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Él salió del bosque, con una sonrisa tras sus pensamientos que tenían nombre ahora, Ebony, aun que aquella sonrisa se desvaneció cuando la curiosidad lo invadió de nuevo, porque ella había dicho que no era seguro para alguien como él, y que una espada no bastaba. La luna estaba alta en el cielo cuando él llegó al castillo, su corazón latiendo con una mezcla de emoción y determinación. Sabía que no podía dejar que Ebony se quedara sola en el bosque, no después de lo que había visto en sus ojos. Tenía que encontrar la manera de protegerla, de mantenerla a salvo de los peligros que la rodeaban.

Y así, con una resolución renovada, él se dirigió hacia sus aposentos, listo para planificar su próximo movimiento. Pero justo cuando estaba a punto de entrar en su habitación, escuchó un ruido detrás de él.

Se dio la vuelta, su mano en la empuñadura de su espada, listo para defenderse. Y eso fue cuando la vio, de pie en la sombra, su rostro pálido y asustada por el actuar del principe.

—¡Disculpe, Alteza!—Agacha la cabeza, era una criada—Soy yo, disculpe no quería asustarlo, porfavor no me mate.

Sorprendido baja la guardia—No... no te haré nada, disculpeme a mí, creo que estoy algo alterado, iré a descansar.

—Su Alteza, espere, quería informarle que su Majestad desea verlo mañana temprano por la mañana en el salón real.

—Esta bien, gracias.—Se retira a su habitación.

Al dia siguiente, el gran salón del castillo estaba iluminado por la luz del sol que entraba a través de las ventanas altas. El rey, sentado en su trono, miraba a Mael con una expresión seria.

—Mael, hijo mío —comenzó el rey, su voz grave y autoritaria.—Mi gran heredero, algún día llegarás a ser rey gran soberano, dueño del gran mundo... Y debes de saber algo, siempre estar informado de lo que ocurre con tu pueblo. Ultimamente, los rumores respecto al bosque de Lilith están resonando demasiado. Los soldados que envío para que custodien las fronteras con Vara, que están cerca a este bosque—Su expresión se vuelve de preocupación—temen que sean asesinados. Hay muertes extrañas, según hasta un ciervo pudo matar a un soldado... no tiene explicación. Así que podría tratarse de magia negra o algún atentado de Vara hacia el reino de Teosia, por ello tenemos que estar listos si los Varanenses nos declaran la guerra.

Mael se quedó en silencio, escuchando las palabras de su padre. El rey parecía preocupado, y Mael no podía culparlo. Los rumores sobre el bosque de Lilith habían estado circulando durante meses, y ahora parecía que estaban tomando un giro más siniestro.

—¿Qué se sabe sobre las muertes?— su mente ya empezando a trabajar en posibles explicaciones.

—No mucho...Los soldados que han regresado han hablado de extrañas marcas en los cuerpos de los muertos, y algunos han mencionado haber visto sombras oscuras y pocos animales salen del bosque. Pero no hay pruebas concretas de que sea magia negra o un atentado de Vara".

Mael asintió, su mente ya trabajando en posibles teorías. Sabía que el bosque de Lilith era un lugar peligroso, pero no había imaginado que las cosas fueran tan graves.

—¿Qué se va a hacer al respecto?

El rey lo miró, su expresión seria.—Voy a enviar una partida de soldados más experimentados para que investiguen lo que está sucediendo en el bosque. Y quiero que tú te unas a ellos.

Mael se sorprendió, pero no dijo nada. Sabía que su padre no le pediría que se uniera a la partida si no fuera importante. Y además, esto le daría la oportunidad de volver al bosque y tratar de descubrir qué estaba sucediendo allí. Y tal vez, encontrar a Ebony de nuevo.

Asintió—¿Y que pasa si encontramos algo que realmente sea un peligro para el reino o los reinos?

—Regresas a avisarme, esta información es importante Mael—Hace una pausa para con una señal hacer que le hagan llegar unos papeles, es el mapa—Nunca ningún reino se había acercado a ese bosque, ni estaba en planes de algun reino Aslago tomarlo.

—Siempre pensé que no les había interesado, ¿Porque pelearse por un bosque?

—Cuando conquistas una tierra no solo te fijas en el lugar sino en lo hay dentro de ella—Abre el mapa—Este bosque es lo que conecta todos los reinos, es el extremo al otro lado de Aslagia, si queremos expandirnos debemos pasar primero por ese bosque, pero nadie se atrevido todavia, porque estan los rumores estúpidos que ponen tensos a los soldados, además que sus familias comienzan a tocar las puertas del castillo para que no enviemos a sus familiares a ese lugar. Se supone que tenemos un ejercito capacitado, hay personas valientes pero ese maldito bosque oculta algo que ningún rey de Aslagia ha querido acercarse, tan solo la entrada se ve tenebrosa.

—No te decepcionaré padre.

Se vuelve a él con una sonrisa de confianza y una mano en su hombro—Estoy seguro de eso hijo, sé que llevarás la operación de manera exitosa y me traerás información valiosa de ese maldito lugar.

Mael se retira del salón real, sintiendo el peso de la responsabilidad en sus hombros. Mientras camina por los pasillos del castillo, no puede evitar pensar en Ebony y en el bosque que ahora debía investigar con profundidad.

Llega a su habitación y se sienta en su escritorio, comenzando a planificar la operación. Saca un mapa del bosque y comienza a estudiarlo, buscando cualquier debilidad o ventaja que puedan tener. De repente, escucha un golpe en la puerta. Se levanta para saber quien es, y se encuentra con uno de sus soldados más confiables, un hombre llamado Thorne.

—¿Qué noticias tienes, Thorne?

Thorne hace una pequeña reverencia—Mi señor, he recibido informes de que hay movimiento en el bosque. Algunos de nuestros exploradores han visto figuras oscuras moviéndose entre los árboles. Y cuatro de nuestros hombres han sido encontrados muertos en la entrada del bosque con un mensaje en este papel.

Mael se siente un escalofrío recorrer su espalda, recibe la nota que dice "No pienses que no te vimos, sabemos de ti, y pagarás por tratar de invadir nuestras tierras"