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NARRADOR

Llegaron al hospital y el niño parecía no querer calmarse, Lorenzo conducía lo más rápido posible.

Karyn lloraba desesperada y Elizabeth intentaba mantenerse fuerte al llegar Lorenzo tomó al niño en brazos y lo ingresó por emergencia con ambas mujeres siguiendo sus pasos

-. Por favor un doctor – las enfermeras salieron corriendo por el escándalo, pero más les importaba coquetear con Lorenzo que ver por el niño hasta que apareció Fernando

-. ¿Qué sucede? – miró a su amigo que tenía una cara de súplica – vuelvan a su trabajo, vamos a mi oficina – Lorenzo lo siguió

Fernando lo revisó y le sorprendió la cantidad de hematomas en su pequeño cuerpecito, y más que su llanto se intensificaba cuando toca su abdomen

-. ¿Qué le sucedió? – pregunta y Elizabeth anima a Karyn a hablar

-. Ayer descubrí que la niñera lo maltrataba – Karyn intentaba ser fuerte – por favor doctor ¿Qué le sucede a mi hijo?

-. Voy a darle un analgésico y le practicare algunos exámenes para estar seguro – salió llevándose al niño y Karyn se dejó caer en el suelo sollozando e hipando

-. Tranquila – Lorenzo habló – él hará lo posible para ayudar a que tu hijo se recupere

-. Pero no tengo dinero para pagar esta clínica es una de las mejores de la ciudad

-. No et preocupes – ambos hablaron al unísono y se quedaron mirando

-. Te apoyaremos con los gastos – dijo Lorenzo y Elizabeth asintió

-. Gracias, de verdad muchas gracias – Karyn se levantó y abrazo a ambos a los cual Elizabeth ya estaba acostumbrada tan solo Lorenzo resulto sorprendido por ese gesto – iré por un café para esperar los resultados

Ellos asintieron y se quedaron en el consultorio del doctor

-. Supongo que este es el motivo por el cual abrirás la guardería – Lorenzo afirmo

-. Sí, ella me lo comunicó hoy en la mañana – Elizabeth limpio una lágrima traicionera que bajaba por su mejilla – no comprendo cómo alguien puede hacerle eso a un niño pequeño

-. Solo se puede explicar con la maldad – reflexionó Lorenzo – sabes si ella formulo alguna denunció, el niño está demasiado golpeado

-. La verdad no lo sé – Elizabeth fue sincera – pero deberíamos hacerlo

-. Estoy de acuerdo hablare con mi abogado para que hable con tu secretaria

-. Gracias – ella lo miró a los ojos

-. ¿Qué es lo que te preocupa? – Elizabeth suspiro

-. La salud del niño y él que mi idea fue algo tardía no sé… -empezó a llorar

-. Tranquila – Lorenzo se acercó a ella y la abrazo – sé que es difícil ver a un niño indefenso tan mal; pero ella necesita verte fuerte

Elizabeth asentía mientras intentaba calmarse

-. Ella es madre soltera siendo tan joven y es una mujer fuerte – dijo Elizabeth ya calmada

-. Por diferentes circunstancias sé de primera mano lo que se siente el criar a un hijo sola o solo porque también conozco a muchos padres solteros – Elizabeth lo miró sorprendida

-. No le entiendo muy bien – ella creía que él estaba criando a un bebé solo

-. Mi padre me adoptó desde de que mi verdadero padre se fuera y es por eso que comprendo a su amiga – Elizabeth sonrió al saber que él se daba cuenta que ella era más que una simple empleada

-. Ya veo – dijo bajando la mirada – ahora deberé posponer a inauguración no creo que el niño o Karyn estén en condiciones para asistir

-. Yo la puedo ayudar – Elizabeth lo mirto como si le hubiera salido dos cabezas

-. ¿Seguro? – preguntó

-. Por si no se dio cuenta me encantan los niños y ayude a cargar al bebé – se encogió de hombros es cierto ella ni siquiera lo había oído protestar por el llanto del niño y es más se había ofrecido a llevarlas lo más pronto posible al hospital

-. Bien, entonces esperando el diagnóstico del bebé nos pondremos manos a la obra – Elizabeth negaba

-. Que es lo que no le parece – Lorenzo se dio cuenta

-. Me temo que en traje no va a ser muy cómo do trabajar – señalo la vestimenta de ambos

-. Podemos hacerlo bien. Estoy seguro – le dio una sonrisa

Karyn melgó con capuchino para cada uno y esperaron una media hora a que el doctor apareciera con un Manuel dormido en sus brazos, se sentó con él en su regazo y todos estaban sorprendidos

-. ¿Qué tiene mi hijo, doctor? – Karyn estaba muy ansiosa

-. Tiene enuresis- todos estaban extrañados

-. Amigo mío – Lorenzo tomó la palabra – puedes describirlo en palabras para simples mortales como los somos los aquí presentes

-. El niño no tiene control, de su vejiga y eso estaba ocasionando mucho dolor – Fernando miró a la madre – él – señalo al niño en sus brazos – ha debido recibir un fuerte golpe ya que tiene incluso hematomas internos

-. Esa maldita mujer – Elizabeth interrumpió

-. Solo espero que la denuncien porque ella pudo ocasionar un daño mayor – Fernando hablaba serio

-. Al despedí; pero no pensé en eso – Karyn hablo

-. No te preocupes uno de mis abogados te visitará este fin de semana y entablaremos la demanda con nuestro apoyo – Lorenzo miro a Elizabeth y ella sintió

-. Claro también contaran con el mío – Fernando habló

-. Gracias doctor – Karyn lloraba, pero trataba de no dejar que sus nervios hagan explosión

-. Lorenzo ve por el enfermero que se encuentra en la tercera habitación de la derecha y que traiga un sedante de inmediato – él se levantó de inmediato

-. ¿sucede algo?  -Elizabeth no entendía que ocurría

-. Su amiga está a punto de tener un colapso nervioso – Elizabeth miro a Karyn a quien le costaba respirar y temblaba de todas partes parte, Lorenzo ingresó junto al enfermero y pudieron administrarle el calmante justo a tiempo.

La acostaron en el sofá ya que el sedante la había hecho dormir y ella no estaba en condiciones para cuidar a su hijo al menos no por este fin de semana