A medida que va pasando las páginas, lo invaden infinidad de recuerdos: algunos son buenos, otros no tanto, algunos seria mejor no haberlos vivido, otros más lo llenan de corrientes eléctricas y calor por todo el cuerpo. Esa historia le recuerda tantas cosas de su vida... Allí puede ver reflejadas sus vergüenzas, todas ellas producto de la imbecilidad o sus inseguridades; también hay recuerdos de tardes en buena compañía y noches aun mejores; las tristezas no se quedan atrás, y corren a la par de sus enojos. En cada hoja encuentra un nuevo recuerdo, una nueva emoción, una repetida secuencia de imágenes en su mente. A veces cierra los ojos para concentrarse más en lo que siente, a veces niega con la cabeza, intentando apartar los recuerdos.
Para cuando termine el libro, habrá pasado por todas las emociones y se sentirá vivo otra vez.