INOCENCIA
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CAPÍTULO ÚNICO
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“Tan hermoso”
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Bajo la encantadora luz de la Luna
Otra noche sin dormir
Bajo la luz de la Luna
Jugando al escondite
Sigilosamente me acerco a tu corazón
Me acerco más a ti antes de que lo sepas
No conoces la impureza
Tus ojos lucen como diamantes
Son más hermosos que cualquier otra joya
Me dejan muy fascinado
Ya no puedo dejar de mirarte, ya no
Incluso si las manecillas del reloj
Se detienen
Sigue brillando.
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Cuando vives en un departamento pequeño con otros seis chicos, es de esperarse que la vergüenza se haya marchado hace mucho tiempo, sobre todo cuando incluso sabes de quién es la ropa interior de los cestos o los calcetines tirados en la habitación. Sin embargo para Jungkook fue mucho más difícil adaptarse a la idea de que otra persona lo mirará, llegando al punto de bañarse en las madrugadas o lavar su ropa por separado para que nadie viera sus prendas. Jin sabía de sobra que se trataba de un chico demasiado tímido, y eso le hacía preguntarse si sería capaz de dar la cara frente a un público gigantesco y un montón de cámaras apuntandole.
Había intentado de todo para hacer que Jungkook perdiera un poco su miedo y la timidez, desde hacer bromas para sacarle alguna sonrisa, hasta ponerse a su nivel incluso llegando a jugar tazos o cualquier juego de mesa, todo para que Jungkook se sintiera más cómodo, pero debía admitir que la situación no mejoró ni un poco.
Ese día los ensayos concluyeron más temprano de lo esperado, por lo que Namjoon se había ofrecido en llevarse a Taehyung y Jimin a casa, mientras que Yoongi y Hoseok pasarían a comprar la cena, nuevamente Jin volvería a encargarse de llevar a Jungkook en el carro, no le molestaba hacerlo, pero a veces los viajes se tornaban muy largos y silenciosos. Soltó un suspiro y comenzó a guardar sus cosas en su mochila en el momento que Jungkook se dirigió a él.
-- Hyung…-- comenzó nervioso, casi siempre era así.
-- ¿Si? ¿Qué pasa?--
-- Yo… es que… yo…--
Jin miró extrañado cuando Jungkook comenzó a tirar de manera ansiosa de su chamarra, parecía que soltar las palabras le estaba costando un trabajo enorme.
-- ¿Jungkook?¿Estás bien?--
-- Yo… ¿Cómo haces todo eso? --
Jin frunció el ceño, sin entender a qué se refería el menor.
-- Me refiero a… ¿Cómo…? ¿No te da vergüenza que la gente te miré sin camisa?-- soltó por fin.
-- Ah… pues, no es de mi agrado, pero la coreografía lo pide y si es así.-- dijo con un encogimiento de hombros.
Jungkook se cubrió el rostro con las manos, pareciendo realmente frustrado.
-- No puedo hacerlo.-- soltó con la voz rota.-- será mejor que hable con la empresa y les diga que no seré capaz…--
-- ¡Espera! ¿Qué? No puedes hacerlo, Jeon, eres la voz principal del grupo. Sin ti no es lo mismo, no puedes dejarlo.--
-- Ni siquiera puedo mirarme desnudo yo mismo, no voy a poder con millones de personas con sus ojos evaluándome…--
Jin quedó atónito ante esas palabras, creyó que Jungkook era tímido, no que llegará al punto de no poder ver su propio cuerpo.
-- ¿Qué? Pero es absurdo lo que dices, primero, nadie va mirarte desnudo, y segundo y más importante; conocer tu cuerpo es algo normal, no puedes evitarlo, cuando te duchas, cuando vas al baño o cuando… cuando te tocas, eso es algo natural.--
-- Yo me ducho con la ropa interior puesta, no me miró más de lo debido y yo… ¡Dios! Esto es tan vergonzoso.--
-- ¿Estás hablando en serio? -- preguntó francamente sorprendido y preocupado, eso no era lógico, Jungkook era un chico jóven, no podía tener miedo de descubrir su propio cuerpo.
Verlo tan vulnerable, tan nervioso, despertó en él un sentimiento de protección y una necesidad distinta a cualquier otra cosa. Respiró profundamente antes de ir hacía la puerta, Jungkook temblaba al pensar que era tan malditamente raro, que ni siquiera Jin quería tenerlo cerca. Pero el pelinegro no se fue, sino que cerró la puerta y colocó el seguro.
Se acercó entonces a él como un depredador que va tras su presa, girando a sus alrededor, contemplando su cuerpo como si estuviera evaluando su siguiente acción. Entonces se coloco tras de él y coloco sus manos sobre su cintura.
El silencio se volvió pesado, la tensión era tan fuerte en el ambiente, que el resto de sus sentidos se agudizaron como si su único fin fuera hacer de él, únicamente un esclavo de sus sensaciones.
Lo tenía tan cerca que era capaz de percibir su aroma, su calor, el latido fuerte y vigoroso de su corazón. Se encontró siendo obligado a cerrar los ojos para poder mantenerse en control, lo cual no fue de mucha ayuda cuando aquellas manos comenzaron a recorrer su cuerpo, tocando por encima de la ropa. Un suspiro tembloroso abandonó sus labios mientras que su piel se sintió arder, la ropa comenzó a volverse un maldito estorbo, y aún con todo no tuvo el valor de moverse. Todo él gritaba "vulnerabilidad" por cada poro de su cuerpo, sintiéndose de pronto demasiado pequeño.
-- Respira.-- pidió Jin en voz baja y ronca al oído de Jungkook, provocando un escalofrío recorre su piel. Nunca antes lo había escuchado utilizar aquel tono con nadie, provocando que sus acciones parecieran mucho más atrevidas, mucho más íntimas. Sintió como las manos de su hyung comenzaron un muy suave masaje sobre sus hombros, buscando relajarlo pero provocando una sonrisa en el más joven al ser tratando con tal nivel de delicadeza.
-- Estoy bien…-- pronunció con una voz que tampoco se parecía demasiado a la suya propia, pero fue suficiente para arrancar cualquier atisbo de duda.
Jin sintiéndose más seguro, deslizó la chamarra de Jungkook fuera de su cuerpo para luego inclinar su cabeza y depositar una línea suave de besos en la nuca del menor, mientras que sus manos, mucho más descaradas, vagaron dentro de la camisa, acariciando con la yema de los dedos los marcados músculos del abdomen hasta posarse sobre el elástico del pantalón.