Estaba llegando a su punto límite.
Su paciencia en lo general era alta, pero ya no podía más con su hermano y su mejor amigo, los cuales se habían vuelto un dolor de muelas.
Jin estaba acostumbrado a recibir atención, e incluso acoso, ya que al ser un chico "guapo", era blanco de enamoramientos y fantasías inapropiadas, eso no era nada nuevo, y por lo general no de molestaba, después de todo, nunca antes le había afectado tanto como ahora.
Taehyung se había hecho amigo de Jeon Jungkook apenas entró a la preparatoria y desde entonces el acoso no había parado.
Todo comenzó con ridículas cartas, algunos guiños e incluso regalos, pero esto había escalado a cosas que Jin nunca hubiera imaginado y es que Jeon tenía una obsesión casi enfermiza.
Primero comenzaron a faltar prendas de ropa, después sus lociones, sus puntillas de guitarra, algunos anillos, pulseras y aretes, para después pasar a cosas mucho más fuertes, por ejemplo, una ocasión Taehyung le cortó un mechón de cabello.
Estaba cansado, completamente harto de que su hermano quisiera emparejarlo con su amigo, pero hoy fue la gota que derramó el vaso, pues mientras se duchaba, alguien abrió la puerta y un momento después, alcanzó a escuchar el sonido del flash.
Eso ya no podía permitirlo, debía poner un alto, así que salió de la ducha, se secó rápidamente el cabello y el cuerpo, para después colocarse unos bóxer y salir tras el imbécil de su hermano.
Apenas llegó a la habitación, escuchó una discusión entre ambos chicos.
– Eso es el doble de lo que acordamos.-- soltó Jungkook casi molesto.
– Fue el doble de riesgoso, así que 100 mil wones.--
– Pero somos amigos, ¿Podrías considerarlo? Por favor…–
– Te lo estoy dando a precio de amigo, a Jimin le cobre muchísimo más que a ti.--
Y por fin pasó, por fin se había cabreado lo suficiente para darle una lección a esos idiotas. Cuando abrió la puerta vió como Tae entregaba una de las camisas favoritas de Jin, mientras que el pelinegro extendía un fajó de billetes.
– ¿Qué diablos se supone que haces Taehyung?--
La reacción de Jungkook fue instantánea, escondió sus manos tras su espalda y el rostro se ruborizo a un profundo color escarlata.
– Yo…– comenzó Tae un tanto alterado al ver cómo Jin cerraba la puerta y colocaba seguro. Pero sus ojos no estaban en él, sino en el pequeño pelinegro.
– Con que te gusta tomar lo que no te pertenece, estás enfermo Jeon.--
Jungkook bajo la mirada, estaba casi temblando en su sitio, parecía querer llorar por haber sido descubierto en el acto.
Jin se acercó y tomó el cabello del menor en un puño, dando un fuerte tirón para obligarlo a levantar la cabeza y enfrentar su mirada, y arrancándole un pequeño grito en el proceso.
– Jin, espera, no lo golpees…– comenzó Taehyung, quién se había acercado para tomar el brazo de Jin e intentar alejarlo, sin embargo recibió un fuerte empujón que lo tiró al piso.
– ¿Quieres algo a lo que tomarle fotografía? ¿Quieres algo que grabar?-- le preguntó con voz molesta.
Tae negó, pero Jin tiró a Jungkook sobre la cama, le dió la vuelta de modo que el chico quedará contra el colchón, y le bajó el pantalón de un tirón para dejar al descubierto su trasero. Este era carnoso, de apariencia suave y lechosa, pero no pudo contemplarlo con detenimiento, porque el menor puso resistencia, lo que enojó a Seok-Jin, así que dejo caer su mano con la palma abierta sobre los pálidos glúteos, dejando una marca roja y punzante.
– Quiero que mires como desvirgó a tu amigo, así que graba. ¡Ahora Taehyung!--
Jungkook no volvió hacer amago de moverse, estaba asustado, pero su excitación era tanta que realmente pensó que debería haber algo mal en su cabeza para disfrutar de algo tan bajo como eso.
– Hyung… por favor…– pidió Tae de manera temblorosa.
Pero ante la falta de obediencia, Jin llevó sus manos al cuello de Jeon, y comenzó a ejercer presión. Rápidamente las manos de Jungkook intentaron alejar los dedos que se cerraban alrededor de su cuello, consiguiendo únicamente dejar rasguños, sin embargo eso no consiguió que Jin aflojará el agarre, Jin mantenía la mirada sería en su hermano mientras apretaba, cortando por un momento la respiración de Jungkook.
Tae vió con miedo como su amigo se movía agitadamente sobre la cama, por lo que rápidamente tomó su teléfono y comenzó a grabar la escena.
– De acuerdo, ya está… ¡Ya está!-- casi gritó – ¡Suéltalo! Por favor…–
Jin no era ningún tonto, sabía cuánta presión ejercer y como sujetar para no lastimar, claro que los moretones eran inevitables, pero no de manera que Jungkook terminará realmente herido. Así que sólo aflojó su agarré, sin embargo Jungkook respiraba de manera entrecortada, sentía su polla doler de una forma que solo se podría considerar obscena.
– Bien pequeña putita, quiero que separes tus glúteos con las manos y me dejes ver tu apretada entrada.--
Jungkook sintió vergüenza de estar siendo observado por Taehyung, esto no era algo que quisiera que él viera, mucho menos quería que fuera grabado, pero se obligó a continuar, empujando la timidez y haciendo justo lo que Jin le había pedido.
– Mira nada más que dulzura, tan rosita, tan estrecho.-- dijo pasando dos dedos en caricias de arriba abajo entre las nalgas, sacando un agudo jadeó de los labios del menor. – Mírate, te gusta, eres tan zorra que ser obligado te pone tan mal.--
Presionó entonces su dedo medio en la rugosa entrada, pero no lo suficiente como para penetrarlo, solo para tentarlo. Se dijo a él mismo que quizá debería detenerse, que esto no es algo que debería estar haciendo. Dando una mirada a su hermano, se percató de que en esos ojos no estaba el miedo que él deseaba provocar, más bien había algo más parecido al odio. Aquello fue un golpe de excitación, así que se permitió una sonrisa descarada antes de bajarse el boxer y deslizar su dura verga entre los tibios glúteos de Jeon, no iba a joderlo todavía, solo quería que sintiera su tamaño y su peso.