La segunda gran revolución humana, según Noah Harari, es la revolución agrícola. En determinado momento los humanos se percataron de que en vez de cazar podían domesticar y criar animales mientras que otros descubrieron que en vez de solo recolectar podían sembrar y cultivar su alimento. La revolución agrícola cierra el ciclo de una sociedad de cazadores y recolectores nómadas y abre camino a otra sociedad dominada principalmente por agricultores sedentarios.
Este proceso inició entre el 9500 y el 8500 a. C., es en este período en que los humanos dedican la mayor parte de su tiempo a “manipular" la vida de unas pocas especies de plantas y animales: trigo, cabras, guisantes, lentejas y olivos entre otros. La revolución agrícola aumentó la disponibilidad de alimentos y en consecuencia aumentó la población. También, el hombre, debió desarrollar nuevas tecnologías de transporte y la creación de grandes aldeas, pueblos y ciudades todas unidas por redes comerciales que permitieron ordenar la producción y la distribución. Para lograr desarrollar todo esto, la cooperación y las normas sociales que la sustentaban “… no se basaban en instintos fijados ni en relaciones personales, si no en la creencia en mitos compartidos” afirma Noah Harari en su libro “De animales a dioses”.
Este proceso dividió a la humanidad en dos grupos, los agricultores se sedentarizaron formando comunidades más y más grandes mientras que los ganaderos permanecieron nómadas mucho más tiempo ya que debían trasladarse en busca de mejores pasturas por lo que se mantuvieron en grupos mucho más reducidos.
Esta división no solo separó a los hombres, los puso en guerra, los agricultores no querían que el ganado se alimentara de sus siembras y expulsaban a los ganaderos de sus tierras que eran cada vez más extensas. Enemistad manifiesta en la Biblia donde el agricultor “malo" asesina al ganadero “bueno" por celos de Dios, (Caín y Abel, Génesis 4:1-16). El bueno y el malo se definen en este relato porque los autores de esta historia son descendientes de los ganaderos.
Pasada la revolución agrícola, las sociedades crecen y se tornan más complejas por lo que también los constructos imaginados que sostienen el orden social se tornan más refinados. Y el gran Canaán no fue ajeno a este fenómeno. Poco antes del siglo XXX a. C. una nueva civilización aparece dando lugar al establecimiento de los primeros semitas en esta región. Estos “invasores" en su gran mayoría se sedentarizaron, aprendieron la agricultura y desarrollaron una civilización urbana desplazando a los grupos nómadas ganaderos más y más al sur según nos informa Mircea Eliade en su libro “Historia de las creencias religiosas I". De esta manera los agricultores formarán el imperio que llevará el nombre de Israel y los ganaderos nómadas acabarán por asentarse tiempo después en lo que se conoció como el imperio de Judá más al sur.
Los agricultores que luego formarían el imperio de Israel eran politeístas, su panteón de dioses tenía un dios principal llamado “El", un dios solar, y varios dioses menores llamados “El Shaday", “El Elyon", “El Olam", entre muchos otros. Conocemos tanto de la religión del proto imperio de Israel gracias al hallazgo de las ruinas de Ugarit. “…actual Ras Shamra, fue una antigua ciudad puerto ubicada en el Mediterráneo, en la costa Norte de Siria, pocos kilómetros al norte de la moderna ciudad de Latakia. Ugarit tuvo su apogeo entre el 1450 y el 1200 a. C., posteriormente su ubicación fue olvidada, para ser redescubierta en 1928 por una mujer campesina de la tribu Alahuita quien, mientras araba un campo, accidentalmente abrió una tumba. Las excavaciones dejaron al descubierto una importante ciudad que fue cuna de una cultura urbana junto a Ur y Eridu, con una prehistoria que se remontaba al 6000 a. C.” nos cuenta Guillermo Calderón Núñez en su trabajo “Los textos de Ugarit en la Biblia. Una introducción a la tradición mitológica del medio oriente antiguo”.
Se puede intuir cómo funcionaba este panteón, cuando uno tenía un problema le pedía al dios relacionado con ello, (el dios de la cosecha, el dios de la fertilidad, el dios de la guerra, etc.), si el problema era muy importante, imagino, le pediría al dios principal o sea a “El", y cuándo la cosa se ponía realmente fea, (inundaciones, sequías, hambrunas, epidemias, invasiones, etc.), entonces se le pedía ayuda a “Elohím", (significa “dioses"), era algo así como decir -Muchachos, a ver si se ponen de acuerdo y me resuelven este tema.
Más adelante veremos como los nombres de estos dioses se convirtieron en nombres del único dios de la Biblia.