-¿Un concurso de dibujo?- cuestionó Edward las misma palabras que pensé hace poco, como si pudiese leer mi mente.
-¡Si! ¡un concurso!- afirmó Emily soltándome para alizar el arrugado trozo de papel y posteriormente exhibirlo cómo de un póster se tratara- ¡Miren!
Ya libre, me puse de pie, no sin antes sacudir el polvo que recolecté por ser arrastrado contra mi voluntad, y fijé mi vista en aquel papel mal impreso de colores llamativos, leyendo en voz baja la información almacenada en él.
-Jhonny, no tengo "super visión"- abogó Ed detrás del mostrador- lee en voz alta, por favor.
-¡Claro!- comencé a leer en voz alta todo lo que decía aquel papel:
"¡¡¡Concurso de dibujo HOY!!! ¡¡¡Inscripciones a sólo 20.000sans por participante!!!"
"¿Lugar?: en la academia de artes plásticas Eliezer.
"¿Hora?: a las 3:00pm!!!"
"¿Materiales?: ¡¡¡Tú creatividad!!!"
"¿Premios?: Un artículo en la revista "Estrellas de hoy" en la sección de Cultura Pop y 1millón de sans"
"¡¡¡No tardes en venir!!!"
"¿Por qué lo leí como si fuese el maestro de ceremonias de un circo?"
Sinceramente, ese anuncio más que emocionarme me dio mala espina, el mensaje y la paleta de colores parecía redactada y coloreada por un niño de 10 años, sin mencionar que tiene una falta ortográfica. Éste anuncio parece una estafa como la de los casinos que te prometen que con una pequeña cantidad de dinero, podrás multiplicar tu inversión, sólo que en este caso, ni siquiera te dejan jugar para perderlo.
-¡Un millón de sans! ¡es un buen premio!- expresó Ed sintiéndose muy interesado en el concurso -¡Es una pena que sea de dibujo y no de fotografía, sino, arrasaría con sólo las fotos que tengo de muestra!- aseguró con un carcajada al final de su enunciado.
-Por eso vine fue por Jhonny, y no por ti- replicó Emily dirigiendo su visión hacia mí, volviendo a sujetar mi brazo derecho con mucha fuerza -¡Hoy es el día en que este paliducho de acá me besará los zapatos!
"El burro hablando de orejas..."
-¿Besar los zapatos?- cuestionó Ed con un aire de intriga ante tan rara afirmación
-Es una larga histo...- y con un tirón un tanto brusco por parte de Emily, mi oración fue recortada.
-¡Ya leíste el anuncio¡ ¡no hay tiempo que perder!- con ese recordatorio por parte de Emily, me sacó de la tienda tomando mi brazo y caminado frente a mí como una madre que obliga a su hijo a seguirle el paso y dejando desvanecerse los reclamos por parte de Ed por dejarlo solo.
(...)
-¡Pensabas que el día no llegaría! ¡pero te equivocaste! ¡besarás mis zapatos hoy mismo!- exclamó mientras caminaba, llevándome con ella a cada paso.
"El día no ha llegado, ése anuncio es falso"
-Emily.
-¡Pero tranquilo! ¡hoy los limpié! ¡así que no te mancharás los dientes de barro cuando ganes!- afirmó evadiendo el hecho de que estaba hablando con ella.
"Aunque el concurso fuera real, es muy probable que no pudiese ganarlo".
-Emily, por favor.
-¡Aunque dudo que te importe cuando ganes el millón de sans y aparezcas en la revista! ¡eso me recuerda! ¡avísame si te estoy apretando muy fuerte! ¡después de todo, no quiero dañar la mano de un millón de sans! ¡jajaja!- Aludiendo nuevamente mis comentarios, ella seguía hablando y avanzando cada vez más, seguro lo hace a propósito.
"¿La mano de un millón de sans? o ¿la mano de un cupón para café?
-¡Emily!- comenzaba a perder la paciencia.
-¡Y entonces admitirás que soy la mejor representante exclusiva del mundo mundial!- afirmó, haciendo nuevamente casi omiso a mis palabras.
"Representante exclusiva de un artista fracasado..."
-¡Ya para!- exclamé en voz alta deteniendo en seco el andar de Emily, atrayendo su mirada y la de algunos transeúntes curiosos -¡Ya para con eso de ser "representante exclusiva", ya no tenemos 10 años!- las palabras que me había guardado, las liberé sin reserva en su cara -¡Así que deja de pensar como una niña! ¡por favor!
El silencio invadió aquella calle llena de personas, la expresión de culpa de Emily me hacía sentir culpable, quizá exageré, ella sólo quería ayudar y yo le grité de forma descarada. El daño ya está hecho, pero mínimo le debo una disculpa.
-Emily... yo...
-¡¿Acaso piensas que no me tomo las cosas en serio?!- replicó Emily fúrica, dejándome absorto antes de que pudiese pedir perdón, en este cambio repentino de papeles, ahora era su momento de desquite -¡Encontré ese anuncio camino a mi trabajo y me regresé sólo para informártelo! ¡voy muy tarde y todo para que sólo me gritases! ¡qué malagradecido eres!- sus palabras llenas de vehemencia salían mientras que sus ojos avellana apresaban sus aparentes ganas de llorar; es uno de sus malos hábitos, cuando grita tiende a llorar, sólo que esta vez contiene su impulso por las personas que presenciaban lo que acontecía.
No sabía que ella se jugó el pellejo por algo tan tonto como un "concurso de dibujo" en el cual, ella ni siquiera saldría beneficiada más que con la satisfacción de poder decirme:"Te lo dije" mientras beso sus zapatos aclamando que ella es la mejor representante, aunque sabía que no mentía al respecto pues, su uniforme de "Emilio's Pizza" demostraba que decía la verdad.
-Yo no te pedí que hicieras eso- dije recuperándome de la reveladora información de hace unos segundos -Ahora tengo un trabajo real con ingresos constantes, no puedes pedirme que me arriesgue a perder eso por regresar a un mundo que en un principio me arrinconó a esto, y todo por la posibilidad casi nula de poder ganar el salario de dos meses en un día...- la expresión de rabia de Emily fue sustituida por una de doblegamiento al igual que la mía, ambos actuamos de forma impulsiva, por eso nuestro sentimiento es mutuo- Lo lamento, debo volver a mi trabajo, te aconsejo que hagas lo mismo; porque sinceramente, no me interesa volver a lo mismo ...- Sin nada más que agregar, me dí la vuelta para volver al trabajo ya que realmente no habíamos avanzado mucho.