Narra Sarah Matheus.
—¿Qué haces aquí henry? ¿Dónde está mamá y Lily?— él solo me observa de pies a cabeza.
—Te ves hermosa, hubiera deseado que llevaras ese vestido en nuestra boda— yo niego con mi cabeza mientras avanzo para responder.
—¡Ya me tienes harta! Entiende que no podemos casarnos y tampoco puedo amarte tú eres mi hermano— arruga su entrecejo y al ver qué yo quiero salir de la habitación me sujeta por un brazo y saca un arma apuntando mi cabeza, me quedo perpleja y dejo de luchar para no alterarlo.
— Vendrás conmigo— apunta la puerta para que yo la abra, le obedezco y vuelvo a preguntar dónde están mamá y Lily.
—¿Qué les hiciste henry?— encoge sus hombros y responde despreocupado.
—Nada, ellas están bien, te mostraré— me lleva a la habitación de mamá, pide que abra la puerta vuelvo a obedecer, observo a mamá, Lily y madeleine en el piso atadas como si fueran unos animales y la sangre se me sube a la cabeza, mamá está llorando y yo giro de inmediato para irme sobre henry...
—¡Eres un desgraciado, te odio, te odio!— digo mientras golpeo su pecho con mis manos, él ni siquiera sé mueve y solo me da una bofetada que me envía directamente al piso dejándome aturdida, mamá solloza con más fuerza y yo soy incapaz de poder levantarme…
Él camina hacia mamá y le sujeta la barbilla haciendo que ella lo vea al rostro diciendo.
—Si ella no es mía, no será de nadie—
Henry me toma del suelo y me levanta sobre su hombro para llevarme afuera de la habitación y luego sacarme de casa.
Sigo aturdida y él me sube en el asiento trasero de su auto, luego empieza a conducir.
Luego de unos minutos conduciendo para y apaga el motor del auto, baja del asiento del conductor para abrir la puerta del asiento trasero y bajarme de ahí, cuando observo donde estamos me doy cuenta de que me trajo a mi antigua casa, me lleva hasta la puerta y antes para que ambos podamos entrar.
—Es muy cómoda tu casa, me he estado quedando aquí, espero no te moleste— dice como si de verdad le importara eso, yo le hago mal gesto y señala una silla pidiendo que la lleve al frente de la puerta.
— Siéntate — dice de forma sería, yo le obedezco, ya que me sigue apuntando con su arma... Me siento en ella y comienza a atarme a la silla, luego de hacerlo me quita mi teléfono y marca un número de teléfono, lo coloca en mi oreja diciendo.
—Saluda a tu amorcito.
—Alex...— es lo único que puedo decir, él comienza a hacer una cantidad de preguntas que yo no podía responder, puesto que Henry me quita el teléfono para ser él quien hable con Alex, luego de una corta conversación dice una palabra que provoca un fuerte escalofrío en mi columna vertebral. Habla sobre violarme mientras pasa su mano suavemente por mi mejilla, yo quito mi rostro bruscamente y él cuelga el teléfono me coloca la mordaza para que no pueda gritar y camina a la cocina.
Me quedo ahí inmóvil esperando que suceda algo y unos minutos después alguien gira la perilla de la puerta, esta se abre y al fijarme que es Alex mi corazón se acelera, ya que Henry está escondido esperando atacar, Alex camina rápidamente hacia mí e intenta desatarme, él está tan distraído que no se da cuenta cuando Henry se pone de pie detrás de él... Yo me sacudo con fuerza abriendo mis ojos tratando de que entienda que Henry está a sus espaldas, él gira su rostro y mi hermano lo golpea tan fuerte que lo hace caer fuertemente al suelo dejándolo aturdido.
Lo empieza a golpear violentamente y yo no puedo hacer nada, solo mirar como mi hermano me quita al amor de mi vida, intento soltarme las manos usando mis uñas para quitar el nudo y poco a poco lo voy logrando hasta que me puedo liberar, de inmediato me quito los nudos de los pies y la mordaza... Me levanto de la silla y la uso para levantarla sobre mi cabeza y golpear a Henry con mucha fuerza, él cae al piso inconsciente, aprovecho para quitarle el arma de las manos y en ese momento reacciona y sujeta mi mano...
—¿Qué crees que haces?— yo quedo boquiabierta y cuando está a punto de golpearme para quitarme el arma, Alex interviene y le propina una patada en el rostro, suena un crujido que pienso es su cuello que se ha roto, pero al tocarlo tiene pulso, solo está noqueado.
Alex me ayuda a levantar y puedo notar como su rostro está lleno de sangre, lo abrazó con fuerza sollozando en su pecho mientras digo...
—Lo siento cariño, lo siento mucho, te amo— él acaricia mi cabeza respondiendo.
—No es tu culpa nena, ya todo estará bien— Me duele tanto todo lo que ha sucedido y más en el día de mi boda.
Cuando nos aseguramos de atar bien a Henry para que no pudiera hacer más daño y tampoco huir, luego de eso llámanos policía para que puedan llevárselo.
Todo esto terminó sucediendo porque no quería hacerle más daño a mi hermano, pero él terminó haciéndome más daño a mí, afortunadamente ya todo está bajo control, pero este evento lamentable lo recordaré toda mi vida, es tan triste que él haya llegado tan lejos por una obsesión enferma hacia mí.