Brujas de Lilith

B

Esta historia no solo se trata de familias de brujos vampiros, demonios y matrimonios arreglados, alrededor del bosque de Lilith están los reinos más dominantes y poderosos de todo el territorio Aslago, dispuestos a conquistar cualquier tierra descubierta, pero cuando encontraron Lilith no les intereso mucho pelearse por esa pequeña parte de Aslagia, supongo que no les pareció la gran cosa. Pero había alguien intrigado de verdad, el principe de las tierras más bellas de Aslagia, del reino del Toro dorado, la gran Teosia, el gran heredero al trono, Mael.

A diferencia de su padre, a él si le interesaba saber más sobre ese bosque lleno de leyendas urbanas, y un día como hoy estaba dispuesto a conocerlo de cerca, acompañado de Lord Savoy su mano derecha y mejor amigo, decidieron acercarse a la entrada del bosque, cuando escucharon una voz que se acercaba a ellos.

—¡No su Alteza! Alejesé de allí—Era una anciana que tenía aparentemente su casa cerca del lugar—Es peligroso—su voz como un viento helado. — No puede acercarse allí, hay criaturas horribles, ell-ellas c-cambian d-de fo-forma....—Titubea mirando a los lados, como si alguien nos viera—Vayanse porfavor.

—¿Que tipo de criaturas?—su voz baja y curiosa.

—Hablo de las br-..—pero una flecha la silenció para siempre.

Mael se volvió hacia Lord Savoy.

—¡Cuidado!—Savoy se coloca delante de él y saca su espada—Parece que fue un intento de ataque su Alteza.

—Ella sabe algo que no quieren que sepamos.

Saca su espada de igual manera mientras busca con la mirada de donde salió la flecha. Se acercó a la entrada del bosque, su corazón latiendo con una emoción oscura. Y entonces, la vio. Una joven de cabellos oscuros,tan delgada y frágil, pero con una belleza que parecía salida de un sueño, vestida con un elegante vestido ciruela, se tambaleaba hacia adelante, sus manos en las rodillas.

—Señorita identifiquese—Apunta con su espada en tono firme Lord Savoy.

—¿Se encuentra bien?—Preguntó algo desconfiado pero no pudo dejar de mirar cada detalle de ella.

La joven no respondió, solo se estremeció, y luego alzó la mirada. Él se sintió impactado por la belleza de sus ojos violetas. Era como si hubiera visto el alma de la joven en ese momento.

Y entonces, se desplomó en sus brazos, desmayada. Él la sostuvo con cuidado, sintiendo una extraña sensación de protección hacia ella.

Savoy baja la voz—¿Mael estás seguro?

—No dude de mis decisiones Lord Savoy, no podría dejarla tirada aquí.

Toma su caballo y da media vuelta para regresar al castillo, voltea a ver a la extraña jovencita, y no puede dejar de pensar en esos ojos color violeta brillante y como habrá llegado aquí.

Corriendo un poquito se acerca Savoy—Debe ser hija de algún noble.

—Aparentemente sí—No puede dejar de voltear a verla cada que puede—La llevaré al castillo para que la vea un doctor.

—Se veía agitada, habrá estado escapando tal vez de la persona que nos intentó atacar.

—No sabemos si intentanban algo contra nosotros, pero sí con que no se sepa la verdad de ese lugar. Ella salió de allí, hay esperanza de poder salir si entramos, ahora sé que no debemos creer en todas esas historias urbanas que dicen.

En casi todos los reinos, el bosque de Lilith era un nombre que evocaba temor y fascinación, un lugar donde la oscuridad parecía tener vida propia. Se decía que era el infierno en la tierra, un lugar donde los demonios bailaban con las sombras y donde la muerte era la única salida. Y en el corazón de ese infierno, se decía que Lilith y Lucifer reinaban supremos, esperando a sus próximas víctimas. Pero ese día, él descubrió que la verdad era aún más oscura, más seductora. Gracias a esa señorita, él pudo comprobar que las historias no eran del todo ciertas, que era posible salir vivo del bosque. Y ahora, él se sentía atraído por ella, por la misteriosa conexión que parecía existir entre ellos




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