No sabía si tenía que decirles que pasaran o simplemente tendría que salir.
-Pasen- les llame solo que no entraron -pueden pasar- les avise me estaba empezando a enfadar – no es gracioso- dije mientras que abría la puerta, me sorprendí mucho al no verlos -chicos- mire por los pasillos, pero nadie respondió -Oigan si es una broma, no me está gustando- salí de la habitación camine cautelosamente sin que nadie me viera o escuchara, en la primera planta al bajar las escaleras escuche unas pisadas detrás de mí, pero no había nadie alguien tomo de mi hombro y esta vez yo fui más rápida lo tome de la mano y lo hice dar vuelta hasta que callera al piso le puse mi zapatilla en la garganta.
- ¿Quién eres? – pregunto el chico al cual había golpeado, con voz ronca ya que bueno mi zapatilla estaba en su garganta.
-Tu primero- rezongue, el chico lo pensó y hablo con una sonrisa diabólica y eso me preocupo.
-Pasaste la primera prueba, que tal la segunda- no entendía de que prueba hablaba, no sé qué hizo, pero lo que, si se es que me había dejado en el piso, me impulse con mis manos y me levante para así quedar cara a cara con aquel chico -eres buena ¿con el fuego o con el agua? – cada vez entendía menos lo que este chico decía, ni siquiera tuve tiempo de pensarlo ya que me había lanzado una bola de fuego directo a mí, así que la atrape y se la devolví lamentablemente la esquivo, pero tenía una estúpida sonrisa en su cara cree una nueva bola de fuego, pero justo cuando se la iba a lanzar una mujer me detuvo.
-Felicidades, veo que no has muerto- la mujer que me hablaba era rubia con tonos negros en las puntas del cabello, sus ojos grises combinaban con su cabello, llevaba puesto una falda de tubo rosado claro, junto con una blusa blanca por dentro y tacones rosados claros caminaba con postura y autoridad.
-Veo que el día de hoy todos se sorprenden al verme con vida- dije con un tono de voz suave y con una sonrisa maliciosa -Sabe, ¿Por qué mejor no me dice que está pasando? – la mujer me miro pasivamente camino hacia mí y me miro.
-No creía que fuera cierto, pero al parecer Luke y los demás chicos tienen razón y eres una de nosotros- la mire con recelo mire discretamente sobre su hombro y vi a los chicos espiando al ver que los veía asintieron y supe que decir.
-Si yo al principio tampoco creí, que... ya sabe hubiese otros como yo- la mujer me miro como si tratara de buscar algún defecto, como si tratara de ver dentro de mi alma.
-Bienvenida a la Academia Sol y Luna, James te enseñara todo; ¡James! – James salió de donde estaba y llego a donde estábamos -Necesito que le enseñes a...- le dije mi nombre – a la señorita Carter sus horarios, le des los libros necesarios, enséñale su habitación y tú sabes lo demás, si necesitas algo soy la directora Jules Scott- asentí.
-Gracias- solo pude decir eso aquella mujer no daba buena señal no sé e iba a resolver mis dudas -disculpe, ¿nos conocemos? – la mujer me sonrió tan dulcemente que cualquiera diría que es una buena persona, pero yo no.
-Me temo que no, tengo una muy buena memoria- me dio la espalda y se fue, esa mujer escondía algo y yo lo descubriría.
...
Después de un largo y aburrido recorrido por la Academia James me explico que en las puertas las letras significan Brujos: B, Hombres Lobos: HL y si fueran mujeres solo se cambia la H por la M, Vampiros: V y Zayas: Z. Fue ahí cuando comprendí cuando Nattiel me dijo que fuera a la habitación V45 es por Vampiro y resulta que es un vampiro y Luke bueno era obvia la respuesta hombre lobo y Gema y Katherina Zayas, además de que esta Academia tiene muchas escaleras y es como un laberinto muchas veces James tuvo que venir a buscarme, lo bueno era que mi habitación estaba cerca de la tercera escalera y dos puertas después de la de James así que si no me acordaba de algo podía tocar a su puerta me enseñó a usar mi armario podía ponía mi mano contra él y es como si leyera mis gustos, le pregunte que porque no habíamos hecho eso en la habitación de Luke, pero él dijo que era porque como todavía no era estudiante, no estaba registrada o algo así, el uniforme que uso también lo pido en ese armario pero debo pensar en que quiero los uniformes también me dio un montón de libros y mi horario, igual me dijo que en la biblioteca estaban todos y muchos otros libros, también le pregunte que le diría a mis padres él me dijo que ya les habían dicho que me dejaron hacer los exámenes de admisión y pase, me sorprendí al ver lo eficiente que era esta escuela, estaba en mi habitación mirando el techo que era madera de roble, parecía nuevo fue cuando escuche mi puerta siendo tocada.
-Pase- me levante al ver que eran los chicos Gema y Katherina se acercaron a mí con una gran sonrisa.
-Y ¿Qué te parece? ¿estas emocionada? Porque yo si- asentí con una sonrisa me sentía sofocada con esto; estaba invadiendo mi espacio personal.
-Si claro- sonreí falsamente, aunque estaba segura de que habían notado de que me estaba molestando.
-Bueno... cambiando de tema ¿Por qué no nos dijiste que eras bruja? – Katherina y todos me miraron curiosos.
-Por la misma razón que ustedes no me dijeron- todos asintieron con una sonrisa, pero la verdad fue que aún no me sentía segura, a pesar de que me hubieran dicho porque no importo que ellos me hubieran dicho, ya que había aprendido a no confiar en cualquier persona a pesar de que esa persona confié en mí.
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Editado: 23.09.2021