Búsqueda de un anhelo

Una nueva familia

Al haber terminado la primera semana de enero, la dueña ha llamado a Ned para que preparará los demás cuartos, ya que se encontraban en camino el resto de invitados de ella. Ned, se esmero para poder tener todo ordenado, sin olvidar que ya muy pronto comenzaría primer semestre. En el caso de Ned, el comenzaría a estudiar a partir de febrero, por lo que no estaría preocupado por el mes de enero. Esto también le ayudó bastante, ya que tenía que llevar a Godi a su escuela, mientras se acostumbraba al camino de regreso a la casa.

Por otra parte, también le ayudó a poder trabajar un poco más tiempo completo, ya que estaría estudiando por la tarde. El se encontraría trabajando medio día y tiempo a partir del inicio de sus clases. Todo se listo, que a Ned no le gustaba dejar todo a última hora, aunque había ocasiones en que no podía hacer nada para evitarlo. Por tal razón, mantenía todo lo que estuviera a su alcance a tiempo.

Al llegar el sábado, tocaron el timbre una y otra vez. Ned se despertó, debido a la insistencia que tuvieron. Miró el reloj, que apuntaba las cinco de la mañana. Ned se levantó y fue a ver de quién se trataba, mientras pensaba - quién vendría a buscar tan temprano. No pudieron esperar hasta más tarde - luego dijo, llegando casi a la puerta - ya voy, ya voy -. Al abrir la puerta, quién estaba tocando era una señorita. Ned, cuando le iba a preguntar que es lo que necesitaba, no pudo decir nada y se quedó con las palabras. La señorita, apenas se habían abierto la puerta, entró sin decir nada y se dirigió hacia adentro

Ned, al ver esto, iba seguirla, cuando alguien más le habló. Ned al escuchar que le decían "hola", volteó rápidamente. Al mirar, se trataba de otra señorita, pero ella le parecía familiar, como si la hubiera visto en otro lado. No, aún más, era como si la hubiera conocido de hace tiempo, pero no recordaba dónde. Él sólo dijo - hola -, la señorita, - disculpa a mi hermana por entrar así. Lo que pasa es que se encuentra de mal humor. Así que te pido que la perdones por eso -, Ned, - está bien, pero, por qué entró -, la señorita, - no te había contado ya mi tía -, Ned, - ¿tía? -, la señorita, - Sí, mi tía. Ella había dicho que estaríamos viviendo aquí -. En eso, Ned recordó que la dueña le había dicho que iban a venir otros de sus invitados esta semana. Pero, lo que no se imaginó, era que fueran dos señoritas. Y, reaccionando, rápidamente le pidió que pasara.

Al entrar, ella le dijo a Ned - al parecer, hasta tenido muy bien cuidado el lugar por nosotros. De verdad, te lo agradezco. Bueno, - entrando a la sala - esto es todo. Te agradezco por todo lo que has hecho pero, a partir de ahora, nosotras nos haremos cargo de todo -. Ned, no se quedó con aquellas palabra y dijo - discúlpeme, pero, según lo que me ha dicho la dueña, yo estoy a cargo de este lugar. Por lo que no puedo irme - ella, al ver que Ned estaba decidido a quedarse. Dio la media vuelta y llamó a su tía. Cuando le contestó, le empezó a decir que Ned no quería irse de la casa. Pero, cuando si tía le dijo que se haría cargo de todo, por lo que no tendría que irse, ella enfureció y colgó. Sin decir una sola palabra, subió arriba. Ned, después de ver que sinceramente no lo quería ahí, no bajaría la guardia, ya que no se sabe lo que podría pasar.

Aunque Ned no le tenía mucho miedo, tampoco significaba que debería de dejar esto así. Ahora, la misión de Ned era de intentar llevarse bien con ellas, por lo menos con la que quería que se fuera. Pues la otra no tenía la menor intención de sacar a Ned.

Ned, mientras preparaba el almuerzo, la que había entrado sin decir nada es entró. Ned, al verla, dijo - hola. Me llamó Ned y tú -, ella, - hola, mi nombre es Nohemí. Este, disculpa por haber entrado así nada más sin decir nada -, Ned, - no hay ningún problema. Yo también me tengo que disculpar, por no haber sido un buen anfitrión -, Nohemí, - no te preocupes por eso. Lo que me sorprende es que puedas cocina -, Ned - eso no es nada nuevo para mí -, Nohemí, - y ¿Qué es lo que estás preparando? -, Ned, - estoy haciendo huevos revueltos con un poco de un poco de frijoles volteados y plátanos para acompañar. También he puesto un poco de té de higo -, Nohemí, - suena rico, espero que ya este muy pronto. Aunque me hubiera gustado que hubiera un poco de carne azada -, Ned, - disculpa por no tenerlo en el menú. No esperaba que vinieran hoy, por lo que no pude ir a comprar -, Nohemí, - muy bien -.

Habiendo pasado un rato, Nohemí se encontraba entretenida con su teléfono, cuando Ned le dijo - Oye, no es por estar pensando mal ni nada. Pero, tu no piensas echarme también -, Nohemí, - no, mientras seas alguien recomendado por Fer, no tengo ningún problema -, Ned, - ¿Fer?, acaso así se llama la dueña -, Nohemí, - no, la tia se llama Cristina. Aunque se escucha raro que le digas dueña y no por su nombre o digas señora -, Ned, - no era mi intención decirlo así, es que nunca le pregunte su nombre y, como siempre respondía cuando le decía así, no le tomé mayor importancia - Nohemí se rió a carcajadas de Ned.

Ned, aunque se sintió un poco mal, estaba contento de poder hablar con Nohemí. Así estuvieron platicando hasta que estuvo listo el almuerzo. Todos se juntaron en la mesa, menos una. Ned, al ver que hacía falta alguien, pregunto por ella a lo que  Nohemí le contesto - ah, hablas de Esmeralda. Bueno, creo e se encuentra en su cuarto. Aunque no entiendo por qué no ha bajado todavía, ya que por lo general es la primera en estar. Bueno, si no se apresura, creo que se tendrá que conformar con la comida fría -. Ned se levantó para ir la a llamar.

Ned pensó - entiendo que tal vez no quería saber nada  sobre él pero, eso no significaba que tenía que quedarse sola, máximo siendo su primer día aquí. Voy a ir a hablar con ella -. Llegando a su habitación, tocó mientras decía - Esmeralda, baja que ya está el almuerzo sino se va a enfriar -. Como no escucho una respuesta, volvió a tocar. Al tocar nuevamente, ella abrió la puerta molesta, mientras decía - Oye, no estés tocando bastante que ya escuche. Sólo con una vez era suficiente - Ned - disculpa por ser tan insistente pero, como no respondías, creí que tal vez no habías escuchado -, Esmeralda, - no sé por qué estás aquí. Tú no deberías de estar aquí -, Ned, - ¿Cómo qué no debería de estar aquí?. Además, ¿por qué lo dices como si ya me conocieras? -, Esmeralda, - si tan sólo lo recordaras, sabrías el por qué -. Cerró con fuerza la puerta que, Ned reaccionando rápidamente, apenas pudo evitar ser lastimado con ella. Ned, frotando su nariz, debido al dolor que sentía, se fue directo a comer con los demás. Mientras bajaba, pensaba - cómo que debería de saberlo. ¿Cómo puede alguien que apenas acabas de conocer decir algo así?. Tal vez, sólo tal vez, me estaría confundiendo con alguien o de verdad me conoce -.



#24207 en Otros

En el texto hay: encontrar un anhelo

Editado: 02.03.2020

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