Bruja de Valley Town.

Parte 1.

 

Era la noche de un 15 de Octubre en el estado de Wisconsin mas precisamente en la ciudad de Platteville donde la familia Beltran estaba como siempre preparando la cena ya que ese día venian unos amigos de Richard y Siedna a la casa. Acercándose ya la hora, sonó el timbre de la casa y mientras el iba para ver si eran sus invitados, su esposa rápido termino de poner los cubiertos sobre la mesa y su hija Elisa una chica morena de ojos color café se dirigía al patio trasero para buscar unas bolsas de residuos que su madre había dejado en la cochera para cambiar las bolsas del cesto de basura de la cocina que justo ahora ya estaba lleno pero cuando llego la chica no lo encontro ahi.

 

Escucho un ruido y un grito desaforado de su madre que venia de la cocina y entonces rápido se volvió hacia entro. Al entrar vio que la puerta del horno de la cocina estaba abierto con las mechas encendidas y el fuego que ya comenzaba a cubrir gran parte de ese lugar de la casa mientras Siedna y su padre desesperados buscaban el matafuegos ella también iba a buscarlo pero al ir hacia el corredor vio a un extraño hombre que usaba ropa oscura y que al verla llegar enseguida le dio la espalda y luego salio afuera de la casa cerrando la puerta de tras de si. Cuando Richard ya encontró el matafuegos y Siedna logro cargar agua en un balde que trajo del patio, el fuego se propago tan rápido por las paredes, cortinas y todo lo mas fácil de prenderse con las llamas y el calor del fuego que nada funciono para poder apagarlo y para cuando los tres quisieron salir se encontraron que las ventanas y las dos puertas de adelante y la de atras, estaban cerradas.

 

—No puede ser... ¡¿ pero a quien se le ocurrió cerrar tan temprano la puerta con llave ?! —dijo al mirar molesto a su esposa y luego a Elisa y ambas negaron con la cabeza.

 

—Recien vi que un hombre salio y cerro la puerta pero jamas vi si el tenia la llave o si el fue quien la cerro al salir —dijo Elisa y sus padres se miraron entre si. Los dos sabían quien era ese hombre y lo que menos querian era hablar de el, enfrente de Elisa —¿ quien era ? —pregunto ella al ver que ellos no le decían nada.

 

—Es un viejo conocido de la familia... y que jamas debí dejarlo entrar a la casa... —dijo su padre al fruncir el entrecejo.

 

—¡ Ah ! —dijo Siedna que pego un salto cuando parte del techo de la casa se cayo sobre su hombro con la llama del fuego caliente que rozo su ropa.

 

—Tenemos que salir de aqui rapido —dijo Richard al notar que la frente de el y los rostros de Siedna y Elisa transpiraban y ahora ambas comenzaban a toser del humo que ya había acumulado adentro.

 

Los tres fueron hacia a la sala de estar porque era donde el fuego aun no había llegado y el humo no se sentía tanto. El busco una palanca de hierro que solía guardar en uno de los rincones de esa habitación y con eso intento abrir una de las ventanas, pero como no pudo hacer mucho Siedna intento romperla con un hacha que estaba escondida también en el mismo lugar que la palanca mientras Elisa desesperada corría para todos lados buscando algo también con que poder romper la ventana que a a pesar de que eran todas de madera nada le pasaba con los golpes ni con la palanca que Richard con toda su fuerza no logro doblegar.

 

—No puede ser, esto parece... —dijo al quedarse rendido con las manos apoyadas contra la ventana mientras miraba el suelo y ya comenzaba a sentir el humo y que el fuego comenzaba a entrar primero por el techo y luego por las paredes. Se detuvo a ver ese suceso tan extraño porque estaba ocurriendo todo muy rápido y luego sintió la sirena de los bomberos llegar al lugar.

 

—¡ Los bomberos ! —dijo Elisa estando esperanzada de que pronto los tres iban a poder salir de alli. Richard miro a Siedna y esta comprendió enseguida lo que quería decirle y asintió con la cabeza.

 

—Elisa... —dijo con la voz casi rota y los ojos llorosos y ella se asusto al verlo así —sabes que te queremos ¿ no ? —dijo al poner sus dos manos sobre los hombros de su hija mientras Sidnie los miraba sintiéndose compungida.

 

—Pero ¿ por que me dices eso ? —ella ya lo intuía pero aun asi le parecia ilogico que se estuviera despidiéndose de ella cuando acaban de escuchar que llegaron los bomberos y estaban a solo unos pasos de poder salir de esa casa, si alguien del otro lado lograba romper la ventana de madera.

 

—Es necesario decirte que a pesar de que nos equivocamos en algunas cosas como padres... hemos echo todo por ti, para cuidarte... —dijo llorando y ella le interrumpió.

 

—No, no me hables como si te estuvieras despidiendo de mi... —un golpe en la puerta los sobresalto.

 

—¡ Hola ! ¡¿ hay alguien dentro ?! —dijo uno de los bomberos y Siedna se aserco para intentar mirar por el espacio que dejaba a veces la persiana cuando esta no se cerraba bien.

 

—Están todos afuera junto con el camión de bomberos.

 

—¡ Si ! ¡ acá estamos ! —grito Elisa al ver que su padres no le contestaron al bombero.

 

—¡ Elisa ! —su padre apretó mas fuerte de su hombro llamando su atención y luego le sonrió —te amo hija.

 

—Yo tambien te amo y aunque a veces discutimos, pero bueno... —dijo su madre al abrazarla de sorpresa y luego le miro —eso siempre pasa hasta en las mejores familias.

 

—¿ Por que hacen esto ? ¿ no escucharon que ya nos sacaran de aquí ? —sus padres pusieron una mano en cada hombro de ella y con los ojos cerrados ambos dijeron.

 

Hoc est viribus niti tutela mundi vsque hinc abest —estaban apretando su hombro con fuerza y Elisa sentía que algo la sumergía en una corriente de agua imaginaria en el que parecia poder respirar.

 

—¿ Que dicen ? —dijo al ver que a su madre abrió los ojos y le miro mientras se le caia una lagrima por la mejilla.




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