En las profundidades del océano, en un ancestral consejo, las tortugas marinas discuten sobre los asuntos económicos de los humanos; hablan sobre el alza en el precio del petróleo y la inesperada baja en el costo de la cerveza. Todo esto lo comprenden por las mareas negras cada vez más frecuentes, además de cada familiar que pierde la vida atragantada por una lata de aluminio.
Analizan las fluctuaciones económicas; las tortugas comprenden la preocupación de los hombres por la familia y les interesa sobre el bienestar de los niños.
Enfrentan un dilema ético. Porque al final, desean el desplome de la economía humana, pierden la cortesía del orden natural del ser humano; hace años dejo de ser parte de él.
En el fondo del océano, lejos de la vista humana, las corrientes marinas transportan la sabiduría ancestral de las tortugas, esperando hasta dónde llegará la vida de la humanidad.