Buscando La Verdad

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LORENZO

Apenas logre dormir unas cuatro horas porque la necesidad de dejar todo listo en mi apartamento me tiene ansioso. Voy a al policía para levantar una denuncia y va junto a dos de ellos a su apartamento.

Levantan un acta y toman algunas fotos, también aseguraron que investigaría con la ayuda de cámaras; pero en ese momento recuerdo que mis cámaras están en mantenimiento y no va serán de mucha ayuda.

Llamó a un servicio de limpieza para que recojan y ordenen todo, y debo llamar a mi nana para que este al pendiente de lo que se necesita comprar prometiéndole que después le contaría lo sucedido.

Con el único traje limpio y planchado que sobrevivió al ataque desmedido en mi apartamento, voy a casa de mi madre para tomar un baño e ir a mi oficina.

Entro lo más inexpresivo posible y me sorprende ver al señor Torres esperando en las afueras de esta misma.

-. Señor buenos días – me saluda mi secretaria con cierta preocupación – el señor Torres no tiene cita; pero dice que debe hablar con usted de manera urgente

-. Está bien – veo como pone cara de alivio – sígame – le indicó a él quien me mira con un dejo de altivez – tomé asiento – no tengo idea de que es lo que busca aquí

-. Iré directo al grano - su tono de voz no me gusta

-. Lo escucho – mueve su pierna impaciente y yo solo lo miró algo extrañado sin dejarlo notar pospuesto

-. Quiero pediré – parece pesar un poco – no – me mira serio - a exigirle que se aleje de Elizabeth

“Vaya, que sorpresa”

-. Discúlpeme – quiero reírme en su cara – pero usted es un hombre casado que nada tiene que ver en la vida de dos personas solteras – lo veo apretar sus puños

-. Está advertido – grita retirándose ofuscado

“Interesante”

ELIZABETH

Ayer antes de poder conciliar el sueño mande un mail informando que la inauguración sería pospuesta para el medio día y agradezco que Sami me haya aceptado hacer un plato para el almuerzo y no dejarme ver como alguien descuidada.

Llegó temprano y encuentro a Karyn sola caminando de un lado a otro, casi mordiéndose las uñas.

 -. Me vas a mandar a arreglar la zanja que hagas – ella da un leve salto y yo sonrió

-. Lo siento – se acerca a saludarme – es que el doctor se llevó a Manuel

-. ¿Y? – no comprendo que tiene de malo

-. No sé me siento nerviosa y … - mueve las manos como si estas pudieran explicar mejor lo que le está pasando

-. Mejor ayúdame con las llamadas a nuestros socios para confirmar su presencia al mediodía – ella siente y de a poco se concentra en la labor que le acabo de dar

-. Elizabeth – reconozco aquellas voces tan alegres

-. Chicas – abro los brazos y ambas se acercan a darme un gran abrazo

-. Vaya ni siquiera a mí me dan un abrazo así -  se queja Lorenzo – y eso que soy su único hermano

-. Por eso – responden ellas con complicidad

-. Buenos días – Lorenzo ignora a sus hermanas y me saluda con un beso en la mejilla – traje a este par de revoltosas porque dijeron que querían ayudarte a tener todo listo

-. Chicas son las mejores – les doy una gran sonrisa – vamos para que vean su área de trabajo

Nos retiramos juntas siendo seguidas muy de cerca por Lorenzo, las chicas miran todo con uan sonrisa y un entusiasmo único… se quedan felices ayudado a las personas encargadas del catering.

-. ¿Te puedo ayudar en algo? – Lorenzo quien aún está detrás de mí, llama mi atención

-. Creo que todo está casi listo – él me mira como tratando de descifrar algo

-. Tus ojos están muy hinchados – inconscientemente llevo mis manos hasta ellos

-. Es por la poca costumbre de trasnochar – miento, sigo el camino a mi oficina

-. Tengo algo que te puede ayudar – entramos a mi oficina y va a frio bar sacando un hielo que envuelve en un pañuelo – me permites – se acerca hacia a mí y yo asiento – estará un poco frío

Lleva el pañuelo a mis ojos dando pequeños masajes circulares; sin embargo, lo que me tiene desconcertada es la aceleración de mi corazón por su cercanía y también me siento embriagada por su perfume tan varonil y suave a la vez.

LORENZO

Estando a tan solo unos centímetros de sus labios siento deseos de tomarlos en ese momento, pero me detengo porque no quiero arruinar nada con ella, sé que ha estado llorando y es por eso que sus ojos están tan hinchados y ella me mintió (sus razones tendrán).

-. Pero que… - ambos nos sobresaltamos al oír y veo a José Torres con una cara furiosa mirándonos a ambos – ELIZABETH – grita y la siento temblar debajo de mí ¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?

-. Le voy a pedir que deje de hacer un escándalo – intervengo porque Elizabeth al parecer – porque es usted quien ha invadido nuestro espacio – tomó la mano de Elizabeth que parece reaccionar

-. Señor Torres – se aclara la voz y aprieta un poco mi mano a lo cual acaricio el dorso de esta para hacerla sentir mi apoyo – no tiene ningún derecho a irrumpir así en mi oficina y menos sin cita previa

-. ELIZABETH – grita, furioso y veo su rostro totalmente desencajado

-. SE CALMA – subo el tono de mi voz – o me veré en la obligación de sacarlo – Elizabeth vuelve a apretar mi mano al ver como José hace ademán de acercarse

-. RETÍRESE – Elizabeth habla escondida un poco detrás de mí

-. Yo – cambia su tono y estira la mano – no era mi intención – veo como intenta acercarse y me coloco delante de ella; él me desafía con la mirada y yo hago lo mismos hasta que minutos después se retira.

Volteó de inmediato a Elizabeth quien está temblando

-. Ya pasó – la abrazó de manera delicada con miedo a que si la apretó mucho quizá la pueda romper – respira tranquila por favor – puedo sentir el leve temblor de su cuerpo – no sé la historia que tengas con ese tipo – siento un amargor en la boca de tan solo mencionarlo – pero evita en lo máximo posible encontrarte con él cuando estés sola.




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