Bruja por ciencia (cuento).

Parte II

El lugar era bastante elegante, ya me lo veía venir, Min-Hoon siempre se ha considerado un hombre apuesto y elegante, de una vida bastante acomodada. Recuerdo la última vez que nos vimos, fue en una cena de Navidad, invitó algunos de nosotros a su elegante casa, no podía negar que era hermosa, con un ambiente bastante acogedor, tenía una colección de vinos, algo que adoraba, y un hermoso cuadro, de un artista francés, colgado en la pared de la sala, pero no era un recuerdo tan bueno, tuvimos una fuerte discusión esa noche cuando me enteré de que ayudaba a la profesora. El camarero que nos guiaba a la zona vip me sacó de mis pensamientos, dejándonos entrar a la habitación.

 Min-Hoon estaba sentado al final de la mesa, con una copa de vino en la mano mientras miraba atento la tablet que tenía al frente; en una habitación contigua más pequeña, separada por un ventanal gigante de vidrio, estaban sus guardaespaldas. Noah le dio una mirada fría a Min-Hoon y se encaminó a la habitación de los guardaespaldas. Sé que muchos piensan que Noah es como mi perro guardián, pero yo no lo veía así, yo no necesitaba protección, aunque mi aspecto no diga lo mismo, una mujer delgada, de 1 metro 57, con rostro suave que no iba acorde con mi personalidad. 

- Bienvenida - sonrió en cuanto me acerque - ¿qué deseas pedir? - Dijo a pesar de que la mesa ya estaba servida con diferentes platillos.

- Whisky con hielo - me senté a su lado. Enseguida llamó a un camarero y no tardó en traer mi bebida - ¿Cuál es el mensaje? - tome el vaso de la mesa.

- ¿Tan curiosa te sientes? - tomo un par de palillos de la mesa, y agarro un trozo de carne para enseguida llevárselo a la boca.

- No quiero perder mi tiempo -gruñí, él soltó una risilla. 

- Típico de ti - enseguida sacó su teléfono móvil, lo manipulo unos minutos y lo puso sobre la mesa en medio de los dos. La imagen proyectada de una mujer de aproximadamente cincuenta años apareció ahí, solo medio cuerpo, su mirada penetrante se dirigía hacia mí. Tragué saliva inquieta, conocía de cerca a esa mujer, ella era la profesora Choi Ye-Na, la dueña y creadora de los laboratorios de las damas y caballeros oscuros, y de los pequeños, monstruos, de laboratorio. Parecía afligida y algo cansada, pero su sonrisa engañosa estaba ahí. 

- Capitana Jung, espero que se encuentre bien. Estoy enterada que encontraste uno de mis principales laboratorios y lo destruiste  - no mostraba expresión alguna, no parecía enojada, pero tampoco feliz - pero tu objetivo se ha escapado - negó levemente - Un terrible error, dejar escapar a la niña es muy peligroso, ella conoce lo básico de su naturaleza y aún no sabe controlar sus poderes y su mente, dejarla a su suerte es someter al mundo a la destrucción de la humanidad - sus palabras me pusieron en alerta, trague saliva con dureza - querida Sun-Hee, sé que no soy de tu agrado, pero necesito de tu ayuda. Tienes que encontrar a la niña y matarla - entendí sus palabras y su desesperación. No pude evitar pensar en su hermana - Le he entregado a Min-Hoon un rastreador. A cada niño le insertamos un chip, por si algo como esto llegaba a suceder, de ese laboratorio solo queda ella, no será difícil encontrarla. Te lo ruego, encuentra a la niña, está en tus manos. - Se terminó el mensaje, desapareciendo enseguida la proyección de su imagen. 

Min-Hoon tomó su teléfono móvil de vuelta y me dio una mirada cargada de curiosidad ¿Aceptarás su ruego? - se acercó un poco más a la mesa y volvió a tomar otro trozo de carne.

- Acaso no escuchaste sus palabras - fruncí mi ceño, molesta. Él soltó un pesado suspiro, se acomodó en su asiento y desvió su mirada hacia al frente.

- Recuerdo hace veinte años cuando te encontramos en ese hospital, agonizando - me acomode en mi asiento y solté un bufido - a penas habías cumplido veintitrés años, estabas tan orgullosa de ti, al igual que tu familia - desvíe mi mirada - faltaban algunos meses para tu graduación, habías trabajado tan duro todo ese tiempo, pero aquel día todo cambió y se convirtió en una desgracia, en tu desgracia; el autobús se estrelló, sus frenos fallaron - negó levemente, como si lo lamentara.

- Un accidente - dije con sarcasmo.

- Pero Ye-Na ya te tenía vigilada, estudiante de medicina y cinco veces ganadora de la competencia nacional de Judo, bastante diligente. Despertaste del coma, y ella aprovechó el momento para darte una gran oferta, una oferta a la cual no te podías negar; sabías que estabas destrozada; tu estado físico debilitaría tu estado mental. Eras consciente, que en ese estado, era imposible que ganaras la beca para Estados Unidos - rodé mis ojos y tomé un sorbo de mi trago - usó su mejor arma y te modificó genéticamente, te volvió sobrenaturalmente fuerte, ágil y rápida, hasta, tus sentidos funcionan de una forma más sensible y rápida, cada célula de tu cuerpo funciona totalmente diferente a la de un humano. Pero aquello vino con consecuencias, en un inicio tuviste constante dolor en todo tu cuerpo y a veces, cuando estabas muy estresada o no tomabas tu medicamento a tiempo, tenías derrames, aunque eso no cambió mucho, tu cuerpo reacciona de una forma violenta cuando sueles lastimarte, lo cual es muy seguido, y debes controlar tus síntomas con medicina que solo ella produce - alzó la copa de vino a sus labios.

- Sé perfectamente cuál es mi historia y la tuya no es muy diferente a la mía, somos monstruos - mis últimas palabras sonaron con debilidad - ¿A dónde quieres llegar con esto?

- Corrección, somos brujas, poseídos por un demonio científico, esos pequeños creados en sus laboratorios son monstruos - soltó un bufido desviando su mirada. Asentí en aprobación.

- Por eso debo encontrar a la niña, es peor que nosotros - dije con preocupación.

- ¿Estás segura? - me dio una mirada fría.

- ¿De qué hablas? - dije confundida.

- Es verdad que la niña es más poderosa que nosotros, pero no exactamente porque sea como los otros pequeños monstruos de laboratorio. Ye-Na te mantiene vigilada, aunque diría que sus espías no son tan buenos, pero ahora que te ha encargado la misión de encontrar a la niña, te vigilará más de cerca - hizo una pausa mientras daba un sorbo a su copa, no quise interrumpir, quería saber a lo que quería llegar - en cuanto encuentres a la niña, se deshará de ti, si sus damas o caballeros oscuros, aún no sé a quién mandará a vigilarte, no pueden llevarse la niña devuelta a algún laboratorio, optarán por matarla - soltó un suspiro - pero tú eres la carnada - entreabrí mis labios, sorprendida.



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En el texto hay: ciencia, brujas

Editado: 23.10.2022

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