Buscando La Verdad

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Si diga – respondo el intercomunicador

-. Señorita disculpe la interrupción su madre se encuentra aquí – masajeo el puente de mi nariz

-. Bien, déjala pasar – tomé un par de respiraciones y esperé a que entrará

-. Deberías cambiar de personal, mira que impedirme la entrada – no sé porque no me sorprende esa actitud

-. Yo se lo pedí – la cortó no estoy de humor para sus dramas, me mira algo asombrada se recompone y se sienta en la silla frente a mi escritorio - ¿Qué haces aquí?

-. Así recibes a tu madre – se llevó una mano al pecho

-. No tengo tiempo para perder – ella se recompuso

-. Vengo por mi dinero – bien con ella no había otro tema a tratar

-. Hace una semana que se te deposito tu mensualidad – aclaró

-. A eso llamas mensualidad – rio con sarcasmo – eso solo me alcanzo para algunos pequeños caprichos

-. Mira mamá – me costaba llamarla de ese modo – es lo que te corresponde de manera mensual y no es culpa mía, si te lo gastas en un par de días, de mí no recibirás un centavo más

-.  Me vas a dejar vivir en la miseria – se ofende

-. Si quieres despilfarrar dinero, trabaja – esta mujer es capaz de sacarme de mis casillas en un instante

-. En que maldita hora tu hermano no tomó el mando de la empresa – se quejó y yo reí

-. Te recuerdo que según el testamento de papá la empresa está bajo mi mando y el accionista que me sigue es mi hermano – aclaró

-. Él si me daría lo que le pido – negué

-. Él te daría hasta lo que no le pides y es por eso que papá me dejo a cargo – me puse de pie e hice sonar mis tacones hasta que estuve cerca de ella – te recuerdo que si saco las fotos de tu amante perderás lo poco de mensualidad que él te dejo en el testamento – la veo ponerse nerviosa

-. Soy tu madre – vuelvo a mi postura

-. Solo me diste la vida – respondo tranquila – porque solo recuerdo a papá estar a mi lado en cada paso importante ¿y tú? – finjo pensar - ¿dónde estabas? Cierto en reuniones elegantes con tus amigas o en el salón de belleza o de viaje – enumero

La veo ponerse roja del enojo y más cuando conoce mi terquedad.

-. Ya perdí suficiente tiempo – se levanta y acomoda su escote muy revelador debo aclarar – dame dinero para un taxi

-. Lo lamento, así como llegaste sola, retírate – ella quedo con la mano extendida

-. Eres una mala hija – la miré con enojo

-. Y tú, una pésima madre – salió azotando la puerta de mi oficina

Nunca he tenido buena relación con mi madre y fue de mal en peor desde que falleció papá, está claro que esa mujer nunca lo quiso, tan solo deseaba su dinero y tener la vida más cómoda posible.

En cuanto a mi hermano detestaba todo el drama entre nuestra madre y yo, prefería abrirse camino él solo y es por eso que trabaja de manera independiente en una empresa dedicada al rubro de la construcción. Él adora a mamá; sin embargo, con su sueldo y los gastos que tiene por haberse independizado no le da la solvencia que mamá quiere y no me ha pedido ni un solo sol de sus ganancias ya que él tiene la idea de que no la tocará hasta que sienta que la merece.

Mi padre fue un hombre ejemplar nos enseñó el valor de las cosas, el valor del trabajo, el respeto que le debemos a cada persona sin importar como se vista o cual sea su puesto de trabajo.

Su muerte fue repentina y la investigación no aporto nada que nos indicara ¿Quién lo mató? ¿Con qué lo mato? O ¿Por qué lo mató?

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Eran las siete de la noche y como era viernes me disponía a descansar ya que al fin de semana tenía planes de ir con papá a pasar el fin de semana al aire libre en una casa de campo que rara vez visitábamos.

-. Hija debo salir – me senté en el borde de mi cama

-. ¿Qué sucede? – era raro que él saliera de noche de casa y más si era ya prácticamente fin de semana

-. Un camión tiene fallas y debo ir a revisar – asentí algo decepcionada porque nuestro fin de semana estaba siendo arruinado

-. Supongo que iremos el próximo fin – le dije desganada

-. Prometo compensarte – me dio un beso en la frente y salió

Durante el día no recibí noticias de él y el camión que tenía problemas ya había llegado eso era extraño, el domingo en la noche tocaron nuestra puerta y yo abrí pensando que era papá con alguna sorpresa.

-. Buenas noches – atendía al señor que estaba ahí parado - ¿en qué le puedo ayudar?

-. La esposa del señor Escalante – preguntó

-. Soy su hija – repuse

-. Señorita – trago saliva – lamento informarle que su padre ah sudo hallado sin vida en las afueras de la ciudad en su vehículo y necesitamos que venga con nosotros a reconocer el cuerpo

Quería gritarle y pegarle para que me dijera que eso era falso, mi padre no podía estar muerto... él... no

-. ¿Podría acompañarnos? – asentí y fui por una casaca estaba haciendo demasiado frío

Llegamos a la morgue y mi cuerpo respondía de manera automática, en una camilla cubierto con una sábana vi un cuerpo inerte; llegamos al costado del hombre con bata blanca y el policía asintió, cuando esa sabana se levantó pude ver el rostro pálido y morado de mi padre

-. Señorita - ¿es su padre? – asentí y sentí algo salado llegar a mis labios, había comenzado a llorar y no me di cuenta en que momento

El señor me sacó de allí y firmé un montón de papeles

-. En unos días le realizaran la autopsia para saber la causa de muerte – asentí

-. Me llamará para recoger el cuerpo – él asintió y salí de allí sintiendo un enorme dolor en mi pecho, llegué a casa y subía a mi habitación me tumbé en mi cama, tomé una almohada y tapé mi cara con una almohada para gritar porque si no lo hacía sentía que me iba a morir

En la mañana le di a la noticia a mi hermano que me abrazó tan fuerte como cuando niños cuando me golpeaba o me enfermaba




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