Mi cara se sentía caliente me cubrí con las sabanas, pero aun así el sol me seguía dando me levanté de mala gana; cerré las cortinas con rabia tanto que casi se desgarra una, ya cerradas las cortinas me volví a acostar, aunque ya no tenía sueño tome mi celular de la mesita de noche y vi que eran las 9:30am, era sábado y no sabía que hacer me podía quedar encerrada o salir por ahí o visitar a los Carter, me levante de golpe y decidí hacer la tercera opción.
...
Estaba a unos segundos de irme cuando oí mi nombre alejé mi mano del picaporte y me voltee Nattiel trotaba hacia mí, suspire el chico se metió las manos al bolsillo.
-Hey, ¿A dónde vas?, no perdón no debí preguntar eso- Nattiel comenzó a balbucear y a divagar así que lo hice callar.
-Nat, habla rápido tengo que salir... a ver a los Carter- lo último lo acentúe más para que dejara de molestar
-Ahh bueno quería saber si querías venir a conocer C.E.- no sabía que era C.E. lo había escuchado por algunos chicos, y Nattiel por mi cara de duda respondió lo que todavía no había preguntado -Ciudad Eclipse, es nuestro mundo donde están todos los de nuestra clase- aquello me dio mucha curiosidad, mordí labio inferior sabía que responder, pero no lo quería admitir.
-Ok, te veré en la biblioteca a la 1:30pm ¿bien? – Nattiel parecía muy feliz con mi respuesta.
-Super bien- asentí y volví a lo que estaba.
...
Llegue a la empresa de mis padres me dirigí hasta la secretaria quien estaba revisando unos papeles -seguro contratos viejos- pensé me acerque a ella, quien me miro de arriba abajo y eso me provoco una rabia intensa, pero me las aguante.
- ¿Los Carter están? – la chica frunció ligeramente el ceño, pero respondió.
-Están en su oficina, ¿Quién la busca? – volque los ojos, pero me iba a divertir con su cara.
-Su hija Aysel Carter- la chica abrió los ojos como platos enseguida se levantó.
-Claro están en su oficina, es por aquí- la chica me iba a guiar, pero no quería de su compañía.
-Se donde esta- la chica estaba ligeramente ruborizada, me voltee y camine por un pasillo por el cual había muchas oficinas, pero la de mis padres era más grande y en su puerta había una placa dorada que decía en letras negras, medianas "Carter" toque, espere la respuesta y luego entre, al ver de quien se trataba ambos se levantaron de sus asientos y me abrazaron a la vez yo por igual los abrace al separarnos Martha me miro de arriba abajo.
-Amor, pero que grande estas- sonríe de boca cerrada.
-No es para tanto, ni que hubiera pasado un año sin vernos; solo fueron cinco días- Andrew negó con una sonrisa, algo muy característico de él.
-Para nosotros fue una eternidad, ven siéntate ¿te apetece algo?, podemos decirle a nuestra secretaria- negué mientras me sentaba en una silla que estaba al lado de la de mamá.
-Apropósito, su secretaria me trato como si fuera a asaltarlos o a matarlos incluso, o a lo mejor creyó que pertenecía a secta, en conclusión, deben despedirla- Andrew se rio un poco y Martha me miro.
-Cariño, claro que va a pensar eso si te continúas vistiendo como si... pertenecieras a una secta, en conclusión, no la despediremos- mire indignada a Martha y ella me guiño el ojo tome un libro que estaba en la mesa hablaba sobre el desarrollo de los softwares aquel libro ya lo había leído, así que lo volví a cerrar.
-Y ¿Cómo va todo? – ambos revisaban sus computadoras.
-Todo va como viento en popa- asentí, sin saber que más decir - ¿Qué tal la escuela?, ya sabes el dormitorio, los profesores, el lugar, dicen que es una buena escuela ¿es cierto? – Andrew me hablaba mientras revisaba sus cosas.
-Bien, todo es genial, las clases, los profesores, mi dormitorio. Y si es una buena escuela- respondí mientras miraba una revista que hablaba sobre sitios turísticos para visitar en América Central había un país que me llamaba la atención su nombre era Panamá, quería conocer el famoso Canal de Panamá, y otros lugares como Boquete, que estaba en unas de sus provincias se veía interesante.
-Ya, entonces todo está bien- asentí mientras daba vueltas en la silla giratoria por la oficina -Entonces ¿por qué tu pie tiene una venda elástica? – miré mi tobillo lo había olvidado por completo, como ya casi ni me dolía.
- ¿Cómo sabes que tengo una venda elástica si tengo una zapatilla puesta? – lleve la silla en frente de su escritorio y coloque mis codos sobre la mesa y con mis manos sostuve mi cara.
-Porque veo a través de las cosas- respondió con total naturalidad y confianza, comencé a pensar en mil cosas pertenecía a este mundo, era un brujo o algún espíritu antiguo había leído que hace mucho tiempo espíritus se habían escapado de sus cárceles y poseían cuerpos humanos, iba a preguntarle sobre ello cuando sonrió y hablo.
-Claro que no veo a través de las cosas, fue porque tu media te delato, se corrió y pude verlo, ya quita esa cara parece que viste a un fantasma- asentí un poco más relajada.
-Bueno ayer en gimnasia me doble el tobillo- nada era cierto solo la parte en la que me doble el tobillo, pero no le iba a decir que me ataco un hombre lobo eso ni de chiste, Andrew asintió un poco más reconfortado.
-Cariño, debes contarnos todo ¿Ok? Siempre te apoyaremos- asentí con la sonrisa más convincente posible me sentía un poco mal, pero nunca podría decirles lo que soy, solo los quería mantener al margen de esto, protegerlos. Me sentía mal al mentirles, ellos estuvieron para mi cuando no tenía un hogar y no es justo esconderles todo lo que estaba ocurriendo.
-Bueno ya me debo ir, quede de terminar un trabajo- ambos me sonrieron y se levantaron para abrasarme. Al salir de la oficina vi a la secretaria y la ignoré por completo.
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Editado: 23.09.2021