Brujas de Lilith

D

Aún sin apartarse la mirada, era como si ellos solos estuvieran en el mundo tan de repente.

Lanza una pequeña risa—Eres una mujer muy intrigante, Ebony. No puedo evitar sentir curiosidad por ti.

—Vaya que es directo—Ríe un poco—Principe...—Busca saber su nombre.

—Mael...—Sonríe—Soy un hombre que sabe lo que quiere, Ebony..—intensificando su mirada.

—¿Y que quiere de mí?

Él se inclinó hacia adelante, su aliento cálido en la oreja de ella.—Quiero saber más sobre ti, Ebony—su voz llena de deseo.—Quiero saber qué te hace tan especial, qué te hace tan diferente a todas las demás mujeres que conozco.

Su rostro estaba tan cerca del suyo que podía sentir el calor de su aliento.

—¿Y qué crees que vas a encontrar? —preguntó ella, su voz baja y seductora.

Él sonrió ligeramente.—No lo sé, pero estoy dispuesto a descubrirlo.

Ella río un poco—Eres un hombre muy valiente

Él se inclinó hacia adelante, su rostro a centímetros del suyo.—O tal vez solo soy un hombre muy curioso.

Ella se estremeció ligeramente, su cuerpo respondiendo a la cercanía de él. Pero no se retiró, no se alejó. En su lugar, se quedó allí, mirándolo con una mirada intensa y desafiante.

Y entonces, sin previo aviso, él se detuvo para acercarse lentamente.—No..—hizo una pausa mirando sus labios—No voy a besarte sin tu permiso.

Ella se sorprendió, mientras su mirada desafiante iba suavizándose ligeramente—¿Por qué no?—pregunto curiosa.

Él sonrió ligeramente.—Porque eres una mujer que valora su independencia y su libertad....Y yo respeto eso.—se aleja—¿Cierto?

Ella comienza a procesar lo sucedido pero de alguna forma responde segura—Si,ahora... debes irte, no puedes estar aquí , es muy peligroso, aquí no basta con tu simple espadita de caballero.

—Oh ¿de verdad? Yo pensaba en hacer un poco de esto y esto—Trata de jugar con su espada simulando una batalla y logra hacerla reír. La luz del sol que se filtra a través de las hojas de los árboles ilumina su rostro, y por un momento, él ve una chispa de alegría en sus ojos.

Y vaya que aquella jovencita tenía una risa dulce, era genuina, contrastaba con su belleza, él se sintió atrapado en la red de sus sentimientos, que florecían como una pasión silvestre, por alguien que horas antes era un misterio. El bosque, antes un reino de sombras, ahora se transformaba en un jardín de ensueño, lleno de promesas y posibilidades. La tensión entre ellos aún vibraba como una cuerda tensa, pero ahora había una chispa de conexión que brillaba como una estrella en la oscuridad, iluminando un camino que no podían ignorar.




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