Brujas, La Legión

Capítulo 20

Sally y Alejandro querían atacar a la mujer frente a ellos, todo en su interior se los pedía. La directora había hecho cosas horribles con la vida de ellos. Pero no podían atacarla, si la mujer asesinaba a Dyn, se iban a ir a juicio, y no tenían tiempo para hacerlo, además, Sally no podía perder a su hermana, jamás podría dejarla morir, lo que no entendía era la razón por qué Eva no se trasmutaba del lugar, podría hacerlo.

La tensión en el lugar se podía cortar con un chichillo de hoja gruesa, los ojos de Sally y Alejandro emitían odio, más los de Han transmitían superioridad a esto sumando la media sonrisa que tenía pintada en el rostro. Nadie en la habitación decía nada, Sally y Alejandro buscaban una manera de salvar a las dos personas amenazadas por la directora, la cual, al ver los ojos de los muchachos moverse de Dyn a Eva, solamente presionaba sus manos, ahorcando un poco más a cada una de sus víctimas.

—No tenemos la vasija. —dice Sally a la directora.

—Entonces, te vas a quedar sin hermana. Y humanizada. —avisa Han.

—Han, no tenemos la vasija. Jess la tiene, y como puedes ver, no está aquí. —dice Alejandro moviendo sus manos.

—¿Dónde está Jessica? —pregunta la directora.

Sally y Alejandro intercambian miradas. La directora no podía saber dónde estaba Jessica, si se enteraba no dudaría en bajar e intentar asesinarla, a ella y a Jason. Además, Jess y Jason necesitaban todo el tiempo posible para hablar con Lilith sin ser interrumpidos, Sally y Alejandro lo sabían, no podían simplemente entregarla, pero tampoco podían dejar morir a Eva. Tenía que idear un plan rápido o Han iba a asesinar a Eva y se iba a llevar con ella a Dyn, para luego inculpar a Sally.

—Tratando de localizar a mi padre. —dice Alejandro.

—¿Azrael? —la directora comienza a acercarse, y sus zapatos hacen eco en todo el lugar.

—Sí. Están en el hotel Zanz, nosotros vinimos a rescatar a Eva, debíamos conseguirles todo el tiempo necesario. —Alejandro suena algo resignado.

—¿Para qué quieren a tu padre?

—Queremos hablar con Mallory, Azrael es el único ser que viaja entre reinos sin consecuencias. —interrumpe Sally.

—Vienes conmigo Zarzakovich, quiero que me muestres dónde están exactamente y si ya han bajado, debes ayudarme a llegar al Garg. Después de todo, eres el hijo del ángel de la muerte, también puedes viajar entre reinos sin efectos secundarios. —dice Han y suelta a Dyn, el que provoca un estruendo cuando choca contra el suelo.

La directora crea un portal a su espalda, uno que iba directo al hotel Zanz. Alejandro voltea para donde Sally, y susurra:

—Debes ir con Eva a La Academia, averigüen todo lo que puedan de Astoreth. La voy a distraer lo más que pueda. —avisa el joven Zarzakovich a la bruja.

Han de un movimiento hizo caer a Eva dentro del lugar, quebrando una ventana y dejándola completamente arañada y cortada. Sally corrió a ayudarla. Eva quiso levantarse para enfrentar a Han, pero Sally la detuvo y le explicó lo que Alejandro debía hacer. La directora miró directo a las brujas, luego soltó una risa de burla, para después entrar al portal, Alejandro podía quedarse con Eva y Sally, pero tenía que detener a Han, por lo que entró al portal y éste desapareció.

Eva y Sally se levantaron lo más rápido que pudieron, Sally abrió un portal directo a La Academia, mientras Eva se curaba las cortadas, ambas entraron al portal. Aparecieron en La Academia, Eva quedó un sorprendida por lo cambiado que estaba el lugar, debían esconderse de La Rebelión. Empezaron a correr a la sala de entrenamiento, de ahí debían subir a las habitaciones y luego a la biblioteca. Arribaron a la sala de entrenamiento, para su suerte, estaban entrenando.

—¡Hey! —gritó una de las mujeres con ropa militar.

Eva no dudó en activar su arco y dispararle una flecha. Pero la mujer dio un salto en el aire y la esquivó. Eva activó su espada y corrió hacia dos mujeres que se dirigían hacia ellas. Evangeline golpeó a ambas con su espada ágilmente, evitando cortarlas, no podían dejar una fila de cadáveres a su paso. Pero las mujeres ahí presentes hicieron aparecer dagas en sus manos, con las cuales intentaban asesinarlas.

—Han dijo que si llegaban, teníamos que entregarle el corazón de Eva, como no las conocemos, creo que tendremos que sacarles el corazón a ambas. —dice una mujer de las presentes.

Sally sacudió su mano e hizo aparecer tres flechas, las que disparó al instante, las mujeres las esquivaron y comenzaron a correr hacia ellas. Sal levantó su mano, y antes que las flechas se enterraran en la pared, las devolvió, las tres mujeres que estaban por abalanzarse sobre Sally y Eva voltearon, las tres flechas entraron en las tres cabezas, dejándolas en el suelo desangrándose.

—Tenemos que irnos. —le dice Sally a Eva.

Ambas comenzaron a correr, debían buscar los libros lo antes posible para salir de ahí. Se fueron por la parte trasera de la sala de entrenamiento, cogieron las gradas que la llevaban a las habitaciones, una vez ahí, corrieron por el pasillo hasta llegar al final, ahí subieron al elevador que las llevaba directo a la biblioteca.

—En cualquier momento nos van a descubrir. —dice Eva.

—¿Por qué no te trasmutaste? —dice Sally. Aquella pregunta la había querido hacer, pero no encontraba cómo hacerla, así que simplemente la soltó.



#13530 en Fantasía
#2817 en Magia
#19329 en Otros
#2989 en Acción

En el texto hay: accion y amor, aventura., accion drama

Editado: 28.11.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.