Capítulo 47

Hace dos años. Halloween.

Las tres brujas se encontraban sentadas en la cama de la habitación de Jessica, habían entrenado y luego tomado una ducha, ahora comían unos bocadillos mientras hablaban. Las tres mujeres esperaban que el sol cayera para escabullirse e ir a una fiesta de la que habían escuchado durante toda la semana, no era siempre que la noche de brujas caía en domingo.

—¿Crees que Noah esté allí? —pregunta Eva.

—¿Noah Sall? —repite Jessica.

—Sí, hace días que no lo veo. —contesta la chica Hark mientras devora un nacho de los que se estaba comiendo.

—¿Para qué lo quieres ver? —pregunta Sally.

La chica Hark y Lithuriel dejan salir una risa algo traviesa y a la vez burlona.

—No quiero “verlo”. —contesta Eva.

—Ese chico es raro, nunca me dio buena espina. —dice Sally.

—Casi nunca te acuestas dos veces con un mismo chico. —añade Jess mientras se levanta de la cama para sentarse frente al espejo.

—Lo sé, pero Noah es algo diferente. —contesta Eva.

Sally y Jess se voltean a ver incrédulas.

—¿Estás pesando en una relación? —el tono de Sally era burlón.

—Noah es humano, no creo que una relación sea lo indicado. —dice Jessica.

—No quiero una relación. Para nada, solo quiero, estar con él un poco de tiempo más, antes de borrarle la memoria. —Eva se desploma contra la cama.

Las tres chicas terminaron sus nachos, Jessica terminó de maquillarse, luego fue el turno de Eva y por último Sally. Estuvieron alrededor de dos horas hablando sobre Noah y Eva. La señorita Lithuriel mantenía su postura en que eso era incorrecto, que no podía andar con humano, mientras que Sally trataba de decirle que viviera su vida.

Convencer a Jessica de que se uniera a ellas para ir a la fiesta había sido difícil, incluso intentó decirle a la directora Han lo que iban a hacer, pero después de persuadirla, lo lograron, al menos accedió a ir unas dos horas, pero Eva y Sally sabían que una vez en la fiesta cambiaría de opinión.

Las tres mujeres comenzaron a vestirse, era costumbre de ellas no dejar las armas, aunque fueran a una fiesta, siempre las llevaban, pero el hechizo que las mantenía ocultas funcionaba a la perfección, solo tenían que activarlas en el momento que necesitaran. Eva, como siempre, se vistió para impresionar, ropa que dejaba poco para la imaginación, Sally intentó ir por algo más casual, mientras que Jess casi cubrió todo su cuerpo. Sally y Eva quisieron que Jess se cambiara, pero la chica fue persistente en su decisión. Ahora solo les quedaba esperar que fuera la hora para salir, dentro de la Academia no podían crear portales sin que Han se enterara, por lo que tenían que salir del lugar, para crear el portal, la Academia apagaba las luces temprano, pero Sally había interferido en el cableado para que no afectara sus habitaciones, la luz de la habitación de Eva era la única encendida, todas las brujas estaban dormidas, solo tenían que caminar sin hacer ruido.

Las tres mujeres esperaban impacientes, Sally golpeaba repetidamente su pie contra el suelo, provocando un pequeño sonido, pero irritante. Casi era la hora a la que debían salir. Eva se cambió sus zapatos por décima vez, para decidirse por los primeros que había elegido. Sally iba a abrir la puerta para salir, pero ésta se abrió antes de que la chica Dorman siquiera tocara el pomo. Del otro lado de la puerta estaba la directora Han.

—Lamento estropearles sus planes, señoritas, pero tengo una misión para ustedes. —la directora habló con tono fuerte y marcado.

Las tres chicas se voltearon a ver completamente decepcionadas, incluso Eva hizo una mueca de molestia.

—¿Por qué noso…?

—A mi oficina. —dijo la directora y se dio la vuelta. —Ahora. —terminó de decir sin siquiera voltear su cabeza.

Jess siguió a Han sin hesitar, mientras que Eva y Sally dudaron un momento antes seguir a su hermana, pero finalmente lo hicieron.

—Solo quiere molestarnos. —dijo Eva mientras caminaban a la oficina de Han.

—Estábamos por romper las reglas, creo que lo tenemos merecido. —añade Jess.

Han arribó primera a la oficina, entró, encendió la luz y se sentó detrás del escritorio a esperar a las tres chicas. Una vez entraron, sacó de una de sus gavetas un folder lleno de hojas.

—Ahí está toda la información que necesitan. —dice Han.

Jessica levanta el folder, lo abre batallando para que las hojas no se caigan. El folder estaba lleno de fotos de hombres, al lado de cada foto una enorme lectura con la información. Mientras Jess pasaba los papeles, se encontró con uno que le erizó la piel, lo sacó del folder y se lo pasó a Eva.

—La misión es en Dubái. Las Areek fueron atacadas, algunas sobrevivieron, deben ir y traerlas con vida. —dice Han.

—¿Atacadas por quién? —pregunta Sally.

—Cazadores. No sabemos cómo las encontraron o cómo las identificaron, pero casi las asesinan a todas. —añade Han.

—Yo sé cómo las encontraron. —dice Eva.