Broken

Capítulo IX

–Las coincidencias falsas–
 


Hablemos sobre las casualidades.

Es curioso como entre más desees algo más fácil lo puedes tener, al menos eso es lo que la ley de atracción dice. Pero hay veces en las que no basta con desearlo solamente, hay que luchar por conseguir lo que queremos.

Entonces, teniendo conocimiento de esto podríamos decir que ¿Las causalidades existen? O sólo son hechos falsos. ¿Es posible que solo  desear ver a alguien con todas tus fuerzas el mundo mágicamente te ayude, y de la noche a la mañana, tengas a esa persona frente a ti?.

No te podría dar una respuesta. Porque en verdad no puedo afirmar o desmentir esto.

Pero hay algo que si puedo contarte: Luca había deseado con toda su alma volver a ver a Claire, le atraía y le interesaba más allá de un aspecto físico.

Quería conocerla.

Es por eso que la noche en que ambos se encontrarían él fue más temprano de lo acostumbrado. No le gustaba venir mucho por "The seven" por lo regular solo acudía a estas carreras solo por una sola razón; ver al corredor estrella#1 correr. Aunque por este día la razón tenía un nombre diferente, Claire.

Pasaban más de las 8 de la noche, estaba nervioso por rencontrarse con la chica, aunque se dijo asimismo que un trago de tequila le ayudaría a aplacar ese retorcijón que sentía en su estómago.

Con pasos apresurados se acercó hasta la barra de bebidas improvisadas de aquel lugar. Reconoció inmediatamente a Axel, un chico con el que no tenía una relación tan cercana pero que si había conversado con él unas cuantas veces.

—Hola, me das un vaso de tequila, porfavor —Pidió apresurado apenas llegó con el castaño.

Axel, quien estaba de espaldas a Luca, se dio media vuelta y se limitó a asentir ante la pregunta.

Dejó de lado lo que hacía antes y se puso a hacer lo que el chico le había pedido.

Por el rabillo del ojo, pudo notar como el ojiazul tamborileaba impacientemente sus dedos sobre la tabla de madera que los separaba. Axel reconocía a Luca, él era alguien popular por aquellos lugares.

—¿Noche difícil por la carrera? —Se atrevió a preguntar y al mismo tiempo que lo hizo le entregó lo que le había pedido.

Luca dio una gran sorbo a su vaso de plástico y miró a el castaño.

—Algo así...

—Tranquilo, el corredor estrella ganará, como siempre —Prometió— No por nada lo llamamos así ¿cierto? —Bromeó intentando hacer calmar al sujeto frente él.

Luca soltó una risilla.

—Es verdad —Concordó con el chico— Aunque esta vez es por alguien más...

—Déjame adivinar...—Pauso sus palabras y lo analizó. Entonces pudo deducir de que se trataba— Es una chica ¿verdad?

El ajiazul lo miró sorprendido por haber adivinado correctamente al primer intento. ¿Qué clase de persona era?

—¿Cómo lo supiste?..

—Fácil, nunca bebes y te ves nervioso. Reconozco las señales.

—Es extraño sabes...—Luca volvió a beber del contenido de su vaso— Nunca me había pasado esto... es decir... siempre resulta ser más fácil. Creo que estoy... emocionado

A él le parecía extraño estar contando este tipo de cosas a alguien que no fuera su hermano, pero tomando en cuenta que su hermano en estos instantes estaba en otro lado y que Axel era su única vía de escape; decidió desahogarse, creyó que el alcohol estaba empezando a surtir efecto. Que extraño

Axel río por las palabras del castaño. Claro que lo entendía perfectamente. Él alguna vez también se había sentido así.

—Solo puedo decirte algo —Espetó— Si te sientes así solo porque la verás un par de minutos entonces, amigo mío...—Posicionó su brazo derecho sobre el hombro del ojiazul y lo miró directamente a sus ojos— Has lo mejor y lo que creas correcto, porqué momentos como estos no pasan mucho.

—¿A qué te refieres con "momentos como éste"? —Preguntó, pues no entendía mucho lo que él había dicho.

—Me refiero a que tu has entrado en...

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4 Segundos tardó en dejar de prestarle atención a la respuesta que Axel daba, por que un pequeño cuerpo que divisó captó todos y cada uno de sus sentidos.

Ella estaba ahí.

Ella había llegado.

Y demonios, se veía malditame radiante.

Todo su mundo a su alrededor se eclipsó y se concentró en una sola persona, una chica mirando a todos lados y tratando de esquivar personas para avanzar.

Dio un último trago a su vaso e ignorando deliberadamente a el castaño; que aún estaba explicando lo de hace unos minutos, dio un salto de su asiento. Apresuró sus pasos dando grandes zancadas hasta donde ella estaba.

Sin perder más tiempo, cubrió los ojos de la chica, pues estaba de espaldas a él. 
Ella inmediatamente que sintió el contacto de aquellas cálidas manos se tensó, creyendo que tal vez era otra persona. Pero entonces una voz suave la tranquilizo.

—¿Adivina quién soy? —Luca susurró sobre su oído. Su aliento era cálido y cuando impactó sobre aquella sensible parte de su cuerpo; sintió como sus vellos se herizaron solo por aquella acción. Necesitaba recuperar su espacio personal.

Con cuidado quitó las manos del chico sobre ella y se dio media vuelta, quedando frente a frente.

Ella le sonrió y él le correspondió.

—Luca...—Dijo su nombre como saludo.

—Por un momento pensé que no vendrias.

Claire rompió el contacto de sus miradas y dio un corto, pero significativo, paso hacia atrás.

Luca lo notó, pero no le dijo nada, entendía que tal vez ella estaba nerviosa, incluso más que él.

—Te dije que vendría—Respondió

—No lo sé —Él se encogió de hombros— Pensé que te arrepentirás o algo así...

Ella negó con la cabeza.

—Tranquilo, aquí estoy.

Ahora él fue quien ensanchó sus mejillas y formó una muy sincera sonrisa.

—Lo sé Claire. Y no sabes lo jodidamente feliz que estoy por eso.—Confesó mientras tomaba la mano de la chica— Ven, busquemos un lugar para ver la carrera. No queremos que la señorita suicida regrese ¿o si?




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