- Usted gana fuerza, valor y confianza con cada experiencia en la cual usted se detiene y mira al miedo en la cara. Ya que luego de esto usted es capaz de decirse a sí mismo: "He superado este terror. Ahora puedo enfrentarme a lo próximo que se me venga." - Eleonor Roosevelt
amor, se dice que esta sobre valorado, bueno o eso es lo que dice la gente, mis padres me enseñaron que el amor es algo fuerte y a la vez frágil, tal vez nunca lo logre entender, por como soy no creo que algún chico se interese por mi, no creo que quieran a alguien nerviosa, que teme hablar con las personas. Mi abuela también me hablo de eso alguna vez, y me acuerdo perfectamente, ella me dijo lo mismo que mis padres pero ella al ver mi cara de confusión, fue a una mesa y trajo un jarrón muy lindo que le habían regalado a ella muy joven. y me dijo:
- tócalo y dime que sientes.
-es duro - le dije yo aun sin entender a donde quería llegar
-¿ Que sucedería si lo dejara caer?
en ese momento yo la mire como si tuviera dos cabezas, aun desconcertada con su pregunta le respondí:
-pues se parte.
-¡EXACTO! - exclamo tan alto que hizo sobresaltarme, pero luego ella tan paciente como era me explico.
- así es el amor por fuera parece fuerte pero por dentro es muy débil, si se rompe sera muy difícil recuperar-lo.
Cuando eras pequeño, solías correr a mí en busca de protección. Ahora, en estos momentos de debilidad, quisiera esconder mi cabeza entre tus rodillas para que tú, inteligente y fuerte, me defendieras, me protegieras.
Extraña mucho a mi abuela, que seria de ella ahora, ya se que habia estado en el calabozo tres años, pero al menos ella sabia que regresaria, ahora debe estar debastada, pero de algo estoy segura cumplire mi promesa de regresar.
Por la ventanilla de la limusina se veia toda la ciudad, las personas caminando, empezando hacer sus deberes del dia, el sol brillando alto despues de tan larga tormenta.
- estas bien? - su voz preocupada me hizo salir de mis pensamientos.
me voltee y le dedique una sonrisa tranquilizadora.
- tranquilo estoy bien -
- señor- una voz gruesa me hizo sobresaltar- no creo que este bien hablar con ella - la ultima palabra la dijo con desprecio, y yo no pude defenderme, no debía, porque el tenia razón, a si que solo me limite a bajar la cabeza en forma de humillación.
- Yo le hablo como yo quiera, esa no es su decisión. - hablo con tanta dureza y autoridad que me sorprendió, ni a mi abuela le había hablado así.
El chófer bajo la cabeza en forma de respeto,
-lo siento señor no volverá a suceder.- su voz sonó temblorosa.
- eso espero, ahora discúlpese con la señorita isabella.- ¿¡QUE!?- lo voltee a mirar como si estuviera loco, corrección, esta loco. pero el no me miro, su dura mirada seguía dirigida en el cuello del chófer.
Hasta yo escuche cuando el chófer trago fuerte como si le costara decirme "lo siento", pues claro, aquello bajaría su orgullo.
Se aclaro la garganta y me dijo con mucho esfuerzo :
- lo... siento... s ...señorita - tartamudeo.
- De acuerdo, no importa - dije regalando-le una sonrisa demasiado hipócrita, para mi gusto.
chris se relajo cuando le respondi
- aquello no era necesario - le dije muy bajo para que nadie escuche.
- créeme era muy necesario, te tienes que defender... no importa la clase de persona que sea- dijo acariciando suavemente mi mejilla, no la quite, parecía que le gustaba mucho acariciarme la cara.
- estas loco, no creo poder hacer eso, mi clase es muy baja - me encogí de hombros y suspire - esas son las reglas.
- tal vez las reglas deben cambiar. - dijo mas para el que para mi.
me reí ante aquella absurda idea. - quien somos nosotros para cambiar las reglas - el de una vez se puso serio, el ambiente de una vez se puso pesado, mordí mi la labia inferior, creo que dije algo que no le agrado - lo siento, si dije algo que no te gusto, perdón.
El de una vez cambio su expresión, y me tranquilice al darme cuenta de que en realidad no lo ofendí.
- no, no pasa nada - dijo rápidamente - es solo que me recordó algo, es solo eso, no debes preocuparte - quise parecer que estaba tranquila, pero en realidad si estaba preocupada.
y en todo el camino se hizo un silencio algo incomodo.
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Al llegar al aeropuerto, habían muchas personas de diferentes partes, nunca había estado estado en uno. el techo quedaba bastante alto, tenia mas de cinco pisos, habían muchas paredes de vidrio se podía ver que pasaba en el otro lado.
- se te va a caer la cabeza - dijo chris. De una vez me voltee a mirarlo me estaba mirando con burla y divertido, pues claro, el sabia que nunca había estado en un lugar así.
Las personas que pasaban por nuestro lado me veían como un bicho raro, ellos estaban vestidos con la ropa de los mas caros diseñadores, yo solo tenia un vestido sencillo blanco, que me quedaba mas arriba de la rodilla y de tiras, que dejaban ver mi piel super blanca, había estado mucho tiempo sin recibir el sol, pero ya se me veía un poco de color, con lo que camine ayer.