Julio 2019
Para muchas mujeres es bochornoso que se les queden mirando mientras caminan, para mí es muy diferente. Que tanto hombres como mujeres se me queden mirando solo ayuda a que mi autoestima se eleve, claro que nunca dejo que alcance la escala egocéntrica.
El equipo técnico me sigue con la mirada, así como unos que otros presentadores, yo me limito a sonreírles y saludarlos con la mano. Un camarógrafo gruñó cuando pasé por su lado, lo que se me hizo más gracioso que atractivo.
No poseo extrema belleza, pero soy bonita, no lo sé porque me lo dicen, sino porque es lo que pienso de mí misma, soy bonita, el que no lo crea que se joda.
No me dejo intimidar fácilmente, más bien las personas se intimidan conmigo, al parecer no todos son capaces de aguantar mis "comentarios".
No voy a mentir, soy capaz de bajarle los humos a cualquier persona, no porque me lo proponga, más bien ellos no son capaces de escuchar la verdad y, mi más grande defecto es que no puedo evitar decirla.
–Themies apresúrate, la entrevista está por comenzar.
Camil, mi representante, camina junto a mí por los pasillos del estudio donde estoy a punto de dar una de las tediosas entrevistas que no son devotas de mi amor.
–Tranquila, yo soy la estrella hoy, tienen que esperarme– digo en broma. Ella rueda sus ojos marrones para después resoplar.
Camil toma todo muy en serio, siempre vive estresada. Debo admitir que soy una de las razones por la que está así, pero es mi representante, mi trabajo es estresarla, creo.
Puedo ver que nos acercamos a la entrada del set de grabación, se puede ver algunas personas corriendo de aquí para allá, arreglando todo para que quede listo.
–¡Cinco minutos!– el grito del director, Royer Brake, se escucha en todo el lugar, mientras les grita a algunos de los trabajadores.
Estoy a punto de entrar al set cuando Camil se interpone en mi camino y me da una mirada severa. Ya sé que va a decirme, me ve con los mismos ojos que mi madre me veía de niña. Ruedo los ojos, aquí vamos otra vez.
–O no, no me ruede los ojos, si no te gusta que te diga lo mismo una y otra vez debes hacerme caso– bajo la cabeza para mirarla a los ojos dispuesta a soportar mi sermón del día.
No se confundan, no soy una jirafa. De hecho, ni siquiera me puedo considerar alta, mi estatura es de rango normal, por un poco rozando lo baja, Pero Camil va más por el de una persona pequeña. Tampoco es que sea una enana, simplemente es pequeña.
–Estás a punto de dar una entrevista en vivo, ya sabes la rutina, primero te harán preguntas sobre tu vida, pero como es un programa de moda te preguntarán sobre quién estas vestida, es ahí donde vas a dar promoción diciendo las características de tu vestuario– mira a los lados de forma rápida haciendo que su pelo cobrizo por encima de sus hombros callera en su cara, luego volve su atención a mí, baja la voz y junta sus manos en forma de plegaria- por favor, te lo ruego, no seas tan… tú.
La observo sonriendo, mantiene sus manos en la misma posición, conociéndola debe estar rezando en su mente para que esta vez siga su consejo.
–Lo intentaré– separo sus manos con las mías y las pongo a su costado lentamente- ahora cálmate. Todo saldrá bien, como siempre.
Suspira profundamente. Desde que trabaja conmigo es lo único que hace y mi reacción siempre es reír.
–Oh, pero si aquí está mi modelo favorita– Royer aparece a mi lado y ahora la que resopla soy yo. Aquí vamos otra vez.
Royer no es un mal tipo, pero es muy lame botas, algo que odio.
Royer me cae más o menos me cae bien; además es guapo, alto, de piel morena, sus ojos son marrones pero muy claro, y no suele dejarse crecer el cabello, si, es lindo.
Un lindo lame botas.
–Hola Royer, gracias por invitarme nuevamente.
–Siempre es un gusto tenerte en mi programa, Themies. Eres la mejor modelo que nos ha tocado entrevista– le sonrío con cortesía, pero no puedo evitar lanzar lo que Camil ha catalogado como "mi veneno".
–De verdad me agradas un poco, Royer, pero deja de alimentar mi ego– el abre los ojos sorprendido y escucho a mi representante maldecir– que me adules tanto no va a ser ni que venga más seguido o deje de venir a tu programa. Siempre y cuando hagas una mejor oferta que los demás programas, estaré aquí; así que, ya deja lamerme el culo.
Se queda callado unos segundos mirándome fijamente aún muy sorprendido. Camil a sus espadas lo mira aterrada y creo que definitivamente está rezando.
Los labios de Royer se curvan lentamente antes de comenzar a reír. Levanto mis cejas hacia él, miro a Camil que se encoje de hombros y me hace una señal haciendo alusión a que me va a matar.
–Themies, adularte es mi trabajo– me sonríe de manera amable– necesito ser un lame culos, puede que a ti no te guste, pero a muchas estrellas les acaricia el ego.
–Pues me agrada saber que no eres un idiota, pero por lo menos conmigo deja de serlo, me irritas.
–A decir verdad, pensé que, el ser extremadamente sincera, era solo un falso papel.
–No, no soy tan hipócrita. El falso papel te lo dejo a ti
–No sabes nada todavía– dice Camil, al tiempo que lo repasa con su mirada dando otro largo y profundo suspiro. Royer voltea a ella, la mira de pies a cabeza, le guiña un ojo y vuelve su atención a mí con una sonrisa boba.
Siempre es igual, me digo a mi misma.
¿Cuál de los dos más lento?
–Señorita verdad.
–No me llames así Royer, suena estúpido y poco ingenioso.
–¡Themies! Prometiste intentarlo– reprocha mi representante.
–Cam, no te enojes tanto te pones totalmente roja y pareces uno de esos elfos adorables de santa Claus– abre la boca para decir algo, pero sabe que no tiene caso, por lo que calla resignada, escucho a Royer reír– además te prometí intentarlo cuando esté al aire.
Editado: 22.01.2021