo pienso una y otra vez.

«¿Por qué la vida es tan injusta conmigo?»

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