Es fácil identificar el origen de un dios mitológico cómo Zeus, con solo escuchar su nombre uno puede imaginarlo, robusto, musculoso, barba y cabello largos y canos, parado en una nube con un rayo en la mano. Los antiguos romanos creían que Zeus era capaz de crear tormentas por sí mismo y de lanzar rayos con su mano para así atemorizar a todos los vivientes. Zeus es lo que se conoce como un dios de la tormenta o un dios climático. Surge como una explicación para el rayo y las tormentas, claro que hoy sabemos lo que es una tormenta, sabemos que es la electricidad y como se forma un rayo ergo, ya no necesitamos a Zeus para explicar estos fenómenos.
Otras culturas también recurrieron a los dioses climáticos para explicar estos fenómenos como por ejemplo Teshub, (Mitología hurrita); Marduk, (Mitología asirio-babilónica); Baal Hadad, (Mitología cananea y fenicia); Set, (Mitología egipcia); y muchos más.
Pero las tormentas no son las únicas inspiradoras de dioses, como veremos a continuación:
El ser humano siempre buscó una explicación divina a lo desconocido y los planetas no fueron la excepción (Júpiter, Marte, Venus, etc.; en este caso dioses de la mitología romana) imagino que al observar el cielo nocturno y ver que casi todas las estrellas seguían una misma ruta pero unas pocas no, necesitaron explicarlo de alguna manera.
Todos los dioses de las religiones institucionalizadas, vigentes o mitológicas tienen su origen en los astros o en alguno de estos fenómenos, pero cuándo me avoqué a la tarea de conocer el origen del dios de Abraham me encontré con muy diversas hipótesis, algunos historiadores afirman que se trata de un dios climático, otros que se trata de un dios solar, mientras que unos pocos se atreven a catalogarlo como un dragón, (“… y su lengua como fuego que consume.” Isaías 30:27). Pero la mayoría de los historiadores solo lo define como el dios nacional de Israel (o Judá según el caso), sin dar más precisiones. Esto sucede porque a lo largo de sus más de tres mil años de historia, el dios de Abraham ha sufrido grandes cambios y solo ha tomado su forma más o menos definitiva muy cerca del nacimiento del cristianismo.
Quiero aclarar que no soy historiador pero llevo años buscando esta historia, (la historia de las religiones abrahámicas desde su origen), y no he podido encontrarla por lo que intentaré volcar las pistas que he hallado por aquí y por allá en éstas breves líneas del modo más ameno del que sea capaz y citando la mayor cantidad de fuentes posibles a fin de que sepan de donde surge la información. Aclararé cuándo mencione hechos históricos e iré avisando cuando intercale hipótesis, suposiciones o fuentes dudosas que nos ayuden en la tarea de reconstruir esta fascinante historia.