El lunes por la mañana al llegar note de que no había nadie, camine con cautela miraba a todos lados estaba segura de que aquel día tenía clase.
-Hola- llame, pero nadie respondió fue cuando escuché aplausos y a personas gritando de alegría, seguí el ruido y me llevo hasta el gimnasio del colegio.
Abrí la puerta un poco y en ese momento me di cuenta del porque no había nadie en los pasillos del Instituto, suspire en el momento que vi a esos chicos saludando a todos como si fueran una celebridad, claro que el más destacaba era Luke el uniforme de ellos era diferente de cualquier otra escuela que haya visto el que tenía Luke puesto era un pantalón azul intenso junto con una camiseta polo blanca y la insignia de su Academia y unas converse blancas, el de Nattiel era un jean negro con camisa blanca con botones azules, con la insignia en la parte izquierda y un par de addidas negras con rayas doradas, James estaba vestido casi igual que Luke, a diferencia de sus zapatillas, Gema tenía puesto un vestido estilo jumper color azul oscuro, con una camiseta amarilla y unos tacones azules plataforma, Katherina en cambio tenía una falda blanca con una correa amarilla y una camiseta azul como la de Luke por dentro, los otros 5 estudiantes no los conocía, pero no se veían normales cerré la puerta con cuidado, pero como la mala suerte me persigue, me tropecé con unos balones de basketball que estaban colocados en una estantería juntos con unos trofeos, cerré los ojos sabiendo que todos me estaban observando, al abrirlos tal y como predije todos me estaban viendo, alce mi vista automáticamente y los vi.
Luke tenía una sonrisa pícara, la cual ignore, James parecía divertirle aquella situación; y Nattiel... bueno no tenía ninguna expresión no sé cómo una persona no podía demostrar sus sentimientos , Gema parecía que quería ayudarme, pero no sabía cómo; Katherina me dio una media sonrisa, de pronto todo se volvió abrumador, sentía la envidia, felicidad, angustia, preocupación; lo peor es que yo no era la que estaba sintiendo todo eso sino las personas a mi alrededor todo comenzó a dar vuelta podía escuchar mi nombre, pero no sabía de donde venia no distinguía la voz de la persona salí del gimnasio con dificultad procurando no caerme me sostuve de unos casilleros el timbre sonó indicando que las clases debían comenzar digamos que eso no ayudo mucho, me agache hasta quedar sentada en el piso frio del instituto, respire hondo me calme y recordé aquella hermosa melodía de piano.
Abrí los ojos y me levante para ir a la clase de algebra me senté en un puesto junto a la ventana el vidrio estaba empañado por el frio comencé a trazar con mi dedo, no sabía bien que hacía simplemente me dejaba llevar a veces tenía este tipo de momentos en los cuales mi corazón me guiaba en vez de mi mente, supongo que eso me hacía sentir mejor muy pocas veces tenía estos momentos ya que solo sucedían cuando... lo recordaba.
-Carter- una voz más o menos conocida me saco de mis pensamientos, era el profesor de algebra que estaba frente a mí al ver que le prestaba atención siguió hablando -Ya la clase acabo- tenía razón éramos los únicos en el salón de clases recogí mis cosas y antes de salir saqué mi teléfono, el profesor frunció ligeramente el ceño.
-Se acabo la clase- contraataque, abrí la cámara y la puse para tomarle foto a lo que había dibujado al tomárselo salí del aula, en el pasillo que llevaba a la cafetería revise mi celular y no me sorprendí por lo que había dibujado era el Yin y el Yang el mismo dije de mi collar, recuerdo que fue una de las primeras cosas que comencé a dibujar ya que bueno... era lo único que tenia de mi familia biológica, o lo único que me dejaron; me gustaría saber ¿Por qué?, si fue para recordarme que jamás los conoceré o el simple hecho de que seré una huérfana que jamás sabrá de donde viene, me senté en una mesa vacía al final, después de todo lo que había pasado en lo último que podía pensar era en la comida, además había desayunado bien, aunque no estaba muy segura de que eso ayudaría.
-Hola Aysel- me giré a la persona que me hablaba y vi que se trataba de Sienna.
-Sienna, hola- dije casi sin animo
-Te sucede algo- por alguna extraña razón sabía que algo andaba mal, pero no me sentía en mis cinco sentidos para averiguarlos, además era Sienna de quien estaba hablando esa chica se nota que no daña a una mosca -¿Porque mejor, no vamos al baño?- Sienna toco mi mano y si antes iba a decir que no, ahora no tenía fuerzas ni para hablar me ayudo a levantarme, parecía un zombie caminando y creo que ellos caminan mejor yo, entre al baño de mujeres y me apoye en la mesa donde estaban los lavabos me mire al espejo y si creía que caminaba como zombie, entonces estaba en lo correcto; porque hasta parecía uno, parecía salida del set de The Walking Dead, tenía ojeras eso es culpa de estas últimas noches que me eh levantado por las visiones de aquel castillo, el bosque con hojas azules, la luna roja; volviendo a mi aspecto estaba pálida, era como ver una hoja blanca, mis labios no tenían casi color todo en mi estaba mal, me gire donde Sienna.
-Oye Sienna no tendrás maquillaje para prestarme- Sienna sonrió, pero no una sonrisa dulce y empalagosa, si no una fría y escalofriante.
-Claro- Su voz sonaba áspera y dulce la mire a los ojos y estaba muy segura de que tenían algo raro y debía salir de ese lugar.
-Ya me debo ir tengo clase- dije mientras tomaba mi mochila, sentí la mano de Sienna en mi hombro, pero antes de apartarla ella ya me había lanzado contra la pared tenía un fuerte dolor de cabeza, abrí los ojos como pude y vi que Sienna no era Sienna o bueno si era ella, pero sus ojos eran como de lagarto y tenía colmillos y unas garras negras largas.
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Editado: 23.09.2021