Existe un bosque alejado de las reales tierras de Aslagia, conocido por los pueblerinos como las tierras de Lilith, pues todos juran que allí habitan demonios y que hay un portal conectado con el infierno. ¿Verdad o mentira? ellos lo juran, lo que puedo confirmarles es que en ese lugar existen brujas y criaturas alucinantes, que viven como cualquier otro en el siglo IX, entre familias, razas y dinastias.
Como gran ejemplo tenemos a los Curiel de Crozia, una de las familias más poderosas y demandantes del infierno entre los vivos, que si te metes con alguno de sus integrantes terminas completamente muerto, una familia algo grande conformada por el matrimonio Curiel de Crozia Bontier y su diez hijos. Aquella posición y poder floreció hace 30 años, cuando un vampiro asesino por excelencia, Alastor Curiel de Crozia, decidió atravesar el temido bosque para llegar a Vanisea sin esperar que en el camino terminaría salvando a una desconocida joven de sus ambiciosos padres, ella era Nefeli Astartea Bontier, hija única de una familia acomodada de brujos en el bosque de Lilith, sus inescrupulosos padres querían entregarla al demonio Asmodeo para que se casará con él, pues había presentado interés en ella desde que tenía 5 años.
Alastor escuchó el forcejeo a un par de kilometros y escondido detrás de un arbusto para no ser visto, observo aquella escena, Nefeli estaba siendo arrastrada por sus padres a un circulo para ser entregada, ella repetiá incontables veces que no quería casarse con un asqueroso demonio como lo era Asmodeo, entre tanto forcejeo mordió el brazo de su padre y salió corriendo, Alastor quedó cautivado por la belleza y osadía de aquella joven, curioso y maravillado no dudo en ir tras ella como lo estaban haciendo sus padres.
Obviamente él fue mucho más veloz, y la atrapó primero, la escondió detrás de un arbusto, ella lo pateo y con magia hizo un nudo con sus dedos, por lo que Alastor se aguanto el grito de dolor viendo de reojo que los padres de la desconocida no estuviesen cerca. Ella no quiso perder más el tiempo y lo soltó para intentar salir corriendo de nuevo, pero él rápidamente la tomo del brazo y la acercó a él, desde ese primer pequeño instante ambos sintieron una conexión, es increible como hasta los seres más "despreciables" pueden sentir más allá de lo uno espera.
—¿Qué haces?—susurró ella—No necesito tu ayuda.
Él sonrió, su sonrisa era peligrosa—Claro que sí, no puedes enfrentarlos sola.
Ella se estremeció al escuchar sus palabras, pero se negó a mostrar miedo.
—No es asunto tuyo—frunció el seño—Vete.
Alastor se rió, una risa baja y siniestra.
—No voy a irme—tratando de ver si los padres de la desconocida estaban cerca—No hasta que estés a salvo.
Ella lo miró llena de desconfianza—¿Por qué te importa?
Él se acercó a ella, su rostro a centímetros del suyo—Porque te he visto... y no creo poder olvidarte.
Ella se estremeció al escuchar sus palabras, pero no pudo apartar la mirada de la suya. Se sentía atrapada, atrapada en su oscuridad y su peligro. Y no sabía qué hacer al respecto.
—Se lo dirán, él vendrá por mí.
—No te preocupes por eso—dijo él—Puedo hacer que las personas guarden silencio.
—¿Qué quieres decir?—su voz apenas audible.
—Puedo hacer que tus padres no hablen y que el mensaje nunca llegue más allá.—con una sonrisa confiada y peligrosa.
Y así comenzó su danza macabra, una valsa de muerte y pasión que los uniría para siempre. En su primera cacería juntos, encontraron a los Bontier regresando a su casa, listos para delatar a Astartea ante el demonio. Pero él no lo permitiría, con ojos ardientes de posesión y venganza, se abalanzó sobre la pareja, su daga maldita centelleando en la oscuridad. En un baile de muerte, los partió a la mitad a ambos, sus cuerpos cayendo al suelo con un sonido sordo. Y mientras la sangre se esparcía por el suelo, él se volvió hacia ella, su mirada quemando de pasión y posesión. 'Por ti', susurró, su voz baja y seductora. 'Todo por ti'."
En ese momento, ella supo que estaba condenada a amar a un hombre que era capaz de todo por ella, que no tenía límites ni moralidad. Pero también supo que no podía evitarlo, que estaba atrapada en la oscuridad de sus ojos, en la pasión que ardía en su alma. Y en ese instante, decidió que se casaría con él, que se entregaría a su amor sin condiciones. Porque había visto el infierno en sus ojos, y había encontrado el cielo en su abrazo. Y mientras la sangre de sus padres aún humeaba en el suelo, Astartea se acercó a Alastor, su corazón latiendo con una pasión que nunca había conocido. Y cuando sus labios se encontraron, el mundo se detuvo, y solo quedó el fuego que los consumía, el amor que los unía en una danza macabra que duraría toda la eternidad. Sus labios se unieron en un beso que era a la vez un juramento, un pacto de amor y muerte que sellaría su destino para siempre.
#2536 en Fantasía
#515 en Magia
#1175 en Personajes sobrenaturales
romance, romance fantasía acción aventuras, romance drama comedia
Editado: 11.01.2025