“Vuestro mundo, Urantia, es uno de los muchos planetas habitados similares que componen el universo local de Nevadon. Este universo, junto con otras creaciones semejantes, forman el superuniverso de Ovorton, cuya capital es Uversa, de donde procede nuestra comisión. Ovorton es uno de los siete superuniversos evolutivos del tiempo y del espacio que rodean al universo central de Havona, la creación sin principio ni fin de la perfección divina. En el núcleo de este universo central y eterno se encuentra la isla estacionaria del paraíso, centro geográfico de la infinidad y morada del dios eterno”
Durante los años veinte en Estados Unidos de América un hombre escribió un libro: “El libro de Urantia”. El autor de dicho libro, dotado de una genialidad sorprendente a mi parecer, es desconocido y el mismo texto afirma ser enviado por seres celestiales. El texto se divide en dos partes, la primera hace una minuciosa descripción del universo y la segunda relata la historia de la tierra desde su creación hasta la llegada de su creador, Miguel de Nevadon, a quien conocimos como Jesús y su historia.
Tiempo después un hombre llamado William S. Sadler redescubrió el libro y creó una fundación para preservarlo y con el pasar de los años se convirtió en una iglesia, en una próspera iglesia cristiana.
Es difícil no notar los tintes gnósticos del texto pero lo más interesante es su cosmogonía. Por tal motivo no quería dejar de recomendar su lectura, una nueva y diferente versión del cristianismo que resulta muy interesante.