“Del cielo al infierno”
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No pude vencer a la tristeza
Vida penosa, día penoso
Así que no me dejes
Para así no vivir solo en tus recuerdos
Tú haces mi vida más hermosa...
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El día no mejoro en absoluto para Jungkook, las horas parecieron lentas y a medida que iba oscureciendo, el tiempo se hacía cada vez más tortuoso. No podía evitar mostrarse ansioso, y fue mucho más evidente cuando perdió seis partidas de « Call of duty » contra Hoseok, y eso que él ni siquiera sabía jugar.
Finalmente y cansado de las preguntas de sus amigos, decidió que tenía suficiente. Apenas tuvo la oportunidad, se escabulló por el pasillo hacía su habitación, pero justo en el momento que su mano tocó el pomo de la puerta, un sonido llamó su atención. “The truth untold” sonaba a través de la guitarra, llenando el silencio. Jungkook siguió la melodía, caminando hacía las escaleras, subiendo al segundo piso y abriendo la puerta de la habitación.
De cabellos plateados que simulaban los rayos de luna, vestido de un azul oscuro, muy parecido al cielo nocturno, se encontraba Yoongi. Sujetaba la guitarra entre sus manos y mantenía los ojos cerrados mientras dejaba simplemente a sus dedos moverse libres y ágiles sobre las cuerdas, creando lo que mejor sabía hacer, música. Aunque bien podría llamarse magia.
Jungkook sonrió y recargo su cabeza contra el marco de la puerta, permitiéndose únicamente disfrutar del armonioso sonido, hasta que esté llegó a su fin. Aplaudió entonces con gran entusiasmo, llamando la atención de su hyung.
-- Gracias, gracias mi estimado público.-- dijo Yoongi con una sonrisa de suficiencia mientras dejaba la guitarra a un costado de la cama. -- Pero dime Jungkook ¿Hace cuánto me espías?--
-- Si no querías que te espiaran, hubieras cerrado mejor la puerta.-- se defendió, acercándose a la cama y dejándose caer a su lado.
-- Touché --
Jungkook le devolvió una sonrisa antes de acurrucar su cabeza sobre el regazo de su hyung
-- Has avanzado mucho con la guitarra.-- dijo mientras cerraba los ojos por un momento -- Me gustaría intentarlo a mi también.--
-- Esto necesita realmente de paciencia, niño. -- respondió soltando una pequeña risa, mientras que su mano acariciaba suavemente los cabellos de kookie. -- Tú, amigo mío, te aburres muy fácilmente con cualquier cosa, ya vez lo de las clases de piano.--
-- Oye, avance muchísimo con eso.-- se defendió en tono ofendido.
-- Y no olvidemos el entrenamiento de karate con Jimin.--
-- Es que soy mejor en el boxeo.-- repuso, pero había terminado por empujar su mejilla con la lengua, un gesto que hacía cuando no estaba de acuerdo con algo o cuando estaba molesto.
-- Tus clases de actuación duraron solo suficiente para un vídeo y las de cocina no fueron muy útiles que yo recuerde.-- siguió Yoongi, hasta que Jungkook le tapo la boca con la mano.
-- Suficiente, no me ayudes.--
Ambos se rieron, porque no era la primera vez que algún miembro del grupo le echaba en cara al maknae lo poco comprometido que era con cada uno de sus pasatiempos que él juraba serían eternos. Sin embargo una vez las risas pararon, la expresión de Jungkook pareció un poco apagada.
-- ¿Qué pasa kook?-- preguntó un tanto curioso. Conocía lo suficiente a su amigo para saber cuándo estaba feliz o cuando su mirada carecía de brillo, algo le preocupaba, eso era obvio.
-- Ya es tarde...-- dijo en voz baja, mirando hacía la ventana de la habitación que mostraba un cielo cubierto de estrellas.-- Jin hyung salió muy temprano y aún no a regresado a casa.--
-- Oh... Tranquilo, no creo que llegue a dormir hoy y si viene será bastante tarde. No debes preocuparte por ello.-- pero aquellas palabras no provocaron el efecto que él esperaba ya que Jungkook se había incorporado sobre la cama, quedando sentado, su pecho subía y bajaba con agitación y se había puesto pálido. -- ¿Te encuentras...?-- comenzó, pero fue repentinamente interrumpido.
-- Jin hyung... ¿Sabes si él...? ¿Está con alguien?-- preguntó, mirando a Yoongi con la angustia reflejada en sus ojos.
-- Jungkook, sé que no te gusta cuando alguien más se entromete en el grupo y desordena tus días a lo que ya estabas acostumbrado. -- dijo mientras colocaba una mano sobre la del pelinegro.-- Pero Jin tiene una vida fuera de nosotros, a demás, sé que vas a adorarla, porque ella es...--
-- ¿Ella...?-- interrumpió un hilo de voz.
-- Mirá, no me corresponde a mí contar todo esto, pero las cosas se están poniendo serías y tarde que temprano todos van a saberlo. Jin ya hablara con ustedes. Kook, por favor, intenta ser flexible con esto, él es muy feliz y agradecería mucho que lo apoyaramos, sobre todo tú.--
-- ¿Ella lo hace feliz?-- susurro muy bajito, sintió tal opresión en el pecho que pensó por un momento que su corazón realmente iba a romperse. Si había alguien, Jin tenía a alguien, su Jin...-- Lamento haberte molestado, te dejaré dormir...-- dijo poniéndose rápidamente en pie y acercándose a la puerta.
-- No me has molestado.-- dijo mientras se ponía en pie, no le gustaba como se miraba su amigo, algo estaba mal, muy mal. -- Jungkook...--
-- Tengo sueño, hyung... Quiero irme a dormir, necesito irme a dormir.-- abrió la puerta y salió de prisa, bajando las escaleras y corriendo por el pasillo hacía su habitación.
-- ¡Kookie! -- dijo Namjoon con una sonrisa al verlo bajar.-- Jimin a pedido pizza, ¿Quieres ver alguna película que...?-- se quedó con la palabra en la boca, porque Jungkook no se detuvo, sino que le pasó de largo y cerró de un portazo a penas entró a la habitación.
Se escuchó como colocaba el seguro y después un golpe sordo. Namjoon estaba francamente perplejo y cuando estaba por volver a la sala junto a los demás, escuchó un sollozo ahogado que lo dejo helado en su lugar. ¿Jungkook estaba llorando?
No, no era posible, él no lloraba, él no era así.