—¿El día de hoy? —preguntó B, sorprendida.
—Sí, justo hoy, no pasó ayer ni pasara mañana. Como venía diciendo... —Dijo la A.
—¿El día de hoy? —Volvió a preguntar la C.
—¡Sí! El día de hoy —la pobre A estaba perdiendo la paciencia.
—¿Aunque sea de noche? —siguió la B, burlona.
La A quería matar a alguien —Si, aunque sea de noche. El día de hoy me encuentro en un problema.
—Debe ser muy grande su problema si no sabe distinguir el día de la noche— C le susurra inquieta a D
—Como les decía, tengo un problema —Continúa A.
—¿Qué problema? —murmuran B, C, y D entre divertidas e impacientes.
—Es que alguien me ha dejado una nota diciendo que quiere conocerme, pero tengo miedo de meterme en el crucigrama y que mi admirador me confunda con otra.
—Ahhh —exclama la letra C, divertidísima. Aquello es muy común en ese tipo de sitios de citas.
—No te preocupes A, si te envió la carta seguro te reconoce, además no hay tantas As como Es.
—¡D! ¡¿Ves que sos una bruta?! Pobrecita A, ¡Le estas diciendo que es común!
—Al menos no te viven confundiendo con la S —agrega la C, toda ofendida— ¡Somos muy diferentes! No sabes lo que me enojo cuando me confunden con ella. Aunque cuando me confunden con la rarísima Z...
—¡Chicas chicas, nos estamos distrayendo! ¿Qué palabra te pidió formar? —preguntó la B.
—Eso es lo peor de todo chicas, quiere que me meta en el grupo de AnArAnjAdA. ¡Con 4 As más voy a estar! ¡Esta letra es una sinvergüenza!
—Pensalo así: mientras más As haya, más posibilidades hay de que estén en la misma palabra.
—¡Tienes razón! Bueno chicas, me convencieron, me voy a anotar en el próximo crucigrama.
—¡Siiii! —gritan a coro las otras tres.