La conquista de América fue trágica y sangrienta. Las creencias religiosas precolombinas fueron, en todos los casos, proscritas y solo algunas divinidades locales fueron absorbidas por el cristianismo como, por ejemplo, La Virgen de Guadalupe que reemplazó a la diosa azteca Tonatzin. Una vez conquistado el territorio americano, éste quedó repartido entre católicos y protestantes.
A principios del siglo XIX, en Estados Unidos de América, un personaje llamado Joseph Smith afirmó haber sido visitado por un ángel el cual le dió instrucciones de dónde encontrar unas tablillas de oro talladas donde se narraba la historia del origen de los nativos americanos y de como Jesús llegó a América; si, a América. La traducción de estas tablillas dió como resultado “El libro de Mormón”. Con el tiempo, Joseph Smith supo sumar seguidores y “El libro de Mormón” se convirtió en el libro sagrado de la “Iglesia de los Santos de los últimos días” que, como los judíos apocalípticos y los cristianos, esperan el final de los tiempos, la llegada (o regreso según el caso) del Mesías y la instauración del reino de Dios. Un libro muy interesante relata la historia del surgimiento del mormonismo redactada por la propia Iglesia: “La verdad restaurada” escrito por Richard J. Maynes resulta una muy interesante lectura para comprender este fenómeno.