Ned es un muchacho, tal vez no sea él mejor de su clase o él mejor trabajador, pero lo que sí es seguro, es que buscaba algo que le hacía falta. Pasaba por las calles viendo como las personas siempre estaban enojadas. No entendía el por qué todos siempre se mantenían distantes o fingiendo.
Ned andaba siempre con sus audífonos puestos, pues no quería escuchar las palabras de los demás. Ya se había cansado de escuchar como es que fingían con sus palabras. Al escuchar como hablaban de una manera muy "especial" ante las otras, mientras las odiaban por detrás. En las noticias sólo se escuchaba de muertes o problemas que tenían, incluso, en el mismo gobierno. El modo en como es que todos se llevaban la contraria. El simple hecho de las promesas rotas o falsas, le hacían querer dejar de ser parte de una sociedad así. Pero, al ser una persona que también trataba de alejarse de ello, no le daba el derecho de tratar hacer cambiar la forma de pensar de los demás.
Ned, con apenas haber terminado el diversificado y preparándose para comenzar el primer semestre en la universidad, decidió ir a estudiar lejos de su hogar, al creer que podría ver otro punto de vista diferente a lo habitual. Pero, la verdad es que Ned se encontraba cansado de andar siempre fingiendo o ignorando a los demás y creía que podía dejar de hacer eso si no estaba en su hogar. Por lo que se las arreglo para entrar a una universidad de la capital y consiguió un trabajo de medio tiempo, con el que podría pagar todos sus gastos. Ahora, lo único que necesitaba era un lugar donde quedarse. Para ello, se fue a dar una vuelta por la capital, con la esperanza de poder encontrar una pensión o, si le era posible, un apartamento.
Al estar a mediados de noviembre, se dirigió a la capital para poder buscar un lugar donde hospedarse hasta termina la universidad. Estuvo buscando durante un día completo, al no encontrar nada, se quedó en un hotel. Al día sigue empezó a ver algún pensionado o habitación que se encontraran disponible. Al encontrar uno, se quedó ahí para pasar la noche, aunque no podría vivir ahí durante su estancia en la universidad debido al precio que este tenía. No quiso tampoco quedarse en aquel hotel que le habían recomendado durante su búsqueda, pues le parecía demasiado costoso y él necesitaba hacer el menor gasto posible. Al siguiente día continuó con su búsqueda, anduvo de un lugar a otro pero, después de buscar sin ningún resultado, se dirigió a ver la universidad en la que estudiaría a partir del siguiente año.
Al llegar a la universidad, entró a dar un pequeño recorrido por las instalaciones. Le pareció maravilloso el que fuera muy grande y tuviera laboratorios para cada carrera. También tenía una gran cancha de fútbol, pista de carrera entre otros. Pero, una vez terminó de dar un recorrido por el lugar, continuó con su búsqueda. Después de un rato, al fin consiguió un lugar donde quedarse. El lugar era espacioso, lo suficientemente para una persona que se dedicaría al estudio, pues tenía todo lo necesario para él. El alquiler no era demasiado elevado para su presupuesto, por lo que podría pagarlo sin ningún problema.
Le agrado el pequeño jardín que tenía. Lo único que esperaba era no tener ningún problema con los vecinos de la par. Al quedar decidido acerca del lugar, quedo con el dueño en alquilar aquel lugar a partir de la siguiente semana. Pues deseaba comenzar a trabajar, para tener un poco de dinero ahorrado, antes de que comenzaran las clases. De esta manera, decidido a empezar su nueva etapa de la vida, se dirigió de vuelta a su casa, para comenzar a empacar.
Estando en su casa, revisó que llevaba todo y se despidió de sus papás, diciéndoles dónde iba a vivir. No podía esperar en empezar a vivir en un nuevo lugar, ya que esperaba poder cambiar toda la forma en que miraba a los demás. Pero al llegar, notó que las personas eran iguales. Ned estaba decepcionado por esta realidad, ya que esperaba que nada fuera igual a dónde vivía. Resulto que lo único que era diferente era el lugar donde vivía. No lo podía creer pero, a pesar de ello, no cambió sus planes. Comenzó a trabajar como mesero en un pequeño comedor, que no se encontraba tan lejos de dónde vive. Ned pensaba - ah, no puedo creer que las personas sean igual a dónde vivo. Bueno, no me voy a regresar sólo por eso. Además, ya conseguí un lugar donde vivir, un trabajo y logré entrar a la universidad. No puedo dejar todo tan sólo por que nada cambió -.
Al estar en su primer día de trabajo, estuvo a punto de llegar tarde, debido al tráfico. Tan sólo llegó a la parada, comenzó a correr para llegar a tiempo. Para su suerte, se había atrasado un poco el encargado en abrir, por lo que no le dijeron nada. Al entrar, el encargado lo presentó ante todos, diciendo - ahora les voy a presentar al nuevo empleado. Ven para acá - se acerca Ned - el es Ned. A partir de hoy será uno de nosotros. Vamos - le dio una palmada en la espalda - no seas tímido y preséntate ante los demás -, Ned, - S si señor. Mucho gusto, mi nombre es Ned y espero que podamos trabajar juntos. También me quiero disculpar si les llego a molestar durante mi primer día. Pero espero poder mejorar y poder trabajar bien con todos -, el encargado, - Mira Ned, él es - señalando al muchacho del lado derecho - Rafael, uno de nuestros cocineros - señaló a la muchacha que estaba a la par - ella es Ester, también está en la cocina - señalando de uno a uno, le presentó a cada uno de los empleados. Al terminar dijo - mi nombre es Sergio. Ahora que hemos terminado las presentaciones, comencemos a trabajar -. Todos se retiraron a sus puestos de trabajo.
Ned quedó al cargo de Alan, quien le enseñaría todo lo que tenía que hacer. Por ser su primer día de trabajo, le indicaron que observara de primero como lo hacía Alan y luego él lo haría. Pero, a pesar de intentar observarlo, no era tan fácil. Alan tenía una forma delicada y muy precisa de atender a los diferentes clientes. La manera en que les servía, era casi como si los hubiera estado estudiando. Que cada cliente era diferente, no era ni un problema para él, les hablaba de una forma diferente a cada uno, tanto casual como amigable. Incluso, si se trataba de señoritas, la manera en que las trataba y lograba recomendarles era increíble. El, a pesar de ir a un paso rápido, lo hacía de tal modo que no se hacía notar. Ned, al ver como lo hacía Alan, no podía lograr hacerlo igual, por lo que terminó cometiendo muchos errores.