Brillo de Luna

Capítulo 11 "Doctor Apuesto"

Aysel

Aquella situación no podría ser peor mire a Luke quien me sonrió.

-No se conocen ¿verdad?, bueno Aysel, él es Nattiel Harrow, Nattiel, ella es Aysel Carter; se vieron ayer en la noche, pero no tuvimos el tiempo de conocernos bien, así que porque no vamos y tomamos algo- no sé en qué momento fue que Luke me tomo del brazo y caminamos hasta una heladería que estaba en un espacio del centro comercial, o sea no era un local como tal si no que estaba al aire libre y nos sentamos alrededor de una mesa.

Si las miradas mataran estoy segura de que Luke no estuviera en este momento con nosotros y lo peor de todo es que el lo notaba, pero simplemente me sonreía y me guiñaba el ojo- ¿quieren algo? - Nat al igual que yo negó, por otro lado, Gema y Katherina si quisieron helado.

-Así, que Aysel ¿no? qué lindo nombre- asentí por el halago de Kathe, aunque estoy segura de que en realidad quería sacarme conversación -Te mudaste hace poco, es que nunca te había visto por aquí- creo que esta chica y su otra amiga eran las chicas más amables que pude haber conocido y no es como si hubiera conocido tanta gente amable en mi corta vida o eso aparentaban. Lo que más me sorprendía de mí misma, era que no me desagradaban y como si algo en ellas me hiciera sentir cómoda y conforme.

Era un sentimiento muy extraño que nunca antes había experimentado y me miraba con tal firmeza que sentía como si pudiera ver mi alma, me removí incómoda, pero aun así decidí responderles.

-Si, llegue el domingo por la mañana- las chicas asintieron con una sonrisa, casi enseguida llego Luke con los helados de cada chica, cosa que agradecí.

No podía creer que estaba agradeciendo la presencia de Luke.

-Y, de que hablaban- preguntaba Luke mientras se acomodaba en su asiento.

-Nada importante- respondí al instante, Luke asintió y antes de poder decir algo empezó a sonar lo que parecía un rington de celular-No es mío el mío es distinto- dije ya que todos me veían, bueno no todos.

-Es mío, Es mío- dijo Gema para que todos se calmaran -Hola, mami-

-Si estoy con mis amigos- la chica sonreía mientras hablaba con su madre.

-Orita compro el vestido para la gala de los Carter, calma ma'- no se si había escuchado bien así que corrobore para asegurarme, después de que colgó la llamada.

-Dijiste gala de los Carter- Gema asintió mientras guardaba su celular todos me miraban extrañados - ¿es hoy? – Gema asintió lentamente pase mi mano por mi cabello lo había olvidado – ¿a qué hora es? – todos estaban mirándome preocupados.

-a las 7:00p, ¿Por qué? Sucede algo- negué mientras me levantaba y respondía a su pregunta.

-No, es solo que... recordé que tengo cosas que hacer; así que adiós- dije dándome la vuelta, además de todo esto tenía que pasar al hospital, mi día no podía ser peor.

...

Ya en el hospital hable con la recepcionista.

-Vengo a buscar los exámenes médicos del señor Andrew Carter, con el doctor Jonathan Black- la recepcionista verificaba en el computador.

-Me imagino que usted no es Andrew Carter- asentí dándole la razón.

-Entonces imagino que tienes una autorización- asentí y le entregué el papel la mujer lo leyó porque luego me dijo que esperara que en unos minutos me llamarían me senté en un asiento libre junto a una chica que no se veía nada bien su color de piel era aceituno y sus ojos parecía que no hubiera dormido en un mes me sentí un poco mal.

-¡Carter!- me levanté y fui hasta donde la enfermera que me había llamado -venga conmigo- seguí a la enfermera que no podía tener más de 45 años, caminamos por unos pasillos hasta llegar a una puerta que tenía una placa dorada con letras pequeñas que decía DR. Jonathan Black – el doctor la hará pasar en un segundo-asentí y la enfermera se fue la puerta se abrió, pero nadie salió supuse que debía entrar así que con mucha cautela abrí la puerta.

-Pasa, no muerdo- había un chico de espaldas revisando unos papeles al voltearse observe que parecía un chico de mi edad, pero eso no era posible ya que él era doctor, claro que no estaba tan mal tenía el cabello castaño oscuro, ojos chocolates oscuros. Me parecía guapo.

-Vine por los exámenes de Andrew Carter- el doctor o chico asintió

-Siéntate- me senté en una silla en frente de su escritorio -Bueno...- me removía en incomoda en mi asiento, ya que siempre que inician con las palabras: Usted sabe que, las personas, y esta palabra bueno -Primero me gustaría decirle que el señor Carter es un hombre totalmente sano, sin ninguna complicación- solté el aire que tenía en mis pulmones estaba muy feliz por aquella gran noticia y estaba segura de Martha igual lo estaría, bueno claro que omitiremos el hecho que olvide lo de esta noche así que nada puede salir mal -Me gustaría, decirle que siga con su misma  rutina y que evite la grasa- asentí -Bueno sin nada más que agregar te puedes retirar, o tienes alguna duda- negué aunque algo seguía intrigándome y antes de salir pregunte.

Por su acento había notado que era britanico, pensé un poco la pregunta que daba vueltas en mi cabeza y por fin hablé.

-¿Cuantos años exactamente tienes?, sé que es una pregunta personal, pero tenía curiosidad- el doctor sonrió, me miro.

-Tengo 16 años, no te alarmes- no estaba alarmada simplemente sorprendida, pero deje que el chico prosiguiera – mi padre y mi madre son doctores, papá es el doctor de este consultorio, pero tuvo que resolver unas cosas así que me dejo a cargo solo por un ratito- asentí, comprendiendo la extraña situación.

-Y ¿te dejan ir a cirugías? – el chico negó

-No solo, son consultas y ya-

-Entonces, si no eres doctor y tienes 16 años debes asistir a la escuela ¿no?, pero nunca te eh visto en el Colegio de Midtown- el doctor falso lo pensó un momento y asintió, y yo por igual comprendí.




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