Aquí entramos de lleno en el terreno de lo hipotético, los hechos que describiré en este capítulo no están comprobados, pero son a mi parecer la mejor explicación a los sucesos que si sabemos que ocurrieron. Muchos historiadores afirman con relativa confianza que Moisés es un personaje de ficción, pero para muchos otros la existencia del Moisés histórico es indispensable para explicar la historia tal como creemos que sucedió.
La forma más simple de explicarlo es apelando a la hipótesis del Moisés egipcio desarrollada magistralmente por Sigmund Freud en su libro “Moisés y la religión monoteísta en tres ensayos”. Según Freud, Moisés fue un príncipe egipcio eclipsado por las enseñanzas de Akhenaton que, al ver proscrita su fe en Egipto decidió predicarla en otras tierras.
La fecha del nacimiento de Moisés no está muy clara pero, en general, se calcula como ocurrida un par de generaciones después de la reforma atoniana. Se cree que el relato bíblico de la vida de Moisés es ficticio. Su historia tiene un formato conocido como “El mito del nacimiento del héroe nacional”, título que da nombre al libro escrito por el autor alemán Otto Rank en el año 1909 sobre el tema.
En este mito, según Rank, el héroe nacional debe cumplir algunos requisitos:
Es muy probable que Moisés, al elegir adoptar como propios a los semitas, adoptara esta historia para dar credibilidad a su prédica. También es comprensible que, creyendo en un único dios, él aceptara que diferentes culturas llamaran a ese dios de diferentes maneras como Atón, El, Yahvé, etc.
La hipótesis del Moisés egipcio explica 2 cosas a saber:
Las doce tribus de Israel son, en realidad, epónimos, esto significa que los nombres de las tribus corresponden a etnias y no al nombre de su fundador, (Esto queda muy claro al leer el libro “Guía de la Biblia, antiguo testamento” de Isaac Asimov), todas menos una, los Levitas.
La biblia nos cuenta que los Levitas fueron consagrados por Dios, por medio de Moisés, para el servicio del Tabernáculo y luego del templo de Jerusalén. Freud afirma: “Ninguna tradición se aventuró a indicar de donde procedía esta tribu o que comarca del país conquistado de Canaán le fue adjudicada. Sus miembros ocupaban los más importantes cargos sacerdotales, pero se les distinguía de los sacerdotes: un Levita no es por fuerza un sacerdote; no se trata, pues, del nombre de una casta. Nuestra premisa sobre la persona de Moisés nos aproxima una explicación. No es de creer que un gran señor como el egipcio Moisés, se uniese sin compañía a un pueblo que le era extraño, sin duda llevo consigo un séquito: sus prosélitos más próximos, sus escribas, su servidumbre. Esos fueron originalmente los Levitas. “
Es cierto que la narración bíblica hace remontar la circuncisión a la época de los patriarcas, como signo del pacto entre Dios y Abraham. Pero al preguntarnos de donde llegó a los judíos la costumbre de la circuncisión, tenemos que seguir contestándonos: de Egipto.
Herodoto, el “padre de la historia”, nos informa que la costumbre de la circuncisión existía en Egipto desde mucho tiempo atrás y sus palabras han sido confirmadas por los exámenes de momias y aún por las figuras murales de las sepulturas. La historia conocida hasta el momento nos dice que ningún otro pueblo Mediterráneo oriental tenía esta costumbre; se acepta con certeza que los semitas, babilonios y sumerios no eran circuncisos. De los pobladores de Canaán lo dice el mismo texto bíblico.