Bu! ¿dulce o truco?

Capítulo 1

Thebe siempre estaba con su grupo de amigas, era la más callada y reservada de todas, las demás eran conocidas por sus múltiples problemas y estar presentes en varios enredos.

Pero pese a estar al fondo, a nadie le pasaba desapercibido su belleza, su cabello chocolate con suaves ondas y esos ojos que en un segundo eran esmeraldas y al siguiente, grises. Su voz era suave, melodiosa y rara vez salía de esos labios rosados, y cuando lo hacía, parecía hechizar al resto. Cálida, al igual que la expresión de su cara y su habitual sonrisa.

Esa era la Thebe que Jackson, la que había mirado desde lejos cuando caminando con sus amigos, se la topaba. Y esa Thebe sonriente, es de quién él se había enamorado. 

Pero…esta chica no era esa Thebe.

La expresión en su cara era fría, recelosa e incluso parecía fastidia. Todo ello encogió el corazón de Jackson y fue como si lo sacudieran. Antes de que pudiera decir algo, Thebe entrecerró los ojos.

-Guarda silencio y solo mírame-siseó.

-¿Thebe?-preguntó una chica a sus espaldas llamando la atención de Jackson, sin embargo, antes de que él la viera, Thebe tomó con sus manos su rostro, evitándolo.   

-¿Qué?-prácticamente le gruñó.  

-¿Así que al fin escogiste a alguien?-su tono era divertido-No creí que te fueran los intelectuales.

-Métete en tus asuntos, Portia-gruñó fastidiada-Si es mi tipo o no, no te importa.

A Jackson le sorprendió su manera de hablar, se supone que eran mejores amigas. Portia y Thebe siempre parecían confidentes, pero ciertamente, ahora Thebe daba la impresión de odiarla.

-Cuando acabes…puedes dármelo-sugirió Portia con voz melosa-Estoy segura que sin las gafas se debe ver muy bien.

Eso heló la piel de Jackson, su instinto le decía que no debía haber ido a esa fiesta.  

Para sorpresa de Jackson, Thebe empezó a reírse de manera fría y careciente de gracia.

-Sabes que nunca comparto mis cosas. Tócale un solo cabello…y te aseguro que será la última vez que te acerques a un hombre.

La amenaza de Thebe hizo que Portia se estremeciera y retrocediera. Algo era extraño, Thebe nunca había hecho algo así, ciertamente ella esperaba que se encogiera de hombros y se lo aventara para evitar problemas, pero la había amenazado y encima, le estaba dedicando esa mirada.

Una mirada cazadora y mordaz.

Thebe le ataría al infierno y no estaba bromeando.

Portia rio, no le quedó más remedio que ocultar su nerviosismo tras una risa nerviosa y encogerse de hombros.

-Bien, como quieras. Igual ya tengo a alguien en mira.

Con esas palabras se retiro rápidamente y se llevó consigo a un chico al azar.

-Esta cada vez más loca…-mascullo Portia mientras rogaba que Thebe volviera a sus cabales para cuando se acabara la fiesta.

Tiene suerte que nadie pueda verla ahora-pensó para si misma-Si conocieran a la verdadera Thebe estoy segura que no la querrían cerca, jodido fenómeno.

Que Portia pensará aquello era ciertamente irónico, sobre todo porque Portia era quién solía jugar a menudo con los humanos y no Thebe.

Por otro lado, mientras Portia huía, Jackson no sabía que demonios estaba pasando y tampoco es que Thebe le dejara preguntar, se levantó rápidamente, pero tomó del brazo a Jackson y con fuerza tiró de él hacia las gradas. Subieron al segundo piso, Thebe prácticamente corrió hacia una habitación y en menos de un segundo, la espalda de Jackson chocó contra una pared y Thebe estaba apoyando su frente contra su pecho.

Su corazón se detuvo para luego latir locamente, era tanto, que incluso deseo morir. Al menos detenido sería menos vergonzoso.

Era una suerte, como desgracia, que Thebe ni siquiera le hubiera prestado atención.

-Lo siento…-salió un leve susurro de esos labios rosados-Jackson…desde ahora, vas a obedecerme, y cuando chasquee los dedos, te quedarás dormido…al despertar, no recordarás nada de esto.

Nunca debiste haber visto nada de esto…-se lamentó Thebe.

Sus manos pequeñas se alzaron y cuando estuvo por chasquear los dedos, Jackson la detuvo. Thebe le miró sorprendida, pero él no la veía, su cabello le estaba tapando los ojos.

-Si olvidaré esto mañana…-apretó los dientes armándose de valor-Quiero hasta media noche.

-¿Qué?

-Tomaré está loca situación como algo genial-le aseguró sonriendo-Supongo que así se sintió Cenicienta cuando la hada madrina le dijo que tenía hasta medianoche, solo que ahora yo te pido que me esperes hasta medianoche.

Thebe le miró confundida, ella sabía que Jackson era extraño y muy divertido. Entonces, no debía sorprenderle esa respuesta, pero…

-¿Por qué quieres hasta media noche?

-¿No puedo tener secretos como tú?

Las mejillas de Thebe se colorearon y se sintió avergonzada.

-Si es lo que deseas…tienes hasta media noche-miró sus manos unidas y la soltó-Puedes irte.

No puedes huir, así quisieras, desde ahora siempre podré encontrarte…

-¿Y quién dijo que iba a irme?-preguntó Jackson y pasó a su lado como si nada.

Thebe abrió los ojos sorprendida e incrédula vio como Jackson empezó a tocar todo lo de la habitación.

-¡No toques nada!

-Lo siento, es curiosidad. ¿Qué es todo esto?

-Creo que debes irte.

-Mañana lo olvidaré todo Thebe. Entonces no tienes que preocuparte ¿verdad?

Aunque no quisiera, el chico disfrazado de cazador de brujas tenía razón. Eso casi le hizo sonreír, un cazador…en la habitación de una bruja.

-Eso no importa…no puedo regenerar las partes perdidas.

-¿Qué?-Jackson dejó de inmediato todo y ante su ingenuidad, a Thebe se le escapó una leve risa-Espera, ¿estabas bromeando?

Thebe se encogió de hombros.

-Puede.

Técnicamente podía sanar, pero no regenerar. Eso era imposible, por más bruja que fueses.




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