NARRADOR
Lorenzo llegó a la oficina con una cara de póker ya que así nadie podía la menos intentar leerlo un poco; llegó a su piso en donde lo esperaba Karla junto a una joven de unos 18 o 19 años
-. Señor buenos días – saluda Karla alegremente – ella es Sofía mi sobrina
-. Bien indícale cuáles son sus obligaciones y que despeje mi tarde – miro ambas antes de entrar en mi oficina – cualquier cosa en mi celular, espero que no me decepcione
Después de la experiencia de ayer con aquel muchacho él decidió darle una oportunidad porque no estaba seguro de con qué clase de historia ella cargaba a sus espaldas antes de entrar en la empresa
Apenas y tuvo un respiro durante la mañana y salió justo en la hora de almuerzo para pasar por el muchacho y su madre, debía ser operada lo más rápido posible.
-. Que tenga buen día – Lorenzo él sonrió a la chica y bajó sin más
Karla subió a buscar a su sobrina para almorzar porque ella necesitaba mucho este trabajo sobre todo para poder cuidar a su bebé del cual el padre se fue sin siquiera mirar atrás y ella estaba agradecida ya que daría lo mejor de sí para quedarse fija.
-. Buenas tardes – Lorenzo llegó y el muchacho le abrió la puerta sonriente
-. Señor pase, adelante – el semblante del muchacho era mucho mejor, aunque tomaría un tiempo que pudiera estar bien del todo
-. ¿Listos? – pregunto y ellos no entendía – vamos a salir
-. Pero – el muchacho mirara sus fachas y las de su madre
-. Tranquilo – los persuadió y fueron al centro comercial por ropa y aprovecharon en comer algo, el muchacho a no deseaba pedirle muchas cosas porque después de lo que él le había hecho no entendía cómo era posible que él lo ayudara
-. Señor – dijo el chico mientras comían – le juro que algún día le pagaré todo lo que usted está haciendo por mí y por mi madre – intentaba no llorar a pesar de tener los ojos aguados
-. No es necesario – Lorenzo intentó negarse de manera amable, pero el chico era tozudo
-. Es usted un verdadero ángel caído de cielo – dijo la señora quien tenía un brillo en sus ojos
-. Y aún falta – ellos abrieron los ojos con demasía – terminen porque nos estas esperando
Salieron rumbo al hospital en donde Fernando (dueño y director) los recibió personalmente junto a un especialista de oncología
-. Bien los dejo en buenas manos – Lorenzo intento retirarse y el muchacho le dio un gran abrazo
-. Gracias. Muchas gracias – repetía, Lorenzo lo abrazó y lo consoló un momento
-. Ve con ella – señalo la oficina del doctor – te necesita – él muchacho asintió y entró
-. Vaya – Fernando lo detuvo en el estacionamiento – sigues siendo el mismo, al menos en eso estas intacto
-. Yo también te extrañe – se dieron un gran abrazo – hermano
-. No creas que esto soluciona todo – advierte Fernando feliz de que su amigo haya dado señales de vida por fin
-. Lo sé qué te parece si el sábado nos reunimos y podemos ponernos al día de lo que pasó – Fernando lo miraba de arriba hacia abajo porque parecía que su amigo había madurado y ya no estaba tan roto
-. Por supuesto – se despidieron con un apretón de manos
Lorenzo fue a su departamento y se tumbó en su cama se sentía bien, aunque algo cansado y sin más sus ojos se cerraron llevándolo tranquilamente al mundo de los sueños.
DÍA VIERNES
Tanto Elizabeth como Lorenzo se levantaron a primera hora, eligieron sus atuendos para realizar negocios habituales y salieron rumbo a sus oficinas.
-. Karyn – Elizabeth saluda a su secretaria con una sonrisa
-. Señorita necesito hablar con usted – su cara es preocupación intensa, está tan compungida que me da pena
-. Pasa – le abro la puerta de mi oficina y ella ingresa a pasos lentos - ¿Qué sucede? – le paso un vaso con agua
-. Ayer despedía a la niñera porque descubrí que estaba maltratando a Liam – eso me enfurece no puedo creer que hay gente que se desquite con un pequeño niño de apenas casi dos años – y no tengo con quien dejarlo
-. ¿En dónde está? – necesitaba saber que estaba seguro
-. Por el momento se quedó con una amiga – responde nerviosa – pero solo es por hoy y yo… - ya no puede hablar porque esta sollozando
-. Tranquila – llegó a su lado y la abrazó me parte el alma verlo de esa manera – hoy tenemos el día libre verdad
-. Sí, señorita – responde en un susurro
-. Bien recuerdas el cuarto que está en el primer piso en la parte de atrás junto al jardín – ella asiente – bien toma – le entregó mi tarjeta – necesito que vayas a comprar lo necesario para una habitación para cuidar a unos niños desde bebés hasta los cinco años
-. Señorita – de un salto se pone de pie y me abraza
-. Y necesito que busques al menos a una persona para que el día lunes puedas traer a tu hijo y lo puedas dejar ahí sin necesidad que te preocupes al igual que informaremos a todas nuestras colaboradoras incluso los empleados de nuestros socios – ella asiente emocionada
-. Gracias es usted una persona muy buena – le sonrió
-. Bien el lunes inauguraremos nuestra pequeña guardería
-. A la orden – hace un saludo militar y le sonrió
-. Bien iré a mi reunión en las empresas Dumonte y tú puedes ir junto a un pequeño a comprar lo necesario e ir decorando ese espacio ¿Te parece? – me siento muy feliz al ver su expresión de felicidad
-. De acuerdo hoy mismo lo habilitaré – sale de mi oficina y me tomo unos minutos para que ese sentimiento me llene por completo y aprovecho para hacer una pequeña llamada
-. Diga – me responde al primer tono
-. Sami – la llamo con emoción
-. Amiga bella a los siglos – pongo los ojos en blanco apenas nos vimos el sábado para ponernos al día y pasar un rato junto a sus adorables diablillos no puedo creer que ella y atenga 4 hijos con tan solo 25 años
Editado: 21.09.2022