CAPÍTULO 1
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“Está bien amar”
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Incluso si sabias que esto pasaría
Ya no podíamos detenernos
De ningún modo
Ningún modo
De ningún modo cayendo
Mientras el tiempo pasa
Solo nos destruimos más
De ningún modo
De ningún modo
Se derrumba de nuevo
Una casa hecha de cartas
Y nosotros dentro de ella
Incluso si ves el final
Incluso si dices que colapsará
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El corazón le cayó a los pies al momento en que abrió la puerta y se encontró a su pequeño hermano con una apariencia terrible; descalzo, con un short sencillo y una playera blanca, el castaño cabello revuelto, ojos enrojecidos y una palidez poco común, parecía casi enfermó. Jin apenas lo vió se lanzó a sus brazos y comenzó a llorar como cuando era un niño, lo que lo dejó aún más preocupado.
Con delicadeza, llevó a Jin dentro de la casa, cerrando la puerta tras de sí, logró traerlo hasta el sofá de la sala y una vez ahí, ambos se sentaron, pero Jin no lo soltó, se mantuvo abrazado a él como su única tabla de salvación.
Dedicó caricias suaves en su cabeza hasta que después de lo que parecían horas, Jin por fin se calmó, aunque su apariencia seguía pareciendo muy frágil.
– ¿Qué ocurrió, Jin?-- preguntó con vacilación.
– Necesito un trago. – respondió con la voz ronca antes de separarse y acomodarse en el sofá.
– Creí que lo dejarías.--
– Si, yo también lo creí.--
– No creo que debas… la psicóloga dijo que no podías combinar tus medicamento con alcohol.--
– Solo será hoy…–
– Seok-Jin -- comenzó, pero Jin no lo dejó terminar.
– Por favor… yo… lo saben… todos lo saben Seokjung… – soltó con la voz rota.-- Saben que soy… que yo… lo siento.--
Seokjung miró a su hermano con tristeza, sabía que algún día esto pasaría, nada puede permanecer oculto para siempre, pero no esperaba que aquello sucediera en un momento en el que su carrera estuviera en el pico más alto de su éxito.
– No tienes nada por lo que disculparte.--
– Mamá se pondrá furiosa…– sollozó casi entrando en un ataque de pánico.-- No quiero volver al centro de conversión… no la dejes llevarme…–
– Shhh… tranquilo, eso no va a suceder otra vez, tranquilo.-- consoló, colocando ambas manos en su rostro para que lo mirara.-- No es malo ser gay… la psicóloga te lo ha dicho ¿No es así? – el castaño asintió muy ligeramente con la cabeza.-- Yo no voy a permitir que vuelvas a ese lugar, te lo juré ¿Recuerdas? Así que tranquilo. No estás solo.-- dijo apartando sus manos y revolviendo el cabello castaño.
– Tengo miedo…– admitió.
Lo entendía, no sabía exactamente lo que Jin había vivido en ese centro, pero había sido lo suficientemente malo para nunca volver intentar nada con nadie, prácticamente estaba en una abstinencia total y tenía que acudir a un psicólogo tres veces a la semana desde hace ya casi diez años, y su hermano ya estaba cerca de los veintisiete. Era tan difícil verlo así y no poder hacer prácticamente nada.
– Pero dime Jin ¿Cómo es que se dieron cuenta? Has sido muy cuidadoso. ¿Por qué ahora?--
Jin se removió incómodo en su lugar, le revolvía el estómago lo que había sucedido.
– Me gusta alguien…–
– ¿Puedo saber quién es? –
El menor pareció dudar, pero entonces con un suspiro tembloroso asintió.
– Jungkook…–
– Es el menor de tu grupo ¿Verdad? –
– Sí… él… es que… toda la semana parecía estar enojado conmigo, yo no sabía porqué y no me atrevía a preguntar…– nuevamente las lágrimas se deslizaron por sus mejillas, y Jin hizo un gesto brusco con la mano para limpiarlas.-- Entonces lo confronté y él… dijo que era gay y que estaba enamorado de mí…–
Seokjung pareció sorprendido e iba a preguntar cuál era el problema, pero decidió guardar silencio y permitir que su hermano continuará a su ritmo.
– Se veía tan sincero… o quizá fueron solo mis estúpidas ilusiones que me cegaron… tenía que ser real, tenía que creerle… deseaba creerle…– entonces Jin se cubrió el resto con las manos, avergonzado de toda esa situación.-- Lo besé… y le dije que yo… que me gustaba y él… era una broma… Había cámaras grabando todo. ¿Cómo pudo pasar por mi cabeza que realmente yo le gustaba? ¿Cómo pude ser tan arrogante y estúpido para quedar exhibido así?--
Cada palabra dolió. Jin era su hermano pequeño, se supone que tendría que estar ahí para protegerlo pero le había fallado, una vez más lo había hecho. El enojo y la frustración crecieron en su pecho contra todos los que lo habían lastimado.
– Tú no eres ningún estúpido, solo eras un chico enamorado.--
– Enamorado de otro hombre… soy… un maricon a fin de cuentas.-- dijo con una sonrisa triste.
– Deja de decir eso.-- soltó molesto aunque no precisamente con Jin. Habían trabajado tanto en el tema de aceptación como para que todo esto se viniera abajo por un idiota y sus bromas.
– Pero lo soy… y no hay psicólogo o religiosos que también eso. Estoy dañado.--
– Eres gay, no un maricon, no un afeminado, no un enfermó. Mi hermano es un hombre tan valiente y tan bueno, que es capaz de amar a otro hombre pese a las creencias estúpidas de la gente. Alguien que ama sin importar el género. Eso no es algo de lo que avergonzarse. Yo estoy orgulloso ¿Te quedó claro? –
– Es difícil…– murmuró con la voz totalmente rota.
– Jin, tú nunca elegiste el camino fácil, ni para tu carrera, ni para tus sueños ¿Por qué sería diferente en el amor? –
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– No responde las llamadas y no sabemos dónde puede estar, tú tienes el número de su hermano… si tan solo…–
– No Jeon.-- soltó Namjoon en un tono molesto.
Ese día había estado encerrado en el estudio para corregir algunas letras de canciones en las que había estado trabajando cuando de pronto su teléfono comenzó a sonar enloquecido. Los miembros del grupo, el manager, el Staff, incluso Bang, habían intentado comunicarse con él respecto al incidente con Jin esa tarde. Le sorprendió lo ocurrido, no imaginó que Jin hubiera albergado sentimientos del tipo románticos por Jungkook, y las cosas se complicaron más cuando vió el vídeo. Fue tan triste ver la esperanza y la ilusión en los ojos de Jin. Tan brillantes, tan llenos de cariño que el ver el miedo y el dolor apagar su felicidad en cuestión de segundos, le provocó náuseas.