Brightter

ÚNICO

Dicen que cada átomo en nuestro cuerpo fue alguna vez parte de una estrella, tal vez no me voy, tal vez me voy a casa...” -Vincent Van Gogh


Tan brillante, durante tus primeros años te enseñan como recortar, a contar los números básicos, palabras, animales y...los colores, mi maestro dijo alguna vez que cada persona tiene un color, cada una puede definir y mezclar, pero en algún punto regresaran a su color original.


Pero...que ocurre con aquellos que no tienen un color especifico, si no, una gama de ellos, un constante cambio de tonalidades, como podría definirlo, yo, una persona vacía que no ve más allá de un color, que le causa una extraña sensación el encontrar a alguien con estrellas pintadas en los ojos y un universo de azules a su alrededor, con una sonrisa tan brillante como el dorado sol y una calidez como el naranja atardecer. No puedo, no podía y quizá nunca pueda.


Es mucho para mi rota alma, para mis vagos sentimientos de felicidad, para la efímera sonrisa que surca las comisuras de mis labios, que más puede ser, me provoca dolor, rabia, un tipo de sufrimiento propio, como cuando sabes algo, no, cuando amas algo y no se te es permitido amar, un alma trunca y olvidada, que mientras mira su reflejo no encuentra mas que algunos trozos de lo que fue o pudo haber sido.


Tan enfermizo, tan constante, tan doloroso...lo odio, odio verlo feliz, odio que no odie la vida, odio tener que verlo cara a cara en estas cuatro paredes, odio que me hable tan dulce a pesar de que sus entrañas estén deshaciéndose, que su corazón este muriendo.Lo odio, lo odio, lo odio.


Odio, quizá se volvió mi palabra favorita, por que es de ese modo, odio su felicidad aun estando en su lecho de muerte, odio que finja una sonrisa cuando su mirada pide a gritos que el mundo se acabe y que el amanecer no llegue, odio que no me diga la verdad, y trate de levantarse lo mejor que puede. Efectivamente, odio totalmente a las personas positivas y habladoras como lo es él.


Vaya que ahora estábamos en una situación tan incomoda, yo con una daga en su estomago y el con una pistola en mi cabeza, irónico, trágico, dulce, la melancolía en persona, el vacío en su máxima expresión, tan deleitante y vivaz, quizá yo era un demente; pero el también lo era, un contraste tan doloroso y hostil, uno sobrevive y otro muere, lamentablemente el blanco de las nubes pronto se evapora y cae como agua, en este caso...el agua sería coloreada de un espeso rojo escarlata.

 

Alguien dijo que el amor lo es todo, pero yo, yo un demente, piensa fielmente que es la enfermedad más agresiva que puede haber, redimir el odio es difícil, pero alimentarlo es...exuberante, al menos se, qué hay más de un color, más de un sentir, más de un odiar, el brillante universo que el me entrego era lo más grande que tenía, y ahora, solo me queda mirar las estrellas y recordar que alguna vez, el y yo, fuimos la misma persona.



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En el texto hay: muerte, relatocorto, brillante

Editado: 23.09.2022

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