Buscando La Verdad

17

NARRADOR

En medio de la noche Sharon escucho el sonido de pasos y al mirar que Elizabeth dormía cerca de ella, se levanta de manera sigilosa tomando una pistola que tenía cerca de la mesita de noche; revisa ambiente por ambiente agudizando su oído lo que más puede.

Se acerca a la cocina y es ahí donde escucha la respiración de otra persona

-. ¿Quién eres? – se para frente a ella, pero no hay respuesta – responde – trata de no levantar mucho la voz para que Elizabeth no se dé cuenta de nada

Nadie responde del otro lado, la sombra está en la misma posición sin hacer ningún movimiento, Sharon siente que algo no anda bien e intenta regresar con Elizabeth; pero un disparo en su muslo la detuvo… el grito del otro lado fue lo que le helo la sangre

“Esto fue una distracción”

Vio cómo se llevaban a Elizabeth inconsciente, y la sombra paso por su lado sin siquiera mirarla

-. ¡La buscaré! – sin respuesta y con un dolor agudo en su pierna, apenas logró llegar a su celular y marcarle a Renzo.

Renzo se encontraba en su pequeña oficina de su departamento cuando su celular vibró

“Supongo que más trabajo”

-. Diga – responde al descolgar la llamada

-. Ven a mi casa. Ahora – escucho la voz forzada de Sharon

-. ¿Qué sucede? ¿Sharon, responde? – Renzo repitió estas frases un par de veces sin respuesta, por lo que llamó a David para encontrarse en la casa de Sharon.

La encontraron desmayada en la cocina con un charco de sangre de su pierna, pidió a David que la lleve al hospital porque a pesar de que moría por estar junto a ella debía concentrarse en la escena ante sus ojos.

Llamó a su equipo los cuales recogieron toda la evidencia posible, David lo llamó dándole uan idea de lo que había sucedido ya que Sharon en lo poco que despertó le dijo su historia a David, cayendo de nuevo en la oscuridad.

 Renzo caminó por toda la casa y pudo ver que a pesar del sorpresivo ataque Elizabeth había luchado ya que trozos de tela negra se encontraban al costado de las frazadas que habían usado los atacantes

-. Lleven esto de inmediato al laboratorio – llamó a alguien para que recogiera la evidencia de inmediato

Salió camino a la comisaría y llamo a la madre de Elizabeth quién según sus palabras “Hacía interrumpido su sueño de belleza y que lo vería a las diez de la mañana en su oficina”

Intentó con Emiliano el cual de inmediato dijo que tomaría un taxi para llegar lo más pronto posible ya que había regresado a su trabajo; gracias a Dios su jefe le dio los días que necesitara porque era un problema serio.

-. Jefe – David llegaba con cara muy triste

-. ¿Qué sucede? – Renzo tenía cara de resignación

-. La señorita Sharon está en coma inducido porque la pérdida de sangre había sido demasiado – informó con voz triste y apenada

-. Espero que se recupere pronto – la voz de alivio de Renzo no fue muy notoria; pero de hecho estaba presente

 -. Estaba muy preocupaba por la señorita Escalante, no dejaba de culparse – explicó David – incluso estoy seguro de que si estuviese despierta ella quisiese buscar a la señorita personalmente

-. Es lo más probable – Renzo debía mantenerse enfocado porque eso le debía a Sharon

-. ¿Qué puedo hacer? – David quería ayudar a su jefe y amigo

-. ¿Descubriste algo sobre nuestro sujeto de interés? – lo miró por unos segundos

-. Si ha estado reuniéndose con un familiar de la víctima en un hotel algo discreto una vez por semana – dijo dejando el folder en su escritorio

-. Vaya – no daba crédito a lo que sus ojos veían - ¿Estás completamente seguro?

-. Cien por ciento – dijo seguro

-. Bien es hora de terminar con esto – Renzo se puso de pie – veremos si logramos que nos lleve a la ubicación de Elizabeth

-. ¿Cree que aún haya tiempo?  - David estaba preocupado

-. Confiemos – David fue a seguir sus órdenes y ponerse en la vigilancia de inmediato

EN LAS AFUERAS DE LA CIUDAD

Elizabeth se encontraba atada en una silla aun desmayada, la habitación estaba totalmente a oscuras tan solo por una pequeña ventana por la cual solo podría ingresar una mano que dejaba pasar un pequeño rayo de luz.

Un guardia custodiaba la puerta con un pasamontaña, esperando a que sus jefes le dieran nuevas órdenes; estaban dentro de un granero a medio construir que esta al fondo de la propiedad… es uan finca bastante descuidad que parecía estar en ruinas salvo por la mediana construcción del fondo.

Los vecinos rara vez veían algún vehículo o alguna persona que entrara en la finca, las casas quedan casi a una hectárea de distancia por lo que era fácil pasar desapercibido.

Elizabeth despertó e intentó moverse, aunque solo logró que salir un gemido de dolor, intentó mirar a su alrededor; pero le tomó unos segundos adaptarse a la oscuridad vio una pequeña habitación con solo la silla en donde ella estaba, un foco viejo, la pequeña ventana y la puerta.

 Intentó desatarse, la silla se movió un poco; pero no lograba nada

-. ¿Qué quieren de mí? – empezó a gritar - ¿fuiste tú quién asesinó a mi padre? – estaba segura que la escuchaban – MUÉSTRATE, DÉJAME VER TU CARA – ahora la rabia dominaba sus emociones le miedo había pasado a segundo plano

El guardia de afuera ni siquiera se inmutó porque sabía que era la reacción normal de una persona que ha sido privada de su libertad, su trabajo era impedir que ella salga o alguien a parte de sus jefes ingresara en la habitación.

Él era el encargado de mantenerla con vida durante los días que debía estar ahí, le daba agua porque debía mantenerla hidratada

-. ¿ya ha despertado? – el guardia se sobresaltó ya que no lo había escuchado entrar

-. Sí, señor – abrió la puerta y lo dejo pasar

-.  ¿Quién eres? – Elizabeth se mostraba hostil

-. Tú me obligaste – a ella le pareció conocida la voz – ni siquiera me dejas hablar contigo




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