Buscando a Noah © Gay/homosexual

Capítulo 8: Mi cita no tan favorita

Conduje tranquilamente hasta casa, estacione mi camioneta, coloque las llaves en la puerta y cuando la abrí me llego un aroma a chocolate embriagante. Era chocolate caliente.

Llegué hasta la cocina, Mary estaba haciendo su receta, cuando pregunte el por qué, ella dijo que querría ganar la competencia en el pueblo sobre el mejor chocolate, le di ánimos – Noah Blair ¿a dónde crees que vas señorito? ¿crees que me he olvidado de tu guapo pretendiente? – Objeto cuando vio que sigilosamente esperaba escaparme de la cocina hasta mi cuarto. Suspire pesadamente.

- ¿Qué quieres saber mamá? -  añadí inquietante, ella no me dejaría en paz hasta que le dijera lo que quería saber.

- ¿Tu y ese chico son novios? ¿Ya se besaron? – Supere de manera alargada ante sus preguntas.

– Mamá Bruno y yo no somos novios… pero… - No podía decirle, o más bien no quería porque pensé que tal vez me regañaría por haber dejado que me besara sin ser novios. 

- ¿Pero…? – indagó mamá.

– Ya me beso… - dije casi susurrando, pero de seguro ella lo había escuchado. Espere su regaño, uno que nunca llego, su mano acaricio mi cabello y me abrazo.

 - ¿cómo fue tu primer beso mi amor? ¿te gusto? – Me aferré a su blusa y asentí abrazándola.

– Sentí mariposas mamá. – Susurré cerca de su barbilla, ella me dio una risilla en respuesta, volvió a acariciar mi cabello.

- Noah, ¿por qué rechazas al chico si te gusta? – mi mamá indagó. Ella tenía un punto, he dejado que me bese y he aceptado una cita con él, jamás me he negado a mi mismo el hecho de que me gusta, pero no quiero que él lo sepa.

– Mamá, es aterrador estar enamorado. Tengo miedo, desde que tú y Aleck me acogieron he tenido la sensación de que todo a mi alrededor es antinatural, tengo miedo de que Bruno desaparezca como mis padres biológicos, he escuchado que todo en la vida tiene precio y si ¿a cambio del amor de Bruno pierdo algo valioso? - Comenté con los ojos llorosos. Sabía que apenas lo estaba conociendo, pero, si dejaba pasar más tiempo cerca de él me enamoraría inevitablemente.

– Se lo aterrador que es, las cosas con tu padre no siempre fueron color de rosas, tu padre era un hombre bruto por naturaleza y aún lo es, le costaba mucho relacionarse, y cuando nos conocimos me enamoré de él y el de mí, pero había un problema, yo creía que él no gustaba de mí, pero en realidad el ni si quiera tenía la más mínima idea de cómo acercárseme.  Ten paciencia y coraje Noah. Se que eres especial, cariño. Y quiero que te diviertas mañana en esa cita, ¿correcto? – Asentí animadamente, limpiando mis lagrimales, era la mejor mamá.

Esa noche reímos, mamá me había dado un sándwich para cenar y chocolate caliente, vimos una película y luego me envió a dormir. Fue la mejor noche de nuestras vidas, pero aún estaba incompleta, faltaba papá.

***

Esta mañana fue genial, no hubo escuela porque en el laboratorio de química dos estudiantes habían derramado elementos radiactivos, por esa misma razón no habría espacio para clases hasta que se aseguraran de que el área esta libre de alguna catástrofe, caminaba por los pasillos conversando con Zin, me había preguntado si había encontrado algo nuevo en el libro, pero realmente anoche no había tenido tiempo de revisarlo así que negué, la invite a pasar a casa conmigo, según yo estaba libre hoy, pero dijo que tenia eventos familiares y me imagine de que se trataba.

Se despidió de mi con un besito en la mejilla y yo igual, camine por los pasillos una vez más, detuve mi andar, la corinita que se había marcado en mi muñeca había empezado a picar, me había olvidado, después de que la pulsera me quemo la guarde en uno de los estantes en mi cuarto, con todo lo que sucedió creí que esconderla sería lo mejor, ahora la marca me estaba picando y ese espacio de mi piel se estaba volviendo muy roja. – Noah – Escuché desde atrás, era Bruno, me di un golpe mental cuando al fin recordé lo que tenía que hacer, la cita.

Tape mi muñeca rápidamente con las mangas de mi suéter y voltee escondiendo mis manos hacia atrás, - H-hola – Saludé nerviosamente, de cierta forma él no debía enterarse.

– Noah, ¿hay alguna razón por la que estés evitándome? ¿Qué hice mal esta vez? – Dijo Bruno molesto, acercándose peligrosamente.




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